Solo nos quedan cuatro equipos vivos en una Finales de Conferencia que se presentan muy apasionantes. Ravens, Chiefs, 49ers y Lions buscan el billete para Las Vegas en los dos últimos partidos que quedan por disputarse. Han sido cinco meses de mucho trabajo y sacrificio hasta llegar aquí, así que todos los jugadores de estas cuatro plantillas se dejarán todo lo que tienen por llegar al partido que puede cambiarles la vida.
Los actuales campeones siguen vivos después de la batalla de Buffalo. Es muy probable que esta temporada haya sido la más floja de la dupla Reid-Mahomes, pero les ha bastado para volver a ser campeón de su división y entrar a unos playoffs donde se ha dudado mucho de ellos. Toda esa narrativa la han usado como gasolina para encender el fuego que les ha hecho ser lo que son a día de hoy, y sus dos partidos han sido un clinic de cómo ajustarse a lo que el rival les propone. Han sacado lo mejor de sí cuando más importaba, y eso es lo que hacen los equipos y jugadores legendarios.
Los Ravens, por su parte, siguieron el guion establecido en su partido divisional. Han sido el mejor equipo de la liga durante la temporada y lo volvieron a demostrar frente a los Texans. A pesar del empate a diez al descanso, la sensación que dejaban los de Harbaugh es la de que tenían dominado el partido. La segunda parte fue una muestra más del poderío de un equipo que tiene, para mí, y sin lugar a dudas, la mejor defensa de toda la competición. Si a eso le sumas el jugador diferencial que es Lamar Jackson, las posibilidades de hacerles daño se van acabando poco a poco. Sin embargo, y si quieren estar en Las Vegas, van a tener que estar al mismo nivel que durante el curso, o más, para derrotar a Mahomes y los suyos.
Para la primera de las finales de conferencia, os voy a dejar dos de las claves que más me interesa ver. La primera será la respuesta de Steve Spagnuolo a las posibilidades que ofrece Lamar Jackson en el juego terrestre. En este curso, hemos visto un crecimiento personal en el juego de pase del quarterback de Ravens. Su paciencia en el pocket ha sido excelente para ir escaneando el campo hasta encontrar al receptor abierto. Además, cuando no le ha quedado más remedio que jugar el scramble, la gran diferencia ha sido que no ha bajado la cabeza para correr y ganar yardas así, si no que ha jugado más horizontalmente por detrás de la línea de scrimmage para apurar sus opciones de pase. Evidentemente, el trabajo de Todd Monken es fundamental en todo esto. Sin embargo, tener a Lamar en el equipo y no usarlo por tierra es tirarse piedras sobre tu propio tejado. Con Lamar, tienes que incluir su amenaza terrestre para ser aún mejor ataque.
En la imagen de arriba, tenéis una de las opciones que más han jugado los Ravens esta temporada cuando han mandado una jugada de carrera diseñada para su quarterback. Antes del snap, Ricard va a cambiar de lado para bloquear al linebacker del segundo nivel. La línea ofensiva juega el slide hacia el lado izquierdo y deja sin bloquear al defensor más exterior de la línea defensiva. Una vez que recibe el snap, Lamar lee el movimiento de este defensor y decide quedarse con el balón, ya que su rival ha arrancado a por el running back. Con esa lectura de Lamar y con el bloqueo de Ricard al linebacker, el exterior de la línea ofensiva queda libre para la carrera del quarterback, quién va leyendo a los defensores que llegan y dejándolos atrás por sus excelentes cualidades físicas.
La línea defensiva de los Chiefs, y sus linebackers, sufrieron mucho en los dos primeros cuartos del pasado domingo cuando Allen jugaba con backfield vacío y con los cinco receptores abiertos. Ahí, vaciando la caja y ganando ventaja numérica, fue capaz de hacer mucho daño a los de Spagnuolo. Además de las zone read como la que os explicado en la anterior imagen, los Ravens también pueden usar QB Power Run desde backfield vacío para aprovechar esa versatilidad que les da Lamar, por lo que el coordinador defensivo de los de Reid deberá tener un plan para frenar esta amenaza.
Al otro lado del campo puede estar la verdadera prueba de fuego para los Chiefs. Como os decía antes, no creo que haya una defensa más complicada que la de Mike McDonald. Su frente de cuatro hombres en la línea defensiva es capaz de generar mucha presión por el interior, y sus edge rushers se ven beneficiados de esto con situaciones de uno contra uno en el exterior. Además, McDonald diseña todo tipo de esquemas donde los jugadores de secundaria encuentran el camino libre para llegar al quarterback. Por si fuera poco, sus dos linebackers, Smith y Queen, ocupan una vasta zona del campo defensivo por detrás de la línea de scrimmage. Su velocidad y lectura les hace estar cerca del balón siempre y, junto a Kyle Hamilton, eliminan con facilidad el juego de screens que se haga contra ellos.
Frente a los Bills, los Chiefs usaron personal 13 (tres tight ends y un running back) más que nunca desde la temporada 2016. El problema que tienen en los tackles ofensivos les deja muy poco margen de maniobra en protección de pase, por lo que Andy Reid tiene que darles ayuda de cualquier manera. Formar con tantos tight ends es una solución que le funcionó muy bien el pasado domingo, y es algo que podemos ver de nuevo en la final de conferencia, ya que, además, cuenta con Travis Kelce, un jugador que lo cambia todo.
En la situación que os pongo aquí arriba, tenemos a los Chiefs en formación diamond (quarterback en pistol, un running back detrás de él y dos tight ends a cada costado del pasador). Aunque sea personal 12 (un running back y dos tight end), esto obliga a la defensa a jugar con formación pesada por la amenaza de jugada terrestre. Sin embargo, lo que Reid quiere jugar es al pase, y quiere aprovechar el emparejamiento de Kelce con uno de los linebackers para generar ventaja. Se inicia el snap y AJ Klein queda asignado con la ruta vertical de Kelce. Uno de los receptores alineado en el exterior de ese mismo lado juega una ruta vertical para congelar al safety, mientras que el running back juega hacia fuera para llevarse la atención del otro linebacker. Saliendo desde el backfield, Kelce tiene más espacio para ir acelerando y ganar en velocidad al linebacker, dándole un objetivo claro a Mahomes, quién coloca un excelente balón para una gran ganancia de yardas.
Tener a Travis Kelce le da la posibilidad a Reid de poder formar con varios tight ends e influir en lo que la defensa presente. Kelce es el mejor receptor de los Chiefs y una ventaja en todas las zonas del campo, por lo que si el rival tiene que formar con dos o tres linebackers, Kelce le va a dar a Mahomes un mismatch con su ruta. Mike McDonald, muy probablemente, tenga en su alineación a dos jugadores con la capacidad de estar pegado a Kelce en todo momento. Patrick Queen y Kyle Hamilton serán los que intenten quitarle ese valor al ataque de los Chiefs.
Habrá muchas más claves que puedan desnivelar este fantástico partido, pero he querido focalizar mi previa en estas dos que os contado. No veo la hora de que llegue el duelo entre los dos equipos que han sobrevivido a una temporada con muchísimas lesiones importantes en la conferencia americana. Son los dos mejores conjuntos y la última piedra en el camino para que Patrick Mahomes siga escribiendo su leyenda con letras de oro.
Son 32 años los que han estado los Detroit Lions esperando para volver a jugar este partido. Por el contrario, esta será la cuarta final de conferencia en cinco años para los de Kyle Shanahan. Sin duda, la experiencia es un factor clave para este tipo de encuentros, pero viendo el carácter que ha impreso Dan Campbell en estos Lions, no tengo tan claro que esta experiencia vaya a pesar en demasía.
Los Detroit Lions entusiasman a cualquier aficionado al football. Lo siento, pero es así. Da gusto ver a un equipo tan talentoso, tan bien entrenado y con esa valentía necesaria cuando llega el momento de enseñarla. Todos sus rivales saben que este grupo no va a pisar el freno, van a seguir, van a arriesgar y van a ir a por ti sin miedo a nada. Pocas veces se ve la imagen de un entrenador tan bien reflejada en su equipo. Fui de los que pensaba que Dan Campbell no tenía las aptitudes necesarias para ser head coach y, desde aquí, solo puedo pedir perdón por mi error. Las dos cachetadas que me he llevado por parte de Campbell no me las quita nadie. Y me alegro.
Al otro lado del cuadrilátero, porque esto va a ser un combate de boxeo puro y duro, se encuentran unos 49ers que, siendo un equipazo, nos han dado muestras de alguna debilidad no esperada a estas alturas. La derrota frente a los Ravens fue un varapalo tremendo. No por perder, que podía pasar, si no por la manera en la que lo hicieron. Terminaron la temporada siendo el seed 1, pero su partido en el Divisional frente a los Packers volvió a mostrar a un conjunto no tan imperial como podíamos esperar, en parte, porque la defensa no está jugando al nivel de años anteriores. Los Green Bay Packers expusieron debilidades en el pass-rush y a la espalda de los linebackers, algo que contra un equipo como los Lions puede ser mortal.
Ben Johnson ha demostrado ser uno de los coordinadores ofensivos más inteligentes de la liga. Cuenta con una línea ofensiva excelente y con un juego de carrera poderoso para ir moviendo cadenas. Con estos ingredientes, Johnson sabe que le puede dar receptores abiertos a Jared Goff tras el play action, algo donde el quarterback de los Lions se muestra realmente eficaz. En la imagen de arriba, tenéis un esquema brillante para esto que os estoy contando.
Antes del snap, la defensa presenta dos safeties profundos y Goff mueve a St. Brown de lado, lo que hace que uno de los safeties tenga que abrirse hacia allí. Cuando se inicia la jugada, Raymond (11) también cambia de lado, llevándose a un defensor con él, mientras que Reynolds (8) corre en vertical, arrastrando a otro jugador defensivo. Goff juega el play action y se queda con el balón y, a su vez, Gibbs se abre hacia el exterior, lo que provoca que el linebacker también abandone su posición para perseguirlo. Todos estos movimientos tienen un claro propósito: dejar vacía la zona media, zona que va a ocupar St. Brown con su ruta al interior.
Este será uno de los problemas a descifrar por parte de Steve Wilks en la final de la conferencia nacional. Uno de los puntos más importantes a resolver será no permitir brillar a Montgomery y Gibbs en el juego terrestre, porque eso hizo mucho daño el pasado domingo, dónde hubo momentos en los que Aaron Jones era capaz de llevar a su equipo hasta la red zone sin casi oposición. Si el juego terrestre de los Lions domina, el play action podrá generar grandes ventajas a la espalda de Greenlaw y Warner.
Cuando los Niners tengan el balón, todos los ojos estarán puestos en Brock Purdy. Es injusto, pero es la NFL que conocemos hoy en día y que hace que los quarterbacks sean los ganadores y los perdedores de cada partido. Ellos y solamente ellos. Frente a los Packers, el partido de Purdy no fue nada bueno durante más de 50 minutos, sin embargo, y cuando muy poquitos lo esperaban, el joven quarterback sacó lo mejor de sí mismo para ejecutar un sensacional drive final, el cual le dio la ventaja necesaria para dale el pase a esta final de conferencia. El mayor problema que tuvo Purdy frente a la defensa quesera fue la protección de su línea ofensiva y las dudas en los lanzamientos entre los números, algo que ha dominado durante toda la temporada y que le reporta grandes beneficios en cada encuentro. Las defensas empiezan a poner énfasis en esa parte del campo y todo se vuelve mucho más complicado para Purdy. Sobre todo, con la posible baja de Deebo Samuel, quien, mientras escribo esto, sigue siendo muy dudoso para el partido.
Shanahan es un genio generando espacio por todo el campo y dándole lecturas sencillas a sus quarterbacks. Los pasadores suelen tener claro dónde ir dependiendo de los movimientos defensivos una vez que las rutas de los receptores se desarrollan. En la imagen de arriba, tenéis un ejemplo.
La defensa forma con dos safeties profundos y caerá en cobertura zonal. En el lado izquierdo del ataque, los mineros corren una ruta profunda por el exterior, una ruta corta a la cara de uno de los linebackers y la salida al exterior de McCaffrey. Nada más recibir el snap, Purdy gira sus ojos a ese lado del campo para mantener ocupados a los dos linebackers. Mientras tanto, en el otro lado, Jennings corre profundo atacando verticalmente al safety para hacerle retroceder y ampliar el espacio entre él y el linebacker que tiene delante. Purdy cambia de lectura y busca a Jennings para atacar la zona media. Aunque le llega la presión, fijaos en la anticipación que le da a ese pase. El balón sale de la mano de Purdy antes siquiera de que Jennings haga el corte, poniendo un lanzamiento de mucho mérito.
En este tipo de rutas interiores, Purdy se encuentra cómodo y es capaz de hacer pases de mucha calidad. Sin embargo, también requieren de una gran lectura de la defensa, ya que si esto no se hace bien, el resultado puede ser catastrófico. A buen seguro que Gardner-Johnson, junto a Barnes o Campbell, estarán muy atentos a todo este tipo de lanzamientos al medio, por lo que la precisión de Purdy será vital.
Para mí, los San Francisco 49ers son el favorito para llegar a Las Vegas, pero no puedo quitarme de la cabeza a los Detroit Lions de Dan Campbell como un equipo capaz de todo. Por cómo está construido ese ataque, Jared Goff va a tener oportunidades de hacer puntos y de incomodar mucho a la defensa minera, así que es probable que estén compitiendo el encuentro en todo momento.
Llegan las finales de conferencia de la NFL.
Llega el final de playoffs.
Llega el instante dónde se construyen leyendas.
