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Cuando la NFL se robó la Navidad

Fue en 1971, cuando los juegos divisionales entre Cowboys de Dallas y Vikings de Minnesota de la Conferencia Nacional, y entre los Miami Dolphins y los Kansas City Chiefs, de la Conferencia Americana, se celebraron en 24 de diciembre. Las cosas, sin embargo, no salieron como se hubiera esperado. El juego entre Miami y Kansas se extendió y se extendió y muchos aficionados de plano se fueron del estadio o apagaron sus televisores, porque debían marcharse a la cena. El partido se resolvió solamente después de dos tiempos extras y terminó favoreciendo a Miami por 27-24. El juego duró 82 minutos de tiempo efectivo, pero ya sabemos en términos de NFL, eso es una barbaridad. Si de por sí, los 60 minutos de tiempo regular suelen transformarse en tres horas… (y este fue el juego más extenso en la historia de la liga hasta que fue desplazado por el Titans de Tennessee frente a los propios Dolphins en 2018, que por culpa de una tormenta eléctrica se interrumpió varias veces hasta alcanzar las siete horas de extensión). Aquellos Dolphins de 1971, por cierto, llegaron, por cierto, al Super Bowl VI, frente a los Cowboys, pero fueron superados por 24-3. Ni hablar.

Miami-Dolphins-vs-Kansas-City-Chiefs-Christmas-Day-1971

En fin, la cosa salió tan mal con aquel juego histórico pero incómodo a la vez, se produjeron tantas protestas y se tildó en tantos medios a la NFL de ser un Grinch, que la liga evitó las fechas navideñas durante 17 años. Fue hasta 1989 cuando un Monday Night Football entre los Vikings y los Cincinnati Bengals se disputó en 25 de diciembre, ya sin incidentes ni quejas que lamentar. Volvieron a programarse juegos navideños a partir de entonces, pero con pinzas.

Ya en este siglo se ha regularizado más, cuando las fechas y el sentido común lo permiten, y ya van 27 partidos celebrados entre pavo y ensalada de manzana (o, por estos lugares, romeritos, pierna, tamales, etcétera). El punto de inflexión definitivo fue la llegada de Roger Goodell como comisionado de la liga en 2006. Ha sido durante su periodo al frente en el que se ha naturalizado, al fin, jugar en las navidades. El recuerdo de la cena que se enfriaba mientras se resolvía un apretado partido divisional en el ya muy lejano 1971 está totalmente superado.

Si algo ha mostrado la NFL a lo largo de los años es un músculo fenomenal para competir con cualquier otro tipo de espectáculo y entretenimiento, lo mismo que para integrarse a la rutina y hasta a las festividades de sus fanáticos. Así que no queda más que desear un feliz domingo, lleno de juegos, para todos los que disfrutamos de este épico deporte de los golpes, las carreras, los bloqueos y los balones voladores.