La AFC Norte empieza a demostrar todo ese potencial que veníamos anunciando desde este pequeño espacio, y no sorprende al colocar a tres equipos con un buen récord de victorias. En la previa, vamos a hablar de dos de estos conjuntos más el duelo de New York, donde los Jets quieren seguir enganchados a la pelea por los playoffs esperando el milagro navideño de tener de vuelta a Aaron Rodgers cuando el mes de diciembre esté tocando a su fin. Comenzamos la previa de la semana 8.
El durísimo tramo inicial de competición para los Jets, ha dejado una franquicia reforzada pese a tener un récord de 3-3 tras sus primeros seis encuentros. En ellos se ha visto una defensa descomunal, capaz de ganar partidos por sí sola y a un ataque que poco a poco ha ido encontrando una versión eficaz que le permite competir. Además, dentro de esa ofensiva hay dos noticias muy agradables. La primera es la recuperación de una de sus jóvenes estrellas, ya que Breece Hall, su running back, vuelve a estar al nivel que mostraba antes de la terrible lesión de rodilla que se produjo a mitad de la temporada pasada. La otra noticia es el rendimiento de Zach Wilson. A pesar de estar muy lejos de ser el quarterback por el que los Jets apostaron en el draft, Wilson ha dejado muestras de una buena evolución y ha dado un paso adelante para no ser una rémora constante en el juego de ataque.
Si seguimos hablando de los quarterbacks, no podemos obviar la situación que tiene su rival, para esta semana 8, en ese puesto en concreto. Daniel Jones sufrió una lesión de cuello en el partido contra los Dolphins de la semana 5 y no ha vuelto a jugar desde entonces. Para el duelo de New York, aún no se sabe si podrá estar disponible o no, de si Brian Daboll le dará la titularidad o si seguirá apostando por Tyrod Taylor, quien les ha dado un plus extra en los dos partidos que ha sido titular ante la ausencia de Jones. Evidentemente, sigo pensando que en el momento en el que Jones tenga el alta, será titular. Y esa pequeña mejoría en el juego ofensivo de los Giants es probable que tenga que ver más con la presencia de Saquon Barkley que con la de Taylor.
El running back estrella de los Giants obliga a sus rivales a cerrar mucho la caja y abrir el juego de pase, donde aparecen jugadores como Slayton o, en su último partido, un Jalin Hyatt quien comienza a mostrar su amenaza profunda. Pero para este partido, la prueba será mayúscula al enfrentarse a una pareja de linebackers muy bien trabajada, con mucho talento y que tiene en Quincy Williams a uno de los nombres defensivos de lo que llevamos de curso.
La cantidad de acciones excepcionales que Quincy Williams hace durante los partidos es altísima. Su velocidad le permite tener un rango muy amplio y le hace estar siempre cerca del balón, sea en situaciones de carrera por el exterior, interior o cayendo en cobertura de pase. En la imagen de arriba, tenéis una de estas acciones contra el juego terrestre, donde Williams alinea por detrás de la línea defensiva. Una vez que inicia el snap, el linebacker de los Jets arranca muy explosivo hacia el gap que se abre en la línea ofensiva, su lectura del hand-off es muy buena y penetra en el pocket con muchísima potencia, cerrando el camino del running back y finalizando la jugada con un tackle para pérdida de yardas.
Cuando el rival intenta mover su ataque horizontalmente por tierra, Williams muestra un gran reconocimiento de los bloqueos, es capaz de bajar su centro de gravedad y evita el contacto con los líneas ofensivos para llegar hasta el portador de balón antes de que rompa la línea de scrimmage. Además, su fantástico “atleticismo” también le permite emparejarse con tight ends o running backs en el juego de pase. En la imagen de abajo tenéis una de estas acciones frente James Cook en el primer encuentro de la temporada.
Mirad como Williams espera hasta que el running back rompe al exterior con la wheel route y acelera campo abajo para mantenerse pegado y tocar el balón, interrumpiendo el pase y evitando un claro touchdown.
Sin duda, el duelo de Saquon Barkley frente a Quincy Williams y a CJ Mosley será una de las claves más importantes de este partido. Sin la aportación de Barkley, el rendimiento de la ofensiva de Brian Daboll baja muchísimo y obligaría a Jones (o a Taylor) a tener que pasar mucho más, algo que busca siempre Robert Saleh para desplegar a ese grupo salvaje de pass-rushers que poseen los New York Jets.
Podemos hablar horas y horas de los problemas que los Steelers llevan arrastrando en su ataque los últimos tres o cuatro años, pero da prácticamente igual. Los Steelers de Mike Tomlin es uno de los equipos más molestos de toda la liga hagan lo que hagan en el plano ofensivo. La dureza como equipo deja bien claro lo buen entrenador que es Tomlin y lo bien que planifica los partidos. Las victorias frente a Ravens y Rams se cimentaron desde la defensa, permitiendo estar al equipo en el partido hasta el último cuarto, dónde Kenny Pickett y su ataque fueron capaces de exponer los puntos necesarios para llevarse la victoria.
Por su parte, los Jaguars parecen haber encontrado su mejor forma tras un inicio de temporada algo dubitativo. Los chicos de Doug Pederson son, ahora mismo, uno de los equipos más complicados de batir, ya que en ambos lados del campo están jugando a un gran nivel, con sus dos estrellas, Trevor Lawrence y Josh Allen, liderando a ataque y defensa respectivamente. Sin embargo, es Travis Etienne quien empieza a acaparar los focos con sus últimas tres actuaciones, dónde ha conseguido dos touchdowns en cada uno de los encuentros.
Etienne es un corredor muy dinámico y versátil, lo que le da un abanico amplio a Pederson para cantar diferentes jugadas con él en el campo. En la imagen de arriba podéis ver uno de sus touchdowns del pasado Thursday Night Football frente a los Saints. Los Jaguars mueven a Kirk antes del snap para que la defensa siga ese motion y se abra el espacio por el exterior para el running back. Mirad cómo hasta tres defensores de la zona media arrancan hacia el lado contrario y como la toss play funciona a la perfección. Etienne acelera y hace imposible el esfuerzo de la defensa para frenarlo.
Es verdad que Etienne se siente más cómodo corriendo por el exterior en carreras zonales, pero también empieza a ofrecer un gran rendimiento en las carreras interiores de la mano de traps blocks o lead blocks. Ese juego de carrera importante le resta presión a un Lawrence el cual está mostrando todo su talento en el tercer año como quarterback de los Jaguars.
Los Steelers intentarán frenar la multitud de armas ofensivas que poseen los de Pederson a base de presionar muchísimo al quarterback visitante. Y aunque esa debe ser su misión primaria, también deberán estar atentos a lo que Travis Etienne genere por tierra. Quien sea capaz de imponerse en este lado del campo (ataque de Jaguars frente a defensa de Steelers) tendrá muchas papeletas para llevarse un duelo con grandes implicaciones de cara a playoffs.
Los dos equipos que nos ocupan la última previa, están con cuatro partidos ganados y dos perdidos, y ya han tenido su semana de bye. Los Cleveland Browns han realizado dos ejercicios de resiliencia asombrosos en sus dos últimos enfrentamientos. En ambos encuentros, la defensa fue capaz de ir dándoles oportunidades al ataque hasta terminar llevándose la victoria. Una ofensiva que está dejando malísimas sensaciones desde el puesto de quarterback. Deshaun Watson está jugando poco y mal, siendo un jugador totalmente distinto al que recordábamos de sus años en Houston. Sin embargo, de momento no parece que los de Stefanski lo estén necesitando para ganar, ya que en todo el entramado defensivo de Jim Schwartz hay un super hombre. Myles Garrett está jugando a un nivel extraterrestre, siendo un constante peligro para los quarterbacks rivales.
Los Seahawks, en cambio, están balanceando bien el juego entre ataque y defensa. Es cierto que estamos viendo a un Geno Smith bastante irregular, pero Shane Waldron, el coordinador ofensivo de los de Carroll, suele generar espacio para sus receptores y así darle objetivos claros a su quarterback. Sin embargo, en la red zone sí están teniendo más problemas y no son todo lo regulares que deberían haber sido.
Para este encuentro, el objetivo del ataque es intentar neutralizar el peligro constante que es Garrett. Más allá de la capacidad de generar presión por sí solo del edge rusher de los Browns, Schwartz está potenciando a su pupilo de maneras distintas a lo que habíamos visto anteriormente. Este año, hemos podido ver a Garrett alineado alguna yarda por detrás de la línea de scrimmage y atacando el interior de la línea ofensiva para aprovechar su velocidad frente a jugadores más pesados y lentos que él, o también alineado en gaps interiores y con Za’Darius Smith a su lado para generar unos contra uno del propio Smith o de Garrett. Mirad en el vídeo de abajo, lo especial que puede llegar a ser Garrett y la atención que genera por parte del ataque.
Charles Cross, el joven tackle izquierdo de los Seahawks, ha vuelto ya a los terrenos de juego y va a tener una de las pruebas más duras que se pueden tener en un emparrillado. Del resultado de su duelo con Myles Garrett dependerá mucho el devenir del encuentro y las posibilidades de Browns para llevarse una victoria que les seguiría aupando a puestos de playoffs.