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La mirada táctica de Marco: la defensa de Sean McDermott

Os confieso que esta semana no tenía muy claro hacia dónde iba a dirigir mi mirada táctica. Tenía en el radar varias defensas, entre ellas la de Steve Spagnuolo en los Kansas City Chiefs. Eventualmente volveremos a hablar de esa unidad, pero al final he decidido decantarme por la de los Buffalo Bills por dos razones fundamentales: por un lado, porque nunca me había sumergido a fondo en el desempeño de este grupo pese a que generalmente ofrece un gran rendimiento, y por otro, porque prácticamente siempre el foco de atención sobre este equipo apunta hacia la figura de Josh Allen y la ofensiva. Así que ésta es nuestra oportunidad para conocer más a fondo sus principales puntales en defensa y también para comprender un poco mejor los planteamientos tácticos del head coach y arquitecto del proyecto, Sean McDermott.

McDermott se formó en los Philadelphia Eagles de Andy Reid de primeros de siglo. Allí compartió staff precisamente con Spagnuolo y aprendió bajo la tutela del histórico coordinador defensivo, Jim Johnson, uno de los más agresivos en su uso del blitz. Su segundo paso a nivel profesional fue con los Carolina Panthers, a donde llegó de la mano de su antiguo colega en Philly, Ron Rivera. Con los Panthers, McDermott creó una unidad muy sólida que no dependía tanto del blitz como le gustaba a Johnson. Para su desgracia, ni en Philadelphia ni en Carolina pudo obtener como asistente el anillo de campeón. Los Eagles perdieron el Super Bowl XXXIX ante Tom Brady y los New England Patriots, mientras que los Panthers sucumbieron en el Super Bowl 50 ante los Denver Broncos del próximo a retirarse Peyton Manning. Un año después del mal trago de caer por segunda vez en la final, McDermott fue contratado para ser el head coach de los Buffalo Bills.

En sus siete temporadas al frente de la franquicia del estado de Nueva York, el entrenador jefe ha cambiado el rumbo de un equipo que fue incapaz de conquistar su propia división durante más de veinte años, pero que ahora es el campeón defensor de la misma por cuatro campañas consecutivas. McDermott confió en otro de sus compañeros en Philadelphia, Leslie Frazier, para conducir la defensa. Durante las primeras cinco temporadas la pareja funcionó a la perfección. El equipo fue dando poco a poco pasos en la dirección correcta: wild cards en 2017 y 2019, título divisional y avance hasta la final de conferencia en 2020 y de nuevo título divisional y derrota en la segunda ronda de playoffs en 2021, en lo que fue uno de los grandes partidos de la historia de la liga ante los Kansas City Chiefs. Sin embargo, en 2022 no alcanzó el único objetivo restante, llegar al Super Bowl, y McDermott decidió desprenderse de los servicios de Frazier tras la fea derrota en la ronda divisional en casa a manos de los Cincinnati Bengals. El año pasado McDermott tomó la ardua labor de doblar como head coach y coordinador defensivo, siendo él mismo quien se encargó de las llamadas durante los partidos. La unidad continuó rindiendo a un alto nivel pese a las lesiones, que finalmente pesaron demasiado cuando el equipo perdió por tercera vez en cuatro años en enero contra Patrick Mahomes y los Chiefs. Poco después McDermott elevó a Bobby Babich, asistente defensivo en Buffalo desde que llegara a la franquicia, al puesto de coordinador, y tras darle la oportunidad durante la pretemporada finalmente accedió a entregarle los galones de “play-caller” en los partidos.

En su etapa como head coach McDermott ha demostrado ser un entrenador flexible en sus planteamientos, capaz de adaptarse a las circunstancias de cada temporada y cada partido. Hay ocasiones en que literalmente ha lanzado hasta el “fregadero” al quarterback rival, al tiempo que recuerdo duelos con Mahomes en los que no ordenó ni un solo blitz en todo el choque. Del mismo modo, el equipo ha tenido campañas en la parte alta de la categoría del blitz, emulando los pasos de su maestro Jim Johnson y su mejor discípulo Steve Spagnuolo, y otras en las que ha finalizado en la parte baja. En lo que se ha mantenido firme el head coach es en el uso del personal. Los Bills juegan casi exclusivamente en nickel, siendo esta formación su personal base. Contar con uno de los mejores slot cornerbacks de la liga, Taron Johnson, sin duda que pone mucho peso en la balanza a la hora de tomar esa decisión. No obstante, Buffalo ha mantenido esa estrategia en los partidos que no ha jugado Johnson puesto que otorga a la unidad un plus de velocidad y versatilidad que prefiere el head coach. Johnson se perdió partidos al inicio de liga, pero con su vuelta el equipo ha encadenado tres actuaciones muy buenas en defensa. El número 7 no es solo brillante en cobertura, sino que sabe zafarse de posibles bloqueadores y aportar contra el juego de carrera como pocos saben hacerlo en su posición.

Esta temporada Buffalo está en la cuarta posición por la cola a la hora de enviar jugadores en blitz con un 18% de sus acciones. Sin embargo, en situaciones puntuales, como tercer down y zona roja, McDermott utiliza patrones de rush clásicos como la Fire 3 con tres hombres profundos y tres intermedios que puso de moda Dick LeBeau en los años noventa. Veamos un ejemplo del pasado domingo en Seattle, partido en el que los Seahawks firmaron un 1/7 en tercer down por jugadas como ésta. Observamos pre-snap la agresividad de los Bills poniendo seis hombres en la línea de scrimmage, lo que va a obligar a Geno Smith a ajustar el sistema de bloqueos. Además, los safeties rotarán post-snap, pasando de un look inicial de dos profundos a uno único.

En la secundaria, Damar Hamlin va a bajar a ocupar una de las zonas intermedias, dejando a Taylor Rapp, el número 9, como único safety profundo. Dos de los hombres que estaban en la línea van a caer con velocidad a las otras dos zonas intermedias de la defensa, pero al rush se va a sumar Taron Johnson, uno de los jugadores que no estaba en el paquete de seis del inicio.

Son por tanto cinco jugadores los que van al blitz y con la jugada más en marcha vemos claramente la defensa alineada en 3-3, es decir, tres hombres en la zona profunda (círculos verdes) y tres en la intermedia (gran círculo azul). Cuando mandas jugadores extras al rush sabes que en alguna zona vas a ser vulnerable, pero como esperas que la presión llegue rápido cuentas con que el quarterback no las encuentre a tiempo. Normalmente suele ser la zona corta central que os marco en el recuadro el punto más débil de estas defensas. También vemos un receptor (en rojo) desmarcado en la parte baja de la imagen, pero no es hacia donde está mirando el quarterback porque su reacción natural es buscar el lado de donde salió Johnson para encontrar el hueco detrás suya.

Éste es un clásico ejemplo en el que arriesgando con el blitz en realidad estás jugando sobre seguro porque el rival va a enviar a ruta menos hombres de lo que es habitual. Anticipando la presión, Seattle deja en protección tanto al runningback como al tight end. Por lo tanto, tenemos cinco defensores de Bills contra siete bloqueadores de Seahawks, pero el esquema genera la confusión suficiente para que Smith acabe siendo engullido por el rush y no tenga válvulas rápidas de escape para lanzar.

Una de las características de las defensas de McDermott es que intenta poner a sus jugadores en disposición para crear turnovers y lo hace situándolos en la mayoría de las ocasiones con los ojos en el quarterback rival en diferentes patrones zonales, ya sea con blitz como antes o en esquemas más clásicos Cover-2 y Cover-4. Es algo que Josh Norman aprovechó sobre manera en sus mejores años en Carolina. Los Bills tenían ese cornerback en Tre´Davious White, pero las lesiones le robaron la mayor parte de su potencial con los años y ya no es parte de la organización. La gerencia anticipó bien su salida cuando en su momento realizó un movimiento por Rasul Douglas, quien en las últimas tres temporadas ha registrado un total de catorce intercepciones. Douglas es uno de los mejores lectores de quarterbacks que hay en la NFL en la actualidad y el pasado domingo estuvo a punto de sumar su primera intercepción de 2024.

Cuando las lesiones asolan a una unidad y ésta continúa produciendo es que detrás hay una buena labor de gerencia rellenando la plantilla y del staff entrenándola. La baja del linebacker Matt Milano habría hundido a muchos equipos, pero no a los Bills. Y junto a la suya, muchas más entre 2023 y 2024. Esta última jugada que os quiero enseñar es otra buena muestra de la labor de McDermott y sus lugartenientes. Buffalo va a jugar ahora una defensa en la que añaden un hombre extra al rush. Serán seis en total, los cuatro defensores de la línea más los dos linebackers (círculo azul) que se aproximan al gap-A. Al montar el oponente un set de 3x1 los Bills van a responder con una cobertura en la que básicamente aíslan a Douglas (en rojo) al hombre con el único receptor del lado derecho, pero con el espacio suficiente para poder leer al quarterback. Sin embargo, en el otro lado la cobertura (en verde) va a ser de “pattern match”, cada uno de sus componentes buscará al hombre que caiga en sus respectivas zonas. El safety cubrirá al que se dirija más hacia el interior, el slot corner al intermedio y el cornerback al que vaya más hacia fuera.

Con la jugada en marcha vemos como la cobertura funciona a la perfección. De manera muy disciplinada los tres hombres del “pattern match” se han emparejado con buena comunicación. En el otro lado, Douglas permanece encima de Marvin Harrison Jr. mientras sigue teniendo ojos en Kyler Murray. Detrás de todos ellos queda la válvula de seguridad de Taylor Rapp en el safety profundo, otro hombre que está jugando a muy buen nivel.

El otro lado de la ecuación es por supuesto la presión del frente. Los dos linebackers van a realizar un juego de “criss-cross” cruzando sus caminos, lo que va a embarrar la zona central del pocket. Ahora quiero que pongáis la mirada en el círculo rojo que marca a Gregory Rousseau. El número 50 está siendo el jugador más valioso en la defensa de Bills este año. Se ha establecido como “edge” puro después de tantearle en otros sitios en previas campañas por su versatilidad.

Rousseau lidera al equipo con 32 presiones al quarterback rival y lo está haciendo jugando el mayor porcentaje de snaps de su carrera (un 73.0%), lo que nos delata que ahora es un jugador más completo y no tanto situacional. Puede ganar por velocidad y por flexibilidad doblando la esquina, pero sobre todo lo consigue por sus enormes brazos. Constantemente está ganando el golpe a los tackles rivales al llegar primero al punto de contacto y por tanto marcando su ley. Observad cómo el “leverage” de Rousseau es perfecto y el del tackle todo lo contrario. La jugada terminará en un sack para él.

Los Buffalo Bills tienen la mayor ventaja de toda la liga en su división y podrían aumentarla de derrotar a los Miami Dolphins el próximo domingo. McDermott nunca ha perdido como local ante los de Florida, pero sin duda su objetivo está mucho más lejos de lo que suceda esta jornada. Quiere conducir a la franquicia al primer Super Bowl de su historia y puede que éste sea el año en el que finalmente lo consiga.