Las redes sociales han dado difusión a muchos comunicadores alejados de los circuitos oficiales. En el football, y más en español, este fenómeno es evidente. A la vista del nivel de abandono y la falta de rigurosidad de los supuestos “referentes del deporte”, han surgido innumerables voces que buscan tratar la competición desde el rigor y el estudio. Las RRSS han democratizado el proceso de comunicación y han puesto en valor algo esencial en el mundo de la divulgación y el entretenimiento: el talento. Ya no se trata de iniciar tu carrera con un máster y continuarla con un proceso degradante de relaciones públicas, se puede llegar mediante tus dotes para transmitir. El público moderno no pide currículums.
Pero en los medios de comunicación actuales existe una maldición que acompaña a muchos nuevos comunicadores: la honestidad. Cuanto más honestos, más desgraciados. Cuanto más profundizas en una disciplina o en un deporte, te das cuenta de lo inestable que son tus propios conocimientos.
Si os sirve mi experiencia personal, todo el tiempo que he dedicado a estudiar el football sólo me ha servido para reconocer mis enormes lagunas. Como comunicador NFL me siento un poco un fraudulento. El rigor y el Síndrome del Impostor se pasean de la mano. Hablo sobre cosas que sé perfectamente que no domino en detalle, me doy cuenta de que se me escapan infinidad de matices y, en no pocas ocasiones, doy saltos al vacío. De todo esto nace una profunda sensación de vergüenza y de no pertenencia. Siendo consciente de todo esto, ¿es realmente lícito que siga escribiendo? No me considero un experto, ni mucho menos un periodista, pero sí soy capaz de reconocer en mucha gente que triunfa el engaño, la falta de formación y la charlatanería. De aquí, amigos, surge la frustración y de la frustración nace el desengaño y del desengaño nace el auto-sabotaje. Supongo que este es un ciclo que afecta a mucha gente que ha logrado un espacio a través de las RRSS.
Pero al final me he dado cuenta de que la figura que más admiro en el mundo de la comunicación es el periodista inseguro, el comunicador que duda, pero que, al menos, no utiliza lenguaje de vendedor de aspiradoras, ni repite los argumentos de su casera. Durante mucho tiempo hemos valorado la presencia, la desenvoltura y la seguridad de nuestros comunicadores, yo cada vez aprecio más la vacilación. Ese es el perfil de comunicador espontáneo que nos han traído las RRSS y que me gustaría celebrar aquí.
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Hay dos lecciones del Bushido que nos dan un pista sobre el problema que aqueja actualmente a los Patriots y Matt Patricia. La primera es la conocida como “Lección de la lluvia fuerte“: Si encontráis una tormenta y os disgusta la lluvia, comenzáis a correr bajo los aleros, pero os mojáis igualmente. En cuanto aceptéis que os mojaréis, no sufriréis por estar mojados. La segunda es aquella que dice: Si morís antes de golpear vuestro objetivo, será una muerte de perro.
Nadie puede negar la preparación de alguien como Matt Patricia. Belichick dijo una vez de él que “probablemente podría construir un avión e incluso pilotarlo”. No sé ganan 3 Super Bowls, ni se juegan otro puñado más siendo una completa estafa. Negar su capacidad y su conocimiento es algo tremendamente injusto. Entre sus méritos está el haber implantado la filosofía defensiva clave del inicio de la segunda dinastía de New England, el famoso “Bend and don´t Break”. Sus principios eran claros: permitir el juego corto, impedir big plays; eliminar los puntos fuertes del contrario; evitar riesgos en aras de un mayor control del juego... A los Patriots de mediados de los años 10 no les importaba doblarse para evitar romperse.
En el football moderno no se pueden entender las tres fases del juego (ataque, defensa y equipos especiales) de forma independiente. Cada fase debe tener en cuenta lo que están haciendo las demás. Si tu ataque es muy explosivo, tu defensa puede permitirse el lujo de ser conservadora y buscar el oportunismo. Si tus equipos especiales fallan, es recomendable asumir más riesgos ofensivos en campo contrario para evitar Field Goals... Todo esto es la base del football complementario. Pero existe una excepción que deriva del estado actual del juego. En la NFL moderna, no se puede ganar con consistencia sin un ataque viable. Hoy en día, el equilibrio Ataque-Defensa-Equipos Especiales bascula claramente hacia las ofensivas.
Y aquí debemos pararnos a reflexionar un poco sobre la dicotomía OC-DC. La tarea del coordinador ofensivo exige siempre un cierto abandono. La tarea del entrenador es mantener ese abandono, ese espíritu de agresión dentro del esquema general del equipo, dentro del juego complementario, pero esa locura debe existir. Defender es destruir, atacar es crear. La destrucción exige análisis de puntos débiles, detectar las áreas del rival más expuestas; es reacción; exige espera, paciencia, trabajo de zapa. El ataque demanda imaginación, abraza el riesgo; es una labor proactiva, creadora, hedonista, que reafirma constantemente su propia identidad. Los coordinadores defensivos son ingenieros de minas, los coordinadores ofensivos son pintores impresionistas. Los primeros estudian donde colocar las cargas explosivas, los segundos dibujan con trazo rápido el viento que acaricia los trigales de la Provenza.
Pero, ¿qué hace Matt Patricia? Injerta los principios que definían su defensa en su ataque y todo se derrumba. No hay nada más estéril que un “Bend and don´t Break” ofensivo. Donde debería haber arrojo, sólo hay cálculo paralizante; donde debería haber abandono, sólo hay contención; donde debería haber acción, sólo hay reacción. Matt Patricia no necesita el freno de Belichick porque él mismo se reprime. Es como ese perro que se pasea ufano con el collar en la boca.
Donde más claro lo veo es en su trabajo de Red Zone. La Red Zone es el campo de verbena de los ataques. Todo el juego intermedio, lleno de cálculo y burocracia, debe florecer aquí. Todos los trucos, toda la magia está destinada a mostrarse en Zona Roja. Aquí, Andy Reid nos muestra sus caramelos para los ojos y sus escaparates engalanados. Pero Patricia sólo piensa en no perder la patada de 3 puntos. Todo ese miedo y ese “overthinking” (otra palabra para la que no tenemos una traducción adecuada) es el yermo en el que se pudren las raíces del ataque de Nueva Inglaterra. Mac Jones es esa flor temprana que protegemos celosos del granizo, pero que termina muriendo por la sombra de nuestras propias manos. ¡Saca esa del ángulo, Benedetti!
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Una de las reglas más llamativas de la Arena Football League es la que permite a uno de los receptores un "head start", un inicio lanzado. En esta extraña forma de "Football Sala" podemos ver en cada partido a un jugador alineado muy lejos de la línea de scrimmage que comienza a correr antes del snap hacia el campo contrario, convirtiéndose en uno de los principales focos de atención de la defensa.
En la NFL esta posibilidad de inicio lanzado está limitada por la norma del Illegal Motion que impide moverse a ningún jugador hacia la línea de scrimmage cuando se produce el snap. Si tenemos un jugador en motion durante el snap debe mantenerse paralelo a la línea.
Pero este año estamos viendo como Shanahan y su discípulo, Mike McDaniel, están encontrando la forma de generar inicios lanzados sin incumplir la norma del Illegal Motion mandando a sus receptores en un wheel release, y, lo que es más importante, están usando esta sencilla idea para afectar las asignaciones de la cobertura. Lo explico en este vídeo.
Esta semana McDaniel usa a Tyreek Hill en motion hacia un wheel release y vuelve a generar los mismos problemas. El defensor responsable del receptor #2 sigue asumiendo erróneamente la wheel route del nuevo receptor #1 y genera que el nuevo #2 este totalmente abierto. Es la clave del TD de Sherfield.
Pero no se trata solamente de la confusión que se genera en la cobertura, sino que, aun cuando la defensa logra ajustar, usar a un receptor del dinamismo de Tyreek Hill con un inicio lanzado lo hace prácticamente indefendible.
Esto es el futuro, compañeros.
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Pases rápidos
- En las producciones de Hollywood los actores famosos suelen ceder las escenas de acción a sus dobles. En el estado de California sólo hay dos excepciones: Tom Cruise y Jimmy G. Ambos suelen partirse la crisma.
- Cuando el Laboratorio Europeo de Física de Partículas Elementales descubra el origen del Universo podremos usar el Gran Colisionador de Hadrones para descubrir qué es un catch. Ya está hecha la reserva.
- Mike White ha demostrado ser el QB más adecuado para dirigir la ofensiva de Jets en 2022. Ahora sólo falta que se ponga un buen nombre artístico.
- Hace unos años me lesioné y mi médico me explicó que gran parte de las lesiones a mi edad son porque “tu musculatura ya no es explosiva, pero tu cuerpo sigue teniendo movimientos explosivos”. Llevo varios años siendo Russell Wilson.
- Nunca nadie ha dado una turra más insufrible que OBJ con sus visitas a los equipos. Nadie. Nunca. Never.
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La ruta de la semana
Justin Jefferson nos muestra que se puede conseguir separación parándose a mitad de ruta y Cousins está excepcional ajustando al nuevo ritmo de la jugada. Un abuso.
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El diseño de la semana
Nunca he visto nada parecido y no sé si incluso es algo premeditado, pero Campbell envía al point man (jugador más adelantado) del bunch en lo que parece un amago de crack block (casi bloquea a su compañero), los defensores compran la carrera y Amon Ra St. Brown entra andando. Novedades Carminha.
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La jugada de la semana
El fumble de Kelce cambia el momento del partido y probablemente cambia el equilibrio de poderes en la entera AFC. Permite a Bengals mantener su racha de cuatro victorias y los acerca al liderato de la AFC Norte con Lamar Jackson lesionado; le da el 1st seed a Bills y limita la lucha por el Wild Card a 3 equipos (Jets, Patriots y Chargers).Tras su inicio titubeante, los Bengals llegan a Diciembre como uno de los equipos más peligrosos de la liga y están ya en clara competencia por el bye en Playoffs.
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Rodilla al suelo
No hay nada más improductivo que un debate fuera de tiempo. Si el fin último de una discusión es llegar a una conclusión válida, una de las cosas más importantes es definir el momento adecuado para sentarse y hablar. Cuando valoramos una estrategia inmediatamente después de ser exitosa solemos incurrir en dos sesgos cognitivos clásicos: el sesgo de supervivencia y el sesgo de actualidad. El primero nos indica que cuando valoramos una estrategia determinada damos más peso a los ejemplos de éxito que a los fracasos. El segundo nos muestra la tendencia a dar más importancia a eventos recientes que a la serie histórica de resultados. O lo que es lo mismo, si la lotería de Navidad toca en el Estanco del Tío Luis, en Reyes habrá colas en el negocio. El éxito y la proximidad en el tiempo nos empujan.
El año pasado se llegaron a imprimir camisetas con la fotografía de Les Snead con su “F* Them Picks”. La opinión del público general era unánime: la estrategia de Rams es la estrategia final. No existía nadie más listo que Snead y McVay. La NFL era un conjunto de dinosaurios que no vería la solución ni aunque se la pasasen por sus narices. Eran Johnny Rotten y Sid Vicious cantándole al resto de la liga su particular “No Future”. Las ruedas de prensa del Draft eran días de vino y rosas. Todos empezaron a probar suerte en el Estanco de Tío Les.
No voy a negar aquí ese entusiasmo, de hecho comparto muchos aspectos de esa estrategia, lo que sí creo es que ahora es mucho mejor momento para valorar la “Punk Explosion” de los Rams 2021.