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Dólares y yardas: Los Head Coaches en la NFL, ¿están bien o mal pagados? 

Hay quienes piensan que cuando un equipo gana, el crédito es de los jugadores, pero cuando pierde, la culpa es del Head Coach. Tener el cargo de Entrenador en Jefe en la NFL puede llenar a alguien de gloria o hundirlo en la vergüenza, entonces si somos consecuentes, este es un cargo que debería estar muy bien retribuido económicamente. Analizamos el tema entre dólares y yardas.

Primero que nada es necesario mencionar que los contratos de los Head Coches en la NFL no tienen que hacerse públicos, por lo que conocemos algunos sí y otros no, los detalles finos muchas veces no salen a la luz, lo cual nos hace hablar en generalidades y en promedios gruesos para realizar estos análisis.

Entre esto y el hecho de que los contratos otorgados a los coaches no cuentan contra el tope salarial de los equipos y por ello no afecta financieramente a la construcción del roster, el tema rara vez es explorado a detalle.

Ahora es momento de hacer la muy necesaria aclaración de que las cantidades de las que hablaremos superan por mucho lo que la gran mayoría de las personas en el mundo ganan por su trabajo. Cuando usamos términos como “mal pagado”, “muy poco dinero” y otros similares, es con relación al entorno en el que están inmersos. Una vez que tenemos esto establecido, vamos a los números.

Revisemos los extremos del espectro. Entre los contratos conocidos, estos son los Head Coaches mejor pagados en promedio anual:

1. Bill Belichick - New England Patriots - 20 millones
2. Sean Payton - Denver Broncos - 18 millones
3. Pete Carroll - Seattle Seahawks - 15 millones
4. Sean McVay - Los Angeles Rams - 14 millones
5. Mike Tomlin - Pittsburgh Steelers - 12.5 millones
6.A ndy Reid - Kansas City Chiefs - 12 millones
7. John Harbaugh - Baltimore Ravens - 12 millones
8. Kyle Shanahan - San Francisco 49ers - 10 millones
9. Josh McDaniels - Las Vegas Raiders (hasta el 31 de octubre de 2023) - 10 millones
10. Mike Vrabel - Tennessee Titans - 9.5 millones
11. Doug Pederson - Jacksonville Jaguars - 8.5 millones
12. Nick Sirianni - Philadelphia Eagles - 7 millones

En un poco más del primer tercio del total de la lista de 32 nombres vemos un poco de todo. Encabezándola está Bellichick, quien a pesar de sus recientes fallas, podemos señalar como uno de los mejores de la historia, así que no debería haber mucha queja. Por otro lado tenemos coaches de mucha antigüedad en su puesto como Carroll, Harbaugh y Tomlin, pero también aparece Sean Payton, contratado hace apenas unos meses.

Si algo tienen en común buena parte de los que aparecen en el top-12, es que trabajan para equipos de gran valor financiero, con propietarios que aparecen entre los más ricos de la liga, por ejemplo los Kraft en New England, el grupo Walton-Penner en Denver y el grupo Kroenke Sports & Entertainment en Los Angeles. Esto hace que llame la atención que el coach del equipo que año con año encabeza la lista de los equipos más valiosos de la NFL, los Dallas Cowboys, no esté presente.

Esto es una transición perfecta para mencionar a los cinco head coaches peor pagados de la liga con base en promedio anual:

5. Matt LaFleur - Green Bay Packers - 5 millones
4. Robert Saleh - New York Jets - 5 millones
3. Zac Taylor - Cincinnati Bengals - 4.5 millones
2. Mike McCarthy - Dallas Cowboys - 4 millones
1. Kevin Stefanski - Cleveland Browns - 3.5 millones

Equipos con tanto capital para destinar a la posición como son los Cowboys y los Jets tienen al segundo y cuarto Head Coach peor pagado de la liga.

De esta parte baja de la lista destaca también el hecho de que aparecen Taylor y Stefanski, quienes dirigen a Bengals y Browns, dos equipos de la AFC North que coincidentemente tienen a dos de los jugadores, sin importar posición, mejor pagados de la liga en Joe Burrow (el mejor pagado con un promedio de 55 millones de dólares al año) y Deshaun Watson (el séptimo mejor pagado con 46 millones de dólares en promedio al año).

Una vez más, como en todo negocio, se trata de cómo los dueños o administradores, deciden destinar los recursos. Es fácil darnos cuenta de la gran diferencia que existe entre los mejores contratos otorgados a jugadores y los mejores de Head Coaches, sin embargo aquí es donde recordamos que el valor total del contrato muy rara vez es lo que el jugador recibe, por lo que entonces la distancia se acorta.

Comparando uno a uno a los mejor pagados entre jugadores y coaches, podemos decir que Joe Burrow tiene 219 millones garantizados a lo largo de 5 años, lo que da un promedio de 43.8 millones al año, 23.8 millones más que los 20 de Bill Belichick, más del doble.

Joe Burrow, uno de los mejores quarterbacks de la liga en este momento, pero que nadie en su sano juicio consideraría entre los mejores de la historia hoy por hoy, ¿merece más del doble de paga que Bill Belichick, a quien difícilmente podemos sacar de la élite de la historia de la liga?

En el otro extremo tenemos a un alto número de jugadores prestando sus servicios por el sueldo mínimo, el cual es de 750 mil dólares al año, eso comparado con los 3.5 millones de Kevin Stefanski, entonces la balanza aquí se inclina en favor de los coaches.

Sería mucho más ilustrativo meternos a la norma. Entre los 12 coaches mejor pagados listados arriba y los cinco peor pagados, hay otros 15 que, sin poder asegurarlo, podemos asumir que están en algún punto entre los 5 y los 7 millones de dólares al año, si incluimos a LaFleur y Sirianni, entonces hay 17 en este rango de ganancias, por lo que entonces podemos asumir que la mayoría perciben una cantidad por el estilo. Mientras tanto, la ganancia anual promedio de los jugadores ronda los 2.8 millones de dólares. La diferencia una vez más es en favor de los coaches.

Lo que puede resultar problemático es pensar en los extremos, en los mejor o peor pagados, ahí, como ya lo vimos hay una brecha importante entre jugadores y coaches que parece difícil de conciliar, sobre todo cuando pensamos que hay 55 jugadores en la NFL actual que ganan un promedio superior a los 20 millones al año que percibe el Head Coach mejor pagado y conforme vamos bajando en la lista de compensaciones para entrenadores, la lista de jugadores mejor pagados que ellos se hace mucho, pero mucho más grande.

Mucho dependerá del enfoque del análisis para determinar si hay tal cantidad de jugadores que sean más valiosos para su equipo que su Head Coach, especialmente si metemos a la ecuación las responsabilidades y riesgos de cada uno.

Los jugadores, sobre todo los que están en los niveles de paga que superan al entrenador, usualmente son muy identificables por la afición, están seguramente en su segundo contrato como profesionales y tienen la presión de ejecutar en el campo al más alto nivel sin pretextos, todo esto mientras ponen en riesgo su integridad física, teniendo en mente que la carrera promedio de un jugador en la NFL es de tres años y medio, por lo que ya están fuera de la norma en longevidad y van contra reloj para maximizar sus ganancias económicas.

En contraste, la carrera de un coach usualmente es mucho más larga, sobre todo por el tiempo que tardan en llegar a la posición principal, a lo largo del cual ya están cobrando, no a los niveles máximos, pero sí abonando a para sus ganancias vitalicias. En cuanto a sus responsabilidades ellos tienen que lidiar con mucha más gente, son los administradores de la totalidad de los aspectos deportivos del equipo complementados por asesores y asistentes especializado en cada área, desde lo más táctico como puede ser el plan de juego de cada semana, la nutrición y preparación física de los jugadores, la logísitca de viaje del equipo, la relación con la prensa... Ellos también tienen la presión de ejecutar su trabajo al más alto nivel y eso significa que todos hagan el suyo al más alto estándar. Esto termina por ser desgastante de una forma menos aparatosa pero igual de intensa que la de los jugadores.

Cuando un jugador llega a las 5:00 o 6:00 AM a las instalaciones del equipo para entrenar y estudiar el plan de juego, es probable que apenas unas dos o tres horas antes los coaches hayan estado saliendo del lugar rumbo a sus casas para dormir un par de horas y darse un regaderazo antes de comenzar un nuevo día.

Ese aspecto de salud es toda una nueva capa de complicaciones; los coaches viven con estrés, gastritis y otros padecimientos fruto de las desveladas y malpasadas, lo cual en el peor de los casos deriva en enfermedades cardiacas y vasculares. Casos como el de Mike Ditka en 1988, Dan Reeves en 1990, Bill Parcells en 1992, Chuck Pagano en 2012 y Bruce Arians en 2016 son solo algunos ejemplos.

Mientras tanto los jugadores están expuestos de forma mucho más obvia a las lesiones. Basta con revisar que 3 de los 7 jugadores mejor pagados no han jugado, o no jugarán, la temporada completa en 2023: Joe Burrow por lesión en la muñeca, Kyler Murray por lesión en la rodilla y Deshau Watson por lesión en el hombro. Si bajamos un poco más en la lista, encontramos que Daniel Jones y Aaron Rodgers (12 y 13 en la lista de los mejor pagados) tampoco están disponibles para sus equipos.

El equipo corre un riesgo importante al otorgar un gran contrato que, independientemente de si es a un jugador o a un head coach, ya que casos como Jon Gruden con los Raiders, Urban Meyer con los Jaguars, Frank Reich con los Colts (y luego con los Panthers) y Matt Rhule con los Panthers son solo algunos casos recientes de apuestas fallidas.

La diferencia aquí es que en el caso de los contratos de los coaches, en su mayoría los montos totales son garantizados, es por esto el equipo debe acudir a mecanismos como el despido por causa y la compensación de un tercero.

El despido por causa consiste en comprobar que este fue atribuible a un hecho específico imputable al empleado, lo cual exime al equipo de pagar el resto del contrato. Esto implica arbitrajes y abogados, pero en ocasiones vale la pena, por ejemplo en el caso de Meyer, que Shad Khan, propietario de los Jaguars, llevó a los tribunales.

La compensación de un tercero (conocida también como offset), implica que si el coach es despedido antes del término de su contrato éste deberá buscar otro empleo de forma activa y en caso de conseguirlo, el anterior empleador solo pagará la diferencia con respecto a su nuevo empleo. Este es el caso de Matt Rhule, quien fue despedido a la mitad de su contrato de 8.8 millones al año y en seguida se contrató con la Universidad de Nebraska, donde el primer año ganaría 5.5 millones, dejando que los Panthers le pagaran los 3.3 de diferencia y en adelante ganaría 9.8 millones, lo que libra al equipo de Carolina de pagarle un centavo más.

Para cerrar vale la pena mencionar que solo hay 32 posiciones de Head Coach, por lo que son muy codiciadas. Es por eso que cuando existe la idea de que una vacante “no es muy atractiva” hay que poner esa aseveración en duda, ya que prácticamente cualquiera que dedique su vida profesional a coachear football querría ser Head Coach en la NFL, por lo que una oportunidad así, sin importar el equipo y las circunstancias, es atractiva.

Claro que hay situaciones mejores que otras, pero si combinamos la clase de currículum que da el dirigir a un equipo profesional, la paga que se recibe y el potencial de éxito que tiene una posición así, los beneficios son mucho mayores que los perjuicios.

En términos generales, un Head Coach en la NFL gana poco en comparación a un jugador estrella, pero comparado con el grueso de los jugadores de la liga, podemos decir que su compensación no es tan distante.

*Datos de Statista, Sportico y Over the Cap.