Skip to main content

La eléctrica ciudad de Detroit 

“*How electric was it out there?*”, le pregunta Dan Campbell a los suyos en el vestidor después de la victoria sobre los Rams. Y sí, Detroit fue todo electricidad. 32 años tuvieron que esperar para poder atestiguar una victoria en playoffs. No sé siquiera si puedo dimensionar esa situación. Las curiosidades no tardaron en llegar: es el primer tweet que se escribe sobre un triunfo de los Lions; nunca se había mandado un mensaje sobre esto desde un celular. No es fácil darle la justa medida. Yo era apenas un niño y ni siquiera recuerdo el momento exacto en que empecé a ver football. Tengo recuerdos difusos de Barry Sanders. Después parece borrarse todo hasta Calvin. Parece un juego de la memoria similar al efecto Mandela. Estoy seguro que debe haber un eslabón perdido por ahí, ¿o no?

No solo electricidad. Motor City era gasolina pura y todos los motores rugían al unísono. Dan le dijo a Jared Goff ーeres lo suficientemente bueno para ser el QB de Detroitー. La asignatura pendiente. Por un momento parecía existir una sensación en el aire de que había sido un trato ventajoso. Stafford se fue a LA y ganó un Super Bowl y Detroit seguía sin su victoria. La valoración era injusta con Goff y llegó el momento de la redención, el momento de entregarles en Motown lo que Stafford nunca pudo darles. Porque el trato incluyó picks del Draft. Y, trades mediante, se convirtió en Jahmyr Gibbs y Sam Laporta, elementos clave para la hazaña conseguida. Sonríen a ambos lados de 8 Mile. El estadio canta Lose Yourself.

La historia parecía que tendría otra dosis de épica con la reedición del duelo ante Dallas. La polémica de Decker y Skipper. La decisión de Dan Campbell de ir por 2. Ayer se la jugó en 4ta. Tomó el holding con riesgo de que le completaran el 1&10. John Lee Hooker, el rey del boogie, cantando “The motor city is burning”. Bobby Bare diciendo que de día hacen autos y de noche bares. Smokey Robinson como la punta de Motown abriendo el camino para las carreras de Gibbs y Montgomery. Detroit fue Rock and roll, punk y techno. Dallas en cambio fue blues o country de los más oscuros. Al momento de escribir esta columna aún es Blue Monday. Y los fans de Cowboys lo representan mejor que nadie. Vaya balde de agua fría. Love dio un recital. LaFleur y Stenavich descifraron por completo a la defensiva de Dan Quinn. Si eso hubiera sido batalla naval hubieran hundido todos sus buques sin desperdiciar un solo misil. Dak volvió a ser Dak y la revancha no sucederá.

Ford Field espera por los Bucs de Baker Mayfield que arrollaron a un equipo de Philadelphia que está completamente roto. Con AJ Brown borrando su cuenta en Twitter/X y toda huella de los Eagles de Instagram. No sé si extrañen más a Steichen o a Gannon, pero no hubo ni una huella del subcampeón. Hasta el tush push les falló esta noche.

Los 1st seed se enfrentarán a los caballos negros: los Packers que hundieron por completo a Dallas y los Texans que mandaron a Flacco de vuelta al sillón. La defensiva de Cleveland desapareció y no pudo detener el cohete que Stroud tiene en el brazo. Todo el tiempo había un jugador de Houston abierto y Nico Collins ha llenado por completo el hueco que dejaron las lesiones. Está convertido en un pulpo. Ahora Baltimore tiene que demostrar que su defensiva no va a desaparecer y que el tándem Lamar-Monken está listo para llegar hasta el final. Lo mismo pasa en la bahía. Los 49ers, encabezados por Fred Warner, quieren dejar claro que ellos tienen LBs y que no hay forma de que Aaron Jones les cave un túnel otra vez.

Y el SNF es la reedición del, posiblemente, mejor partido de playoffs de la historia. Los WRs de los Chiefs se pusieron en modo playoffs y Kadarius Toney no estuvo para ser el chivo expiatorio. La defensiva secó por completo a un Miami inoperante y obsesionado con los screens. Y las líneas narrativas nos han traído otro duelo de Allen vs Mahomes. Ahora en Buffalo, hacia el final del Arctic Blast. ¿Esperamos la redención de Josh o se pondrán los Chiefs peligrosamente cerca de repetir su presencia en Super Bowl?

El Super Wild Card Weekend es un enorme filtro que ha dejado fuera a los pretendientes. Es la ronda divisional y Detroit está listo para rugir.