Aaron Donald ha sido seleccionado para su noveno Pro Bowl consecutivo, pero eso ya lo veíamos venir. Hablemos ahora de cinco lecciones que nos ha dejado la décimo quinta semana de actividad en la NFL.
Empezó ante los Raiders, ¿terminó ante ellos?
Bill Belichick es el head coach de los Patriots desde la temporada de 2000, pero fueron los playoffs de 2001, en especial la icónica victoria sobre los Raiders con el incidente de la Tuck Rule, lo que comenzó la dinastía de New England. Y si bien han pasado ya casi cuatro años del último título de la franquicia, quizá lo que pasó el domingo en Las Vegas sea el símbolo del final de la Patriot Way.
A estas alturas no hay aficionado de la NFL que no haya visto la increíble manera en que los Pats perdieron el partido. Pero la sensación de vacío que deja la derrota a sus aficionados va mucho más allá: de algún modo, este juego fue la culminación de un declive pronunciado.
En 2020 New England no alcanzó los playoffs, pero al ser la primera temporada sin Tom Brady y con un roster fuertemente mermado por la pandemia terminar con 7-9 se vio como un éxito producto del genio de Belichick. En 2021 los Patriots fueron destrozados por los Bills en la ronda de comodines, sin siquiera poder hacerles despejar una vez, pero llegar tan lejos con un quarterback novato se vio también como algo positivo.
La temporada 2022, en cambio, ha sido tremendamente decepcionante. La ofensiva dio un enorme paso atrás con la marcha de Josh McDaniels y nadie entiende aún qué pretendía el Monje al instalar a Matt Patricia y Joe Judge, quienes simplemente no han estado a la altura, haciéndose cada vez más evidente la frustración de Mac Jones.
Si bien Belichick mantiene su brillantez defensiva, sus malas decisiones al elegir a los responsables de la ofensiva y los equipos especiales han convertido a esta versión de los Patriots en un equipo mal dirigido. Errores constantes y faltas de concentración en todas sus líneas, selecciones de jugadas muy cuestionables y, en casos extremos como bien señala Rafa Catanovski, una comedia de enredos al llegar a la zona roja rival.
Parece blasfemo sugerirlo, pero buena parte de la afición de New England piensa que es tiempo de un cambio en la dirección del equipo. Hay fuertes rumores de que Bill O’Brien podría volver en 2023 como coordinador ofensivo, pero tras el derrumbe del domingo y la muy probable eliminación este año, ya no suena imposible que Robert Kraft se plantee que Bill Belichick dé un paso al costado.
Jeff Saturday, un experimento fallido
Nadie entendió la contratación del ex centro de los Colts como entrenador interino del equipo luego del despido de Frank Reich en la semana 9. Ser una leyenda de la franquicia era a todas luces un CV insuficiente para alguien que nunca había sido coach en la NFL ni en el futbol americano universitario.
Pero el dueño Jim Irsay le dio la confianza por ser un “líder de hombres” y por breves instantes parecía que la apuesta podía resultar al menos adecuada tras vencer a los Raiders en su debut. Le siguió una muy digna derrota ante los Eagles, pero las grietas en la débil armadura de Saturday empezaron a notarse con su mal manejo de partido en el tropiezo frente a los Steelers.
Los dos últimos partidos de Indianapolis han terminado por deshacer toda ilusión de que el interinato puede dar paso a una contratación definitiva. En la semana 13 su equipo permitió 33 puntos en el último cuarto para caer 19-54 ante los Cowboys y de algún modo logró “superarse” el sábado pasado, dejando ir una ventaja de 33-0 al medio tiempo para caer 36-39 con los Vikings, la mayor remontada de la historia de la NFL.
Los Texans perdieron, pero…
Claro, que Houston pierda un partido no es noticia. Son ya nueve derrotas al hilo tras su única victoria de la temporada y con su registro de 1-12-1 tienen casi seguro el primer pick del draft de 2023, pero no todo ha sido malo este año para ellos.
Los Texans no ganan, pero tampoco son arrasados. Compiten por encima de las posibilidades de su roster y, mientras la semana pasada dejaron ir al final el triunfo ante los Cowboys, aun más notable fue llevar a los Chiefs hasta el tiempo extra el domingo pasado.
En el siguiente draft Houston seguramente elegirá un QB en el pick #1, con Bryce Young (Alabama), C.J. Strout (Ohio State) y Will Levis (Kentucky) como principales prospectos. Si aciertan en su elección, además de la de los Browns que les pertenece y probablemente estará en el top 15, una ofensiva que ya encontró a su corredor estrella con Dameon Pierce y con un prometedor receptor en Nico Collins podría volverse muy peligrosa en corto tiempo.
La NFC Sur, la invitada incómoda del año
Quien quiera que resulte campeón de esta división revivirá el debate sobre la conveniencia de no solo dar un boleto a la postemporada sino también un partido como local a un equipo que termina con marca perdedora.
Panthers, Saints y Falcons ya no pueden tener un récord positivo este año al tener todos 5-9 faltando tres partidos. Los Buccaneers teóricamente aún lo tienen al alcance, pero su registro de 6-8 y lo que han sufrido para conseguir algunas de esas victorias hacen difícil pensar que barrerán a sus tres rivales restantes.
Por supuesto, el factor Tom Brady mantiene a Tampa Bay como gran favorito para llevarse el título divisional, así sea con un promedio por debajo de .500… y quizá eso sea el último logro que le queda por desbloquear en una carrera que a estas alturas solo parece igualable en una partida de Madden.
¿Mantendrá Mike Tomlin su racha?
El entrenador en jefe de los Steelers nunca ha tenido una marca perdedora y su equipo ganó la primera de cuatro “finales” para salvar ese récord al imponerse a los Panthers.
Los desafíos restantes para evitar la novena derrota: en casa ante Raiders el 24, visita a los Ravens en Año Nuevo y cierre en casa ante los Browns. No parece imposible…