#1. Aaron Rodgers y su futuro….
Green Bay está cerca de quedar fuera de la postemporada después de la derrota el domingo por la noche contra Philadelphia. La División se ve muy lejos con uno de los mejores equipos de la NFC, Vikings, y la lucha por el Wild Card se complicó porque dependerá de otros resultados y que ellos ganen sus partidos; es decir, están en sentido de urgencia y sin margen de error, combinación poco alentadora. Por otro lado, Aaron Rodgers no terminó el partido por una lesión en las costillas, además de la molestia que presenta en el pulgar de la mano derecha. El encuentro lo terminó Jordan Love, quien mostró buenas cosas y logró mantener en la pelea al equipo. La situación no es fácil en Green Bay porque Rodgers ha mencionado que en caso de estar bien jugaría contra Chicago y sabemos que la última decisión no es de Matt LaFleur sino del propio Rodgers. LaFleur tiene la decisión más importante en sus años como entrenador de los Packers, hacerle frente a Rodgers, mandarlo a la banca y poner a Love. El cambio no tiene nada que ver con el nivel de juego, que dicho sea de paso, Rodgers no está jugando al nivel que nos había mostrado en años anteriores, pero los problemas del equipo son varios y no solo el desempeño de Rodgers. La decisión pasa por la salud de Rodgers, quien no está al 100 por ciento. Es mejor tener a un jugador sano, joven y con mayor movilidad, que un veterano lesionado y no con la mejor actitud hacia sus compañeros. Al final, Green Bay tendrá oportunidad de ganar partidos no por quién esté en la posición de quarterback sino por lo que hagan sus corredores: Aaron Jones y A.J. Dillon. En otros años, siempre me hubiera quedado con Rodgers, porque lo hemos visto, aún con lesiones, ser la diferencia en un partido, pero hoy en día ya no lo es. Creo que el cambio se debería de dar, poner a Love para también descubrir que puede entregar y saber si es la respuesta a futuro, porque no ha tenido oportunidad o la continuidad para demostrarlo. No creo que se dé ese movimiento, porque LaFleur no tiene la personalidad para mandar a Rodgers a la banca; de hacerlo, se acabaría la era de Aaron Rodgers en Green Bay.
#2. Lamar Jackson pierde la cabeza y Ravens otra ventaja
La historia de la temporada para los Ravens en este 2022 ha sido la cantidad de partidos que han perdido en el último cuarto cuando tienen ventaja en el marcador. Este domingo no fue la excepción y dejaron escapar una diferencia a su favor de nueve puntos para perder contra Jacksonville, que nunca había ganado un partido en el que iba abajo por +7 puntos en el último minuto, tenía marca de 0-183 en la historia de la franquicia. Baltimore dejó escapar por tercera ocasión un partido donde tenía, al menos, doble dígito en el marcador para el inicio del último cuarto, con lo que empata la mayor cantidad de ocasiones para un equipo en una temporada de NFL. Al final del encuentro, ya fuera del campo y en la arena de las redes sociales, Lamar Jackson perdió la cabeza y le contestó a un usuario, quien lo criticó por su actuación y que sí así quería una extensión de contrato. Jackson respondió a ese tweet con un lenguaje sumamente grotesco y grosero, perdió toda compostura y se fue a un terreno donde no le conviene a nadie. Las redes sociales son un lugar donde pocos salen bien librados. El punto es que es Lamar tiene que hablar en el campo y no lo ha hecho mal en esta temporada. La primera mitad de la campaña dio grandes partidos y las derrotas, así como las victorias son responsabilidad de todo el equipo, pero lo que publicó en sus redes sociales son responsabilidad de él y la forma como se expresó por mucho que haya sido insultado, no es la forma como un equipo quiere que lo haga su quarterback, su líder, su imagen de la franquicia. No olvidemos que Jackson es su propio agente y él puso fin a las pláticas con el equipo una vez que inició la temporada. No fue una buena semana para Ravens y Jackson. Ambos pueden corregir y concentrarse en lo que resta de la temporada porque son equipo de postemporada.
#3. Broncos entre ellos
Es una de las decepciones de este año. Se esperaba mucho más de los Broncos, aunque si revisan en mi redes los picks al inicio de la temporada, no tenía a Denver como un contendiente, de hecho los coloqué en el último lugar de la División, pero nunca me imaginé que fuera a tener una temporada tan mala como la que están teniendo. Sólo tienen una victoria como visitante y esta fue en Londres contra Jacksonville, ahora perdieron contra Carolina, un equipo que no tiene un quarterback definido, que tiene un entrenador interino desde hace semanas y que lucha por evitar tener la primera selección global del siguiente draft. La ofensiva es un desastre, es la peor en puntos en la NFL y eso que dieron mucho por Russell Wilson. Nathaniel Hackett se ha quedado muy corto como entrenador en jefe de NFL y es casi un hecho que no regresará para la siguiente temporada; la verdad es que no lo corren porque sería darle un sueldo para que esté en su casa sin hacer nada, por lo menos que vaya y que lo desquite porque este equipo no tiene remedio para este año. Denver anotó tan solo 10 puntos, tercer juego consecutivo en que no superan los 20 puntos anotados. Todo esto trae frustración en el equipo y la defensiva se cansa de ver a una ofensiva inoperante. Mike Purcell fue claro y directo con Russell Wilson. El lenguaje corporal lo dice todo. Encaró a Wilson y fue más un reclamo que palabras de motivación. Lo peor que le puede pasar a un equipo que no gana y suma siete derrotas en fila es que se fracture. Los Broncos están rotos.
#4. Steelers con esperanza
No estarán en playoffs, pero eso no quiere decir que no hay que hablar de uno de los equipos con la mayor cantidad de seguidores, además no creo que volvamos a hablar de los Steelers en el año, pues su temporada no ha sido del todo buena. Este lunes por la noche sacaron una victoria en Indianápolis y más allá de mencionar lo que no hicieron los Colts, me quiero detener con Pittsburgh para señalar el progreso que le he visto a Kenny Pickett, a quien le llegó muy rápido la titularidad porque los resultados no se daban con Mitch Trubisky, aunque la razón de la falta de victorias no era por el quarterback sino porque los Steelers tienen carencias en varias posiciones. Pickett fue nombrado titular para la Semana 4 y su progresión ha sido sustancial. Lleva tres partidos sin ser interceptado, su porcentaje de pases completos ha mejorado, contra Colts tuvo el 71% de sus pases completos, algo que no se presentaba desde su primer juego como titular, pero en aquel partido contra Jets, le interceptaron tres pases. El novato mostró mejor presencia en la bolsa, buena decisiones para saber en qué momento salir de la bolsa, extender la jugada y correr el balón. No ha tenido pase de anotación en las últimas tres semanas; pero lo más importante, el renglón de las entregas está en blanco. Pickett y los Steelers saben que la única forma de poder competir y ganar es con juego terrestre y defensiva, así es como deberán jugar, no solo lo que resta de la temporada, sino todo el siguiente año. Mientras más protegido (con juego terrestre y defensiva) esté Pickett más efectivo será al lanzar el balón y su crecimiento será más firme. Recordemos como fue el proceso de Ben Roethlisberger. El cambio del colegial a la NFL no es sencillo y más si no se tiene un roster completo.
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