La poderosa defensa de los 49ers por otra víctima.
Los likes y retweets del lunes pasado se los llevó Deebo Samuel con una de sus clásicas jugadas donde escapa de medio mundo. Y si bien el 19 de 49ers es espectacular y entretiene, lo que espanta de San Francisco es la otra parte, la defensiva. Y en la NFL, regularmente los que generan miedo son los que llegan más lejos. La exhibición vs Rams fue sencillamente dominante por parte de la línea frontal de los 49ers. Pero, ¿cómo llegaron a ese punto? Todo inicia desde la filosofía.
Tras la salida de Robert Saleh en 2021, muchos se preguntaban qué pasaría con la defensa de 49ers y dos años después, esta se ve igual o más dominante. El común denominador es la filosofía de un Coach, pero uno sin reflectores: Kris Kocurek, coach de línea defensiva desde 2019 (año en que llegaron al SB). La filosofía de la que viene Kocurek tiene como principio enseñar tres cosas a sus linieros: rush, crush and chase.
Rush : cada jugada es una presión contra el quarterback. Crush : aplasta al hombre que tienes delante y reduce el espacio de la jugada. Chase : si la jugada está del lado contrario, ve y persigue el balón. Conceptos sencillos pero bien trabajados.
Después de establecer la filosofía hay otras dos claves: frescura y simplicidad. La primera obedece a la rotación. Cuando tienes un abanico de opciones de alto nivel, los puedes rotar de forma que todos se mantengan frescos para ser más eficientes. No sobrecargar a nadie. Del grupo de linieros frontales de Ebukam, Omenihu, Bosa, Armstead, Kinlaw, Givens, Hyder y Jackson, solo dos de ellos juegan más del 50% de las jugadas defensivas, el resto rota, están frescos y cuando son llamados lo hacen a un gran nivel pero para hacerlo necesitan un esquema que les ayude a simplificar tareas, ahí entra la otra clave.
El esquema de DeMeco Ryans (Coordinador Defensivo) es sencillo, no se basa tanto en pensar y determinar, sino más bien es básico: generar presión. Muchos confunden presión con blitz, disparos de todos lados y con muchos jugadores, pero la presión que busca Ryans es la de crear duelos individuales, quiere tener 1 vs 1 en las trincheras porque sabe que tiene un grupo dominante, con más talento y fresco. El tener un monstruo como Nick Bosa te permite ser más creativo: gana su duelo individual o atrae más hombres y libera a alguien más de la rotación de linieros salidos de ese taller de máquinas que ha hecho Kocurek en la Bahía.
Es un grupo divertido de ver porque es agresivo pero también uno que podría ser histórico, han permitido apenas 3.8 yardas por jugada, el promedio más bajo de la liga. Un grupo que ningún quarterback rival quiere ver, y menos Baker Mayfield, que a pesar de estar detrás de una de las líneas ofensivas que menos presión permiten en 2022, es de los quarterbacks con menos precisión en bolsas limpias.
De julio a septiembre la atención se desvió hacia el dilema entre Lance y Garoppolo; ahora que ya no hay controversia, viendo al equipo firme, claramente lucen como contendientes al Super Bowl repitiendo la receta que los llevó ahí hace 2 años: un Deebo espectacular, un Jimmy G cumplidor, un esquema ofensivo que arrasa por tierra y una defensa que espanta al mismísimo campeón de la liga.
Novato al ruedo.
“Necesitábamos una chispa” dijo Mike Tomlin respecto al porqué Kenny Pickett ingresó a medio juego ante Jets el domingo pasado. No se ganó, pero evidentemente hubo un cambio, el ánimo de Steelers mutó, la efectividad de la ofensiva también. Pero el que hayan arrojado así a Pickett es una apuesta con muy pocas garantías.
Ben Roethlisberger se dijo sorprendido por el hecho de que el Head Coach de los Steelers haya “aventado” y luego ratificado a Pickett como el quarterback titular tan pronto. “El problema de la ofensiva no era Trubisky, el aparato en general no estaba funcionando” y cuando algo no funciona es obvio que un cambio de actor puede inspirar al resto del reparto. El problema, es el que señala Big Ben: “Ahora tendrá que respaldar esa apuesta, porque si lo metes y sacas constantemente (Pickett) aplastas su confianza”. Ok, hay que seguir adelante con la apuesta. ¿Era el momento?
Viendo el calendario próximo de Steelers la respuesta parece obvia: no. Vienen los Buccaneers, Dolphins y Eagles, pero este domingo la ruleta empieza con unos Bills armados hasta los dientes y con una de las mejores defensas de la liga. ¿Podrá Pickett con el paquete?
Es justo señalar que, cuando entró, el equipo se vio con más ritmo, los playmakers fueron más productivos e inyectó ánimo a todos. El novato mostró muchísimo coraje y riñones, pero en la NFL no ganas con puro coraje, se necesita más y Kenny parece tener algo para defenderse. Entre sus características de juego hay dos que resaltan:
- Las lecturas de sus receptores. En Universidad era bueno haciéndolas, aunque en la NFL se debe hacer a una velocidad mayor.
- La gran capacidad atlética que tiene para extender jugadas o crear algunas con sus pies. Esta cualidad le ha dado vida a los quarterbacks novatos en años recientes por dos razones: a) les ayuda a compensar la baja velocidad de sus lecturas y al mismo tiempo escapar de los rivales cuando los presionan y b) les ayuda a sobrevivir a líneas ofensivas que no pueden protegerlos de la mejor manera.
Su primer examen NFL será muy demandante, pero me parece que hay elementos para que lo pueda aprobar. Presión siempre habrá en una institución como Pittsburgh. Pickett será apenas el tercer QB novato elegido en primera ronda en iniciar para Steelers en la era del Super Bowl. ¿Los otros dos? Terry Bradshaw y Ben Roethlisberger, ambos llevaron trofeos a Pittsburgh. ¿Podrá mantener la tradición? El camino empieza en la casa de uno de los mayores favoritos al Vince Lombardi.
¿Está (o estará) bien TB12?
Desde su regreso está claro que no es el mismo. El Tom Brady de 2022 no es un mal quarterback, pero tampoco está en el standard al que nos tiene acostumbrados. La última vez que en 4 juegos tuvo tan pocas victorias y tan pocos pases de touchdown fue en 2014. Parece que algo anda mal. O quizá mucho.
Todo empezó en pretemporada con esa ausencia poco común de 11 días en pleno entrenamiento por un asunto personal. Su semblante y palabras al regreso de esa pausa no reflejaban la mejor imagen de Tom. Pensé que con la temporada eso quedaría atrás y veríamos al de siempre, pero no. Se han vuelto cada vez menos sorpresivas y más cotidianas las imágenes de él arrojando tablets en la banca o gritándole a sus compañeros en claro síntoma de frustración. Es cierto que su línea ofensiva cambió mucho, su centro titular está lastimado, su guardia izquierdo es un novato. A eso sumemos que este es el primer año sin Gronk, Chris Godwin no está al 100% dejando a Mike Evans casi como única opción. Menos armas, más problemas.
Pero a veces olvidamos que los jugadores también son humanos. Esta semana se hizo pública una actualización de la vida familiar de Tom Brady y los temas familiares/personales afectan a todos y Tom no es la excepción. No digo que sea la razón del bajón en su rendimiento, pero sumando todo es más fácil entender porque no hemos visto a un Brady tan dominante como en los años recientes.
Uno hace mal en poner en tela de juicio a un animal competitivo como Brady, pero este año no se ve igual. La pregunta es si ¿esto se sumará a la larga lista de obstáculos superados en su carrera o si será este el año en que sus detractores por fin darán vuelta olímpica?
Sus últimos rivales no eran poca cosa: Aaron Rodgers y Patrick Mahomes. La buena noticia es que a partir del domingo el camino se hace menos complejo, empezando ante unos Falcons más duros de lo esperado pero a los que deberían superar sin problemas. Si salen airosos podría ser el primer paso para enderezar el camino, si llegasen a perder habrá lugar para empezar a preguntarse si Tom podrá estar bien el resto del 2022.