Demetrice Martin cimentó una gran reputación como gurú de backs defensivos en la PAC 12. Primero con UCLA, luego con Arizona y Colorado, hasta su arribo a Oregon, en 2021. De los 15 defensivos que han recibido honores All-Conference bajo su tutela, figura Christian Gonzalez, un jugador con raíces colombianas que amenaza con convertirse en el primer cornerback —salvo que Devon Whiterspoon diga lo contrario— en escuchar su nombre en el próximo draft.
Cuando Martin dejó Colorado para unirse al staff de Dan Lanning en Oregon, Gonzalez, quien durante el bachillerato probó suerte como quarterback y receptor abierto, supo que debía perseguir la huella de su mentor para desarrollarse en un programa de futbol americano de mayor prestigio, responsable de haber promovido en la NFL a defensivos de perímetro como Jevon Holland (Miami Dolphins), Deommodore Lenoir (San Fransisco 49ers), Thomas Graham Jr. (Cleveland Browns) y Troy Hill (Los Angeles Rams). En su único año con los Ducks, tras haberse insinuado como un potencial prospecto de élite en los Buffaloes, Gonzalez compiló 51 derribos, 7 pases defendidos y 4 intercepciones, lo que le valió erigirse en uno de los mejores talentos de la nación de cara al sorteo.
El back defensivo con raíces latinas proviene de una gran familia de atletas profesionales. Su padre, oriundo de Cali, la puerta colombiana al Pacífico, jugó baloncesto para la Universidad de Texas en El Paso y se declaró elegible para el draft de la NBA en 1992, donde sería desestimado por las 27 franquicias de la época; mientras que sus tres hermanas, Melissa, Samantha y Lily, han representado a Colombia en distintas pruebas de atletismo. Como curiosidad, Melissa, egresada de la Universidad de Texas y semifinalista en los 400 metros con vallas en los más recientes Juegos Olímpicos de Tokio 2020, está casada con David Blough, tercer quarterback en jerarquía de los Arizona Cardinals.
Existe cierto consenso entre las voces más autorizadas en lenguaje draft respecto a que Christian es uno de los diez mejores prospectos globales disponibles. Posee un físico ideal para un esquinero de élite—1.88 m y 91 kg—, una gran lectura y versatilidad defensiva que le permiten salir a flote en diferentes esquemas y situaciones, una gran capacidad atlética y agresividad para competir en duelos cuerpo a cuerpo y a campo abierto, técnica, velocidad de pies y cadera, cambio de dirección y grandes instintos con balón que le auguran una larga carrera en la NFL, en donde busca unirse al grupo selecto de jugadores de origen colombiano que han podido cruzar el umbral del profesionalismo en la mejor liga del planeta: Jairo Peñaranda, corredor drafteado por los Rams en 1981; Fuad Reveiz, placekicker que jugó para los Dolphins, Chargers y Vikings a finales de los ochenta y principios de los noventa; y Fernando Velasco, un centro que tuvo un rol limitado con los Titans hace más de una década.
Pensando en una hacer una comparativa con algún jugador que haya pasado por la NFL recientemente, hay razones para decir que Christian Gonzalez puede tener, por talento y atributos físicos, el tipo de impacto que tuvo Dominique Rodgers-Cromartie, quien irrumpió con fuerza desde su primer año como nickelback en aquellos Cardinals de Ken Whisenhunt que llegaron al Super Bowl en 2008. De los jugadores actuales, la relación cualitativa más evidente es con Patrick Surtain Jr, de quien el propio Gonzalez admira especialmente su paciencia en la línea de scrimmage y los aspectos más técnicos asociados a la posición.
Ya no es solo que gente como Dane Brugler, el analista de cabecera de The Athletic, pronostique que estamos ante un titular inmediato en la NFL, sino que, en el contexto propicio, podríamos hablar de una estrella de la liga en la posición de cornerback.