No. Esto no tiene nada que ver con Star Wars aunque, si por similitudes fuera, entre Darth Vader y Aaron Rodgers probablemente encontraríamos más de una. Un personaje que no entiende de términos medios, ya que o lo odias hasta la saciedad -que se lo pregunten a los aficionados en Chicago- o bien, te decantas por amarlo hasta el fin de tus días -la ciudad de Green Bay lo puede corroborar-.
A sus 39 años y tras 18 temporadas en los Packers, franquicia en donde ha conseguido un anillo como campeón y cuatro trofeos como MVP, Rodgers ha decidido que la respuesta a su futuro la obtendría en un retiro, dentro de un habitáculo de 28m², completamente a oscuras durante cuatro días. Consigo decidirá si cobrar o no 59’5 millones de dólares garantizados en caso de continuar ligado al ovoide, en Green Bay u otro equipo. De por sí, el quarterback no es virgen en la terapia espiritual, ya que en su pasado ha recurrido a la psilocibina y la ayahuasca -psicotrópico originario del Amazonas- para superar el miedo a la muerte o reforzar ese sentimiento de amor hacia uno mismo. Tal cual.
El retiro en la oscuridad es una práctica que tiene la meditación como eje principal. La diferencia con las demás es que en esta no hay un ápice de luz durante días o incluso semanas. Su origen lo ubicamos en India, China y el Tibet. Es precisamente en esta última región en la cual se avanzó dicha técnica en los linajes Dzogchen y Kalachakra del budismo tibetano y Bön.
Desde un punto de vista neuroendocrino todavía no se han descubierto beneficios como tal. Sin embargo, no se descartan hallazgos en el ámbito psicológico. Así lo corrobora el doctor Marek Malůš -psicólogo de la Universidad de Ostrava, República Checa- que continúa estudiando las terapias de oscuridad desde 2010 y califica dicha técnica como “prometedora”, ya que encuentras respuestas y equilibrio en tu persona y no en los demás.
Esto es importante y es el principal motivo que pesó en la balanza de Rodgers para decantarse por esta práctica. “Yo no buscaba en nadie la respuesta, sabía que estaba en mi interior y el retiro en la oscuridad me ayudó”, comentó el propio jugador en el podcast de Aubrey Marcus tras finalizarlo. Como precedentes, el jugador conocía a un amigo suyo que lo había hecho y en el terreno deportivo, sólo se registraba el caso de Colin O’Brady -atleta de resistencia que ha escalado dos veces el Everest y cruzado en solitario la Antártida-. Para llegar al final, antes Rodgers tuvo que ponerse manos a la obra e iniciar el proceso hacia el retiro. Si usted también está interesado, coja papel y boli:
Existen varias agencias especializadas en este tipo de terapias. El quarterback de los Packers escogió Sky Cave Retreats, gestionada por Scott Berman junto a su mujer Jill. La cabaña -al más puro estilo hobbit- en la que Rodgers se establecería durante su retiro se sitúa en Ashland, ciudad perteneciente al condado de Jackson al sur del estado de Oregón (noroeste de los Estados Unidos). Enterrada en la nieve y con temperaturas muy por debajo de los 0ºC, está compuesta por una cama matrimonial, un baño y una colchoneta para meditar en el suelo. La habitación está conectada a la corriente por si en algún momento el usuario necesita encender la luz, así como también puede salir a coger aire fresco en caso de sentirse incómodo ante la experiencia.
¿Y la comida? Esto también entra en el pack. Reciben una bandeja con comida dos veces al día a través de un pequeño compartimento en el que incluso pueden conversar si lo desean. Rodgers explica que éstas solían ser grandes ensaladas, ya que era lo más sencillo para intuir lo que estaba comiendo a oscuras. El ’12’ comenta que esto no fue gran impedimento para continuar con el retiro, pero sí lo pasaba peor cuando perdía el sentido de la orientación. Hacía sus necesidades y al incorporarse se tropezaba con la bañera pensando que ahí estaría la colchoneta para meditar. Fue en el tercer día cuando algunas inseguridades junto al aburrimiento y el arrepentimiento abordaron al californiano, pero no detuvieron su aventura. 24 horas más tarde, un rayo de sol impactó de lleno sobre su rostro. Su retiro había finalizado. Rodgers reconoce que aún no ha tomado una decisión, pero afirma que llegará pronto.
Admite que antes del retiro temía sobre éste, pero que tras él, su mente salió más reforzada que nunca y “por fin llegó la paz”. Sabe que su futuro pasa por seguir haciendo lo que más le gusta: jugar. Pero entonces… ¿para qué le ha servido la oscuridad?
Fácil. Encontró algo que creía haber perdido: su luz.