La NFL es una competición cíclica. Las tendencias cambian, se adaptan y acaban volviendo. Hace algo más de una década las defensas single high, comandadas por la mítica Legion of Boom de Pete Carroll, marcaban la pauta y eso provocó un renacimiento de los ataques, en las que el árbol Shanahan(padre)-Kubiak que desembocó en el Shanahan(hijo)-McVay, comandaron un florecimiento ofensivo que en el último lustro ha mantenido a los ataques por delante de las defensas. Los puntos por partido subieron y las defensas no encontraban respuestas para ataques explosivos hasta que una nueva ola defensiva, la de la filosofía Vic Fangio, encontró el antídoto para el festival de anotaciones, basada en protecciones más conservadoras, con dos safeties profundos y una red de seguridad en la secundaria que evitara jugadas de gran yardaje. Y ahora que, curiosamente, comienza a notarse una iteración y la manera de defender de Spagnoulo y, especialmente Mike McDonald, crean tendencia –donde lo que hacen las defensas se esconde pre snap, rota post snap y complica la vida a los Quarterbacks–, está quedando demostrado que el paradigma ha cambiado y ahora las que dictan lo que sucede son las unidades defensivas y, por primera vez, en muchos años, el juego de carrera empieza a ser más eficiente que el pase. El dato es demoledor:
Touchdowns de pase en las dos primeras jornadas de la temporada: En 2019 se anotaron 105, en 2020 110, exactamente los mismos que se anotaron en 2021, en 2022 se anotaron 105 y ahí llega el precipicio; en 2023 se anotaron 86 y esta temporada tan solo 69. Las defensas han encontrado la manera de echar el cerrojo.
Los New Orleans Saints rompen la banca a base de puntos
En este contexto, los Saints han encontrado la fórmula para pasar de los 40 puntos anotados en sus dos primeros partidos de esta temporada (47 ante los Panthers y 44 en Dallas) y los han conseguido desembarazándose de las ideas que desde 2006 hasta la pasada temporada habían instaurado Sean Payton y Pete Carmichael. Un sistema que durante muchísimo tiempo fue muy exitoso y fue capaz de evolucionar pero que últimamente se había quedado estancado y algo obsoleto. La llegada de Klint Kubiak como coordinador ofensivo ha supuesto un soplo de aire fresco, ha revolucionado un ataque que la pasada temporada tuvo un aspecto estático y previsible y le ha dado un aire mucho más dinámico y versátil.
En datos, el uso de las motions pre snap han pasado del 14% en 2023 (que supuso el 26º de la NFL) a un 41% en estas dos primeras jornadas (5º de la NFL); en cuanto a Play Action, los Saints han pasado de usarlo en el 13% de los dropbacks (el equipo que menos lo usaba de toda la liga la pasada temporada) a un 51% (el que más lo usa de toda la NFL) y por último, el rollouts diseñados para que el QB salga del pocket, el año pasado Nueva Orleans los usaba un 4% (el que menos de la liga) a un 16% (el 1º que más los utiliza de toda la NFL).
Es decir, su ataque ha cambiado lo estático por lo dinámico, protege a una liga vulnerable con el Play Action y saca las mejores virtudes de su QB Derek Carr, en lugar de que Carr tenga que ser el que se adapte a un sistema ya establecido. Otra de las claves de la mejora de esta ofensiva está en el uso del juego terrestre en downs tempranos. Los Saints son uno de los equipos que más corre en primer y segundo down, y lo que es más importante, el que más eficiencia encuentra en esas carreras. Con todo, Kamara vuelve a ser un jugador decisivo, Carr está más cómodo y es mucho más agresivo a la hora de empujar el balón al downfield y el resultado es un festival de puntos que tiene a los Saints por encima de los 40 mientras al resto de la liga les cuesta poner puntos en el marcador.
Los Vikings encuentran una identidad que funciona
Otro cuerpo técnico que merece muchas alabanzas es el de los Minnesota Vikings, que tanto en ataque como en defensa están sacado el máximo de las piezas con las que cuentan. Kevin O’Connell está sacando la mejor versión de un Sam Darnold que nunca había conseguido caer en un entorno que le fuera favorable y por primera vez parece un QB titular funcional en la NFL. Su capacidad para disparar y encontrar big plays, como el touchdowns de 97 yardas que conecta para Justin Jefferson el pasado domingo, está encontrando un complemento en un juego variado para el que o’Connell le ofrece respuestas sencillas al examen que le plantean las defensas, y aunque todavía sigue rifando el balón más veces de las que son deseables, podemos decir confortablemente que por el momento estamos ante la mejor mejor versión de Sam Darnold.
Pero eso no es todo, de hecho, el gran protagonista de la victoria ante los 49ers fue Brian Flores, que parece conocer la manera de complicar la vida a Brock Purdy y el ataque de San Francisco. La manera fue enviar todo el calor posible al QB de los 49ers, la defensa de los Vikings envió blitz en 20 de los 44 dropbacks de Purdy (45,5%), consiguieron 13 presiones al QB y un total de 6 sacks (el máximo que Purdy ha encajado en su carrera). La manera de hacerlo fue imaginativa e imprescindible, con stunts, rotaciones que pasaban de enseñar cover 0 y caer a cover 2 y muchas otras fórmulas que confundieron y retrasaron más de la cuenta a un Purdy inerme ante la presión –en cambio no estuvo nada mal cuando no le mandaban blitz–.
Ante este problema y también los que los 49ers encontraron en la Red Zone, se echó mucho de menos a Christian McCaffrey y no por su faceta terrestre, en la que Jordan Mason está cumpliendo de sobra, sino que por su presencia las defensas deben estar mucho más pendientes de su uso como receptor desde el backfield cuando llega el blitz. Purdy siempre podía recurrir a las rutas de su RB, que normalmente tiene libertad para decidir y siempre ofrece un target que libera a Purdy de la presión. Eso no estuvo disponible el pasado domingo en Minneapolis.
Los Bucs se ganan el respeto y la atención que no tuvieron antes del inicio de temporada
Una de las mejores noticias del arranque de esta campaña es el nivel que están mostrando los Tampa Bay Buccaneers. Y quizá no debería sorprendernos tanto, los Bucs el año pasado ganaron su división y avanzaron una ronda en Playoffs, poniendo muchos problemas a los Lions en la ronda divisional. De hecho, en esta segunda semana de esta temporada, no fueron solo problemas sino que se llevaron el partido en Detroit.
La manera de hacerlo es sencilla de explicar. Baker Mayfield está jugando al mejor nivel de su carrera, Liam Coen, el nuevo coordinador ofensivo (otro miembro de esa fábrica de entrenadores que parece haber montado Sean McVay en Los Ángeles) está potenciando todas las virtudes de un Mayfield que disfruta en el Play Action y no teme tirar de primeras y ser valiente cuando las jugadas se rompen.
Pero en esta ocasión fue la defensa de los Bucs la que realmente marcó la diferencia. Todd Bowles afrontaba importantes bajas, principalmente en la secundaria y también en la línea defensiva. Y supo hacer de la necesidad virtud. A base de presiones simuladas, creepers, presiones retartadas… consiguió hacer sentir la presión a Jared Goff y a la vez proteger la parte trasera sin necesidad de enviar jugadores extra a por Goff.
Los Bengals caen al 0-2 pero perfectamente pueden clasificarse para Playoffs
Perdieron el partido pero la imagen de los Bengals fue muchísimo mejor de la que mostró en la primera jornada. Principalmente porque Joe Burrow volvió a ser capaz de atacar en los tres niveles –algo que les costó mucho en la primera jornada, con solo tres pases de más de 10 yardas y sólo uno completado–, no se quedó estancado en el shotgun, recurrió más al juego bajo center y encontró soluciones, principalmente en sus TEs, cuando JaMarr Chase estuvo bien vigilado (que fue casi todo el partido). Con formaciones pesadas, condensadas, en la que protegieron bien a Burrow y Gesiki se convirtió en el principal receptor de los pases de sus QB, los Bengals encontraron el ritmo y ahora les falta ser más efectivos en la Red Zone (el juego de carrera no termina de ser una amenaza creíble).
El ataque de Cincinnati ha vuelto a la vida en Arrowhead y la defensa de Lou Anarumo siempre encuentra maneras de complicar a Mahomes en el juego aéreo (de hecho, es el segundo peor partido de la carrera del QB de los Chiefs en cuanto a yardas de pase) pero tienen un agujero contra la carrera, sobre todo por en centro.
De cualquiera manera, a pesar de las dos derrotas en los dos primeros partidos, los Bengals demostraron que pueden tener lo necesario para prosperar y acabar siendo un equipo potente en la Conferencia Americana. Seguro que cuando vuelva Tee Higgins conseguirán complicar mucho más a las defensas rivales; al final tener dos amenazas por fuera de los números condiciona mucho y para Burrow, en situaciones de necesidad, tener a Higgins para colgar balones es un recurso muy socorrido. Además, sin él, la vigilancia a Chase puede ser mucho mayor, aunque hay que decir que en este partido bastó con un Trent McDuffie absolutamente imperial para borrar a JaMarr Chase. McDuffie jugó 41 snaps en cobertura y sólo permitió una recepción para 4 yardas. Concretamente contra Chase, McDuffie estuvo alineado contra él en 17 de sus 38 rutas, permitiendo esa única recepción para 4 pírricas yardas, ganándole por completo la batalla y llegando a sacarle completamente de quicio.
El equipo Decepción: Los Baltimore Ravens
Los Baltimore Ravens acumulan un defecto durante las últimas temporadas que se ha convertido en una losa: les cuesta mucho cerrar los partidos. De hecho son, con diferencia, el equipo que más partidos ha perdido cuando ganaba en el último cuarto por siete o más puntos. Un total de 10 derrotas en los últimos cuatro años –cuando el siguiente en esa clasificación solo suma seis–.
La mayoría de los problemas de estos Ravens empiezan por su OL. No está siendo capaz de contener la presión, no está siendo diferencial a la hora de catalizar el juego de carrera; provocan que Lamar Jackson esté incómodo en el pocket y colaboran en que, de momento, Derrick Henry no sea un factor. En el primer partido abandonaron rápido el recurso de la carrera con Henry porque no funcionaba, este domingo insistieron hasta en 18 acarreos para el veterano RB y solo 6 de ellos fueron exitosos.
Maxx Crosby y Wilkins afectaron a esa línea durante todo el partido, cortaron el ritmo y provocaron errores que a la postre dieron la oportunidad de ganar a unos oportunistas Raiders, que con Davante Adams y Brock Bowers a la cabeza, no perdonaron. Todo el mérito para el equipo de Las Vegas, que desde la defensa supo ganar el partido, pero sin duda hay que esperar mucho más de unos Baltimore Ravens cuya voluntad es ganar el anillo. Después de dos primeras jornadas no del todo inspiradoras, no temo por su futuro en la Americana y por supuesto los veo en Playoffs, lo que de momento baja para mí es su techo, porque van a necesitar resolver unos cuantos problemas si de verdad pretenden aspirar al anillo.
Equipo Revelación: Arizona Cardinals
Da gusto ver atacar a estos Cardinals. Sin duda Marvin Harrison jr. era la pieza que faltaba, la piedra angular que da sentido a todo lo demás, un WR1 que ejerza como referencia, al que acudir en momento complicados, que se lleva la atención de las defensas y vertebra todo lo demás. Sin él, este ataque parecía huérfano de algo; sí, la carrera era efectiva con Conner y McBride es un recurso muy efectivo. Kyler Murray, podía tirar de piernas cuando se rompía una jugada, por supuesto. Pero le seguía faltando algo de sentido a la muy buena construcción de Drew Petzing. Y ese algo era Harrison jr. Ya vimos un aviso en la primera jornada en Buffalo y este pasado domingo disfrutamos de verlo brillar en todo su esplendor.
Esta fórmula saca lo mejor de Kyler Murray, que si en algo es verdadera élite de la NFL es en las jugadas fuera de estructura. Su capacidad atlética tirando de sus piernas debe complementarse con el uso del cañón que tiene en el brazo… y vaya si lo hizo este pasado domingo: 5 de 5 en pases de más de 20 yardas, 7 de 9 en pases de más de 10 yardas, 192 yardas y 3 touchdowns. Eso y alguna que otra jugada espectacular tirando de su alta capacidad para la elusividad.
Los Cardinals convencieron, pero enfrente queda un equipo completamente devastado por las lesiones. Los Rams tienen ahora mismo a Puka Nacua en Injury Reserve, a Cooper Kupp fuera indefinidamente, a Tyler Higbee en PUP, a los hombres de línea ofensiva Joe Noteboom, KT Leveston, Conor McDermott y Steve Avila todos en Injury Reserve y en defensa al CB Darious Williams, el Safety John Johnson y el Defensive Larrell Murchinson, todos en Injury Reverse también. Un mes como mínimo sin poder contar con ninguno de estos jugadores y en algunos casos posiblemente más tiempo. La temporada de los Rams está completamente en jaque por la plaga de lesiones.
MVP de la Jornada: Alvin Kamara
Un total de 180 yardas desde scrimmage, repartidas en 20 carreras para 115 yardas terrestres y otras 65 de recepción; con la guinda de 4 touchdowns, dos de carrera y dos de recepción. Como para no darle el MVP… Ha vuelto la mejor versión de Alvin Kamara, que consiguió que el 60% de sus carreras contra los Cowboys fueran exitosas, consiguiendo cuatro carreras de más de diez yardas, todas ellas atacando el exterior de la línea hacia la izquierda.
Jugador Defensivo de la Jornada: Aidan Hutchinson y Maxx Crosby
No puedo elegir. Ambos tuvieron un día monstruoso. Hutchinson se fue hasta los 4.5 sacks y no es solo el número sino la manera de conseguirlos, superando al Tackle derecho de Tampa una y otra vez por pura velocidad, atacando el Edge por fuera, doblándose y dejándolo completamente sentado.
Por parte de Mad Maxx la cosa no fue menos impresionante. Crosby jugó todos y cada uno de los snaps defensivos del partido, no descansó ni una vez y afectó el juego ofensivo de Baltimore tanto en lo aéreo como en lo terrestre. Se alineó por fuera, por dentro, sumó dos sacks, cuatro placajes para pérdida de yardas y otros tantos golpes al QB. Una fuerza incontenible.
Rookie de la Jornada: Marvin Harrison jr.
En una semana en la que Malik Nabers podría perfectamente habérselo llevado también, siendo casi la única arma verdaderamente diferencial para los Giants, creo que es de justicia dárselo a un Harrison que, para cuando nos estábamos dando cuenta de que el partido ya había empezado, ya sumaba dos touchdowns. Antes ya he explicado lo que este jugador supone para el ataque de Arizona y en este partido lo demuestra con una actuación imponente: 4 recepciones para 130 yardas y 2 TDs.
El Renacido: JK Dobbins
El año pasado decían en Baltimore que era incapaz de subir escaleras de lo cojo que estaba y esta temporada arranca con dos actuaciones explosivas, superando en ambas las 130 yardas y anotando touchdowns en sendos partidos. Dobbins demuestra de lo que es capaz cuando está sano y el resto disfrutamos de que haya recuperado la salud y a la vez el nivel que le trajo a la NFL. Además, es un encaje perfecto para el sistema ofensivo de Greg Roman, un sistema que conoce a la perfección y al que le está sacando chispas. Ojalá no vuelva a hacerse daño y podamos disfrutar de un RB capaz de ser realmente explosivo, como demuestran sus casi 8 yardas por acarreo en el último partido.
Esto, en unos Chargers que no comenzaban la temporada 2-0 desde el año 2012, Jim Harbaugh está imprimiendo su sello desde el primer día en la franquicia angelina.
Entrenador de la Jornada: Matt LaFleur
Esto sí que es hacer de la necesidad virtud. Se lesiona tu QB titular, Jordan Love, al que le has dado un contrato récord y sobre el que has construído todo tu ataque. Tienes que poner a jugar a Malik Willis, que apenas lleva un par de semanas en Green Bay y que no ha terminado de demostrar que sea muy fiable. ¿Y qué haces? Correr con el balón hasta el infinito y más allá. No es fácil ganar un partido con un QB en la NFL y menos con uno que nunca había conseguido un pase de touchdown en la liga y lleva pocos días en el edificio. LaFleur le protegió, corrió con el balón hasta en 53 ocasiones para 261 yardas, dando una lección de conocimiento de su personal, al que puso en posición de sacar lo mejor de cada uno y por muy previsible que pareciera la propuesta, la manera de ejecutarla tuvo a la defensa de los Colts, especialmente a sus LBs, persiguiendo sombras durante toda la primera mitad. Cuando fue al aire con Willis fue siempre con todas las garantías y seguridad de ponérselo fácil, provocando que completara 12 de los 14 pases que intentó y un touchdown.
Mezclando formaciones y diferentes tipos de esquemas de carrera consiguió la tercera mejor marca de carrera en la primera mitad desde el año 2.000, ¡y eso que sabían que iban a correr! Cambiando la manera de alinearse con el recurso de la motions, los Packers lograron adelantarse a las propuestas defensivas de los Colts y a los 32 acarreos de Jacobs sumaron otros RBs y también receptores para ser lo más imprevisibles que les dejara la situación, hasta Willis fue capaz de sumar 34 yardas terrestres. Todo gracias a una masterclass de Matt LaFleur, que no podemos olvidar que tiene un impresionante récord de victorias desde que es entrenador de los Packers y al que hay que empezar a considerar una de las principales mentes ofensivas de la NFL.
Tocando fondo: Bryce Young
Se acabó la paciencia con el que fuera número uno del Draft de 2023 y por el que los Panthers dieron a los Bears dos primeras rondas (que resultaron en Caleb Williams y Darnell Wright), una segunda (que se tradujo en Tyrique Stevenson), una segunda de 2025 y a DJ Moore. Un botín tremendo para Chicago, que para Carolina ha acabado en un QB disfuncional, incapaz de ver el campo y está demostrando no estar equipado para jugar en la NFL. La excusa de la protección este año no vale, la OL de los Panthers, que la pasada temporada fue una de las peores, ha empezado 2024 como la quinta mejor y en este segundo partido apenas permitió 4 presiones al QB en los 29 dropbacks de Young.
Los números de Bryce Young son dignos de JaMarcus Russell, con lo que está todo dicho. Dave Canales ha perdido la paciencia y ha tenido la personalidad suficiente para, al segundo partido, darse cuenta que por mucha apuesta que fuera el jugador, no estaba dando el nivel y lo ha mandado al banquillo en detrimento del veterano Andy Dalton. Veremos si este es el final de Bryce Young como QB titular de la NFL o si vuelve a tener una oportunidad y cuándo la tiene. Por supuesto que para los QB jóvenes el contexto lo es todo, pero este jugador no ha dado el más mínimo atisbo de poder confiar en él a largo plazo y de momento se queda como backup, un backup que ha salido carísimo para Carolina.
Los Eagles regalan la victoria a unos mejorados Falcons
Los Atlanta Falcons no conseguían un touchdown ganador en los últimos 2 minutos de partido desde el año 2016. Ha tenido que llegar un limitado en sus movimientos, pero mucho más efectivo, Kirk Cousins para conseguirlo. Hay que subrayar que Cousins sigue limitado por su físico, se ve en su movimiento dentro del pocket y sobre todo al lanzar (evita poner peso sobre su pierna derecha), pero sin duda protagonizó un salto de calidad en este Monday Night Football respecto a la Semana 1. Esto es así, primero, porque fue mucho mejor protegido, los Falcons evitaron que los rushers de los Eagles apenas tocaran a su QB y le dotaron de un juego de carrera muy sólido –especialmente con un gran Bijan Robinson–. Los Falcons corrían prácticamente cada vez que Jordan Davis no estaba en el campo y lo hacían bien.
Aunque lo que de verdad marcó la diferencia fue el extraordinario drive final de los Falcons que valió la victoria. Cousins, al que le había estado costando pasar en profundo, soltó el brazo y ofreció todo tipo de soluciones. Así, Atlanta se llevó un partido que los Eagles parecían tener completamente controlado, en el que se quedaron a un primer down de cerrar la victoria y a una recepción que se le escapa entre las manos a Saquon Barkley. Según Next Gen Stats, Atlanta tenía un 0,7% de probabilidad de ganar el partido a 1:56 del final. Y lo acabaron ganando.
Pero sería muy injusto culpar a Barkley de la derrota, una vez más fue el mejor jugador de los Eagles, con 116 yardas totales desde scrimmage y dando un salto de calidad al juego de carrera de Philadelphia. Una vez más me quedo con la sensación de que tienen que darle incluso más balones a la mano. Y eso que Hurts estuvo mucho más acertado en el juego de carrera y marcando las diferencias. En el de pase todavía con altibajos, mezcló buenas acciones con alguna que otra mala decisión y ejecución. La manera de atacar el pass rush por parte de los Falcons parecía invitar a Hurts al rollout a la derecha, donde no está encontrando soluciones vía aérea. Y aunque bien es cierto que mejoró, cuando tuvo en sus manos el drive decisivo con más de 30 segundos y dos tiempos muertos (y necesitando solo llegar a Field Goal range), el resultado fue una intercepción y una inesperada derrota para los Eagles en casa.