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La previa de W3: Los Jaguars tienen un problema. Y bien gordo.

Una vez que la sobre reacción de las dos primeras semanas ha pasado, hay que empezar a mirar a los equipos con distintos ojos en la tercera jornada de competición. A partir de aquí, las certezas, tanto positivas como negativas, comienzan a hacerse efectivas, así como la importancia de las lesiones, las cuáles comienzan a sucederse inexorablemente y que a su vez trastocan los planes de cada franquicia. Aunque estemos aún en septiembre, hay equipos que ya tienen urgencias y que podrían verse en serios apuros si vuelven a cosechar una derrota más. De ellos, y de sus rivales, os hablo en esta previa de la semana 3.

Dallas Cowboys vs Baltimore Ravens

Parecía que los Baltimore Ravens iban a lamerse las heridas y a recuperar buenas sensaciones en su duelo frente a Las Vegas Raiders, y así era como iba encaminada la cosa hasta comenzar el último cuarto del pasado domingo. Sin embargo, todo se cayó en esos quince minutos finales. De nuevo, y cómo ya hicieran en repetidas ocasiones el año pasado, el equipo de John Harbaugh volvió a demostrar una incapacidad enorme para mantener ventajas cuando el partido estaba controlado, y de nuevo volvieron a caer de una manera más que traumática. Las dos derrotas cosechadas en el inicio de temporada dejan un pequeño problema en el seno de los Ravens. Es cierto que esto no ha hecho más que empezar, pero el calendario que se le viene a los ‘cuervos’ es muy duro, por lo que deben empezar a ganar desde ya para no verse en mitad de octubre con una problema mucho mayor.

La primera piedra en ese camino son los Dallas Cowboys de Mike McCarthy, quiénes dejaron una sensación completamente opuesta a la de la primera semana en su enfrentamiento del pasado domingo. Es habitual ver a los Cowboys sin soluciones cuando el marcador se pone en contra demasiado rápido. Ahí, las prisas y ansiedad del equipo sale a relucir en todo su esplendor, y ni defensa ni ataque consiguen jugar al nivel requerido en estas circunstancias. Los New Orleans Saints desarbolaron a su unidad defensiva y Dak Prescott nunca estuvo cómodo para hacer funcionar a la ofensiva. Es ya sabido que si la defensa es que la domina el partido, todo lo demás viene rodado, pero si es el ataque quién tiene que llevar el mando, las complicaciones aparecen por todos los lados. Con esto dicho, una de las claves para este domingo es, sin duda, la capacidad de Mike Zimmer para minimizar el daño que pueda hacer Lamar Jackson.

Mike Zimmer es el creador de una de las situaciones que más se juegan hoy en día en la NFL: el double gap A o ‘mug front’. En 2003, cuando formaba parte del staff técnico de los Cowboys de Bill Parcells, Zimmer empezó a gestar la idea de alinear a dos de sus linebackers (el middle linebacker y el strong/weak linebacker) en la línea de scrimmage. Sin embargo, no fue hasta finales de 2008, estando en los Cincinnati Bengals, cuando terminó de darle forma. Junto al por entonces entrenador de linebackers Paul Guenther, crearon el double gap A blitz. Este concepto consiste en situar a los dos linebackers en los gaps A de la línea ofensiva (a ambos lados del center) amenazando el blitz. El objetivo prioritario es confundir y sorprender tanto al quarterback como a la línea ofensiva en sus asignaciones de bloqueo. En los Minnesota Vikings, Zimmer consiguió que esta formación alcanzase un éxito rotundo e hizo que el resto de coordinadores defensivos tuviesen que adoptarlo para sus propios playbooks. El double gap A tiene muchísimas variantes para llevarlo a cabo. Pueden ir al blitz hasta seis hombres si esos dos linebackers incrustados en la línea defensiva van al pass-rush. Puede ir uno solo de los linebackers y el otro caer en cobertura. Pueden ir los dos y ser un línea defensivo quién caiga a defender una zona de la defensa o pueden caer ambos linebackers en cobertura y que sean los DLs quiénes vayan a por el pasador. Versatilidad y sorpresa son las dos características que este esquema propone. Además, situando a los linebackers en los gap A, puedes alinear a tus defensive tackles más abiertos, en 4i-tech o incluso en 4-technique, haciendo muy difícil el dos contra uno por parte del center y dándole la oportunidad al pass-rusher de jugar en uno contra uno frente al guard. Un ejemplo de este esquema es la imagen que tenemos debajo.

Los Cowboys sitúan a sus dos linebackers (Kendricks y Overshown) en ambos gap A para amenazar el blitz. Esto genera que el quarterback rival tenga que mover al tight end al backfield para que ayude en la protección del pase. Justo antes de iniciarse el snap, los dos linebackers caen a la zona media y son los cuatro hombres de la línea defensiva quiénes irán a presionar a Watson. Los Browns quieren jugar jugar el flood concept en el lado derecho del ataque (tres rutas en tres niveles de un mismo lado) y la defensa de los Cowboys reacciona perfectamente a eso con los dos linebackers ocupándose de la ruta cruzada corta y de la salida del quarterback para encontrar un mejor ángulo de pase. Watson no tiene a quien pasar y Overshown llega hasta él con muchísima velocidad. Si la defensa de Dallas quiere tener éxito frente a los Ravens, debe preocuparse de complicarle mucho las lecturas antes del snap a Lamar Jackson y de moverse muy rápido lado a lado para evitar ganancias de yardas por el suelo del excepcional quarterback de los Ravens.

El poco uso de Derrick Henry es algo que me está llamando mucho la atención en el ataque de Todd Monken. Para su duelo con la defensa de Cowboys, correr debe ser prioritario para los de Baltimore. El pass-rush de los de McCarthy es sobresaliente, con Micah Parsons como punta de lanza, por lo que tendrán que darle el balón a su running back para quitarle esa presión de encima a Jackson. La mejor manera que tienen los Ravens de mover cadenas es generando situaciones de tercer down cortas, donde su backfield puede llegar a ser demoledor.

Este es un partido vital para las aspiraciones de los Baltimore Ravens. Después de Cowboys, los de Harbaugh reciben a los Buffalo Bills y visitan Cincinnati. Un calendario durísimo al inicio de una temporada que no han empezado nada bien.

Arizona Cardinals vs Detroit Lions

Había muchas ganas de ver a Marvin Harrison Jr con los profesionales, y solo han bastado dos semanas para cerciorarnos de que, sí, aquí hay una futura estrella de la liga. Si no lo es ya. Su descomunal encuentro frente a Los Angeles Rams le ha colocado debajo de todos los focos mediáticos, y ahora mismo es el hombre más seguido en Phoenix. Sin duda, el estado de forma de Kyler Murray favorece que el joven wide receiver brille con luz propia y que todas sus virtudes, las cuales son muchas, hayan salido a relucir en tan breve espacio de tiempo. El pequeño quarterback de los Cardinals tiene muchísimo talento en su brazo derecho y, con la lesión de rodilla ya olvidada, está dispuesto a demostrarlo.

Murray ha sido un quarterback muy criticado por su carácter y, quizás, por su falta de madurez cuando llegó a la liga. Ahora, parece más centrado que nunca y su entrenador, Johnathan Gannon, le esta dando un equipo muy competitivo con el que pelear cada partido, por lo que estos Arizona Cardinals se han convertido en todo un peligro para el resto de conjuntos.

Por su parte, los Lions sufrieron un tropiezo inesperado el pasado domingo frente a los Tampa Bay Buccaneers. No porque los de Todd Bowles sean un mal equipo, ni mucho menos, si no porque en Detroit se habían creado unas expectativas enormes por el buen hacer de su equipo. Dan Campbell sabe que tiene un conjunto de calibre Super Bowl, así que tendrá que manejarlo de la mejor manera para evitar caer en una dinámica desfavorable para ellos. Su duelo de este fin de semana es muy complicado porque los Cardinals no le tienen miedo a nadie, y hacen que el rival tenga que dejar su mejor cara para batirlos.

Una de las claves para este interesantísimo duelo será la capacidad anotadora de ambas escuadras. Los Lions tienen un juego ofensivo muy talentoso, el cual domina desde su línea ofensiva. El juego terrestre abre vías de pase a Jared Goff durante las primeras 80 yardas, pero también finaliza drives cuando el ataque pisa la red zone. Lo normal es ver a los de Dan Campbell alcanzar cifras entorno a los 25 o 28 puntos, a pesar de la debacle del pasado domingo. Con esto, los Cardinals deben mantener ese ritmo anotador si quieren llevarse la segunda victoria de la temporada, por lo que, con toda la defensa pendiente de Marvin Harrison Jr, Kyler Murray deberá encontrar otras formulas para que el juego de pase sea efectivo.

En la secuencia que tenemos arriba, podéis ver una situación favorable para Michael Wilson, WR2 de los Cardinals. Personal 12 (un running back y dos tight ends) en la ofensiva dirigida por Murray, lo que le da la opción a Arizona de poder tener uno o dos jugadores extra bloqueando para la protección del pase. El snap se inicia y los Rams van a ‘doblar’ a Harrison Jr (círculo verde) con el safety y el cornerback de ese lado del campo. A pesar de que los linebackers de Rams no caen en el play action y caen bien a su zona, la presión de solo cuatro jugadores no llega a ser efectiva y Murray tiene tiempo para leer ese dos contra uno en un lado y cambiar de lectura al lado contrario, dónde la ruta corta exterior del tight end mueve al cornerback para generar espacio a su espalda, algo que aprovecha Wilson para correr hasta allí y darle un objetivo muy claro a su quarterback.

La presencia de James Conner en el backfield también le ha dado mucho a ese ataque. El running back es capaz de llevar el peso por tierra, y la versatilidad de Murray y su explosividad suelen ser un quebradero de cabeza para las defensas rivales. La presión de Aidan Hutchinson se antoja vital para que el quarterback de los Cardinals no esté cómodo leyendo el campo, ya que eso puede hacer más factible la conexión con el nuevo wide receiver de los de Gannon. Dura prueba para los Detroit Lions, a los que una segunda derrota podría hacer cierto daño.

Buffalo Bills vs Jacksonville Jaguars

Jaguars, tenemos un problema. Y bien gordo.

Se suele decir que el tercer año de un head coach en una franquicia es el momento dónde el trabajo que se ha hecho tiene que comenzar a ser palpable. En su primera temporada al frente de estos Jaguars, Pederson fue capaz de meter a su equipo en el partido por el Divisional frente al conjunto que acabaría siendo el campeón. Ese día, pelearon de tú a tú contra los Kansas City Chiefs de Patrick Mahomes, y todos pensábamos que, de ahí, los Jaguars irían creciendo hasta convertirse en una autentica alternativa en la Conferencia Americana. Sin embargo, todo parece haber salido de forma opuesta a como esperábamos. Ahora mismo, la franquicia de Jacksonville está metida en un agujero de dónde es incapaz de salir, con un ataque cayéndose sin aparente freno que lo evite.

Al otro lado del campo están unos Buffalo Bills espléndidos, con un ataque que funciona y con una defensa que ha sorprendido a todos por su buen hacer. El equipo de Sean McDermott ha encontrado estabilidad cuando parecía que esta temporada sería un año para reconstruir la base del equipo y así seguir compitiendo al más alto nivel. De momento, y tras dos semanas, los Bills se muestran como uno de los equipos más fuertes de la competición, y no parece que vayan a bajar el ritmo.

Personalmente, y más allá de esa super estrella llamada Josh Allen, lo que más me gusta de estos Bills es su defensa. La línea defensiva juega con una violencia y agresividad fantásticas, dónde Greg Rousseau ha explotado como pass-rusher. Von Miller sigue dejando gotas de calidad y el crecimiento de AJ Epenesa es notorio. Además, el interior de esa DL genera tanto presión al quarterback como pocos espacios para la carrera rival. Toda la línea funciona a un nivel alto, por lo que los jugadores de la retaguardia se ven favorecidos en sus coberturas. Si, además, los esquemas de rotaciones post snap funcionan como lo están haciendo en los dos primeros partidos, el éxito está asegurado.

Trevor Lawrence no está jugando bien, el sistema de Pederson no genera espacios y la línea ofensiva no carbura como debiera. Con esto, cualquier conjunto tendría problemas para mover el balón, pero es que, además, Travis Ettiene tampoco consigue ser el jugador que salía de College con una etiqueta de estrella. Quizás la lesión en su año rookie le ha afectado de manera significativa, pero la realidad es que necesitan un running back que aporte mucho más de lo que está dando el ex ‘tiger’ de Clemson. El ataque de Jaguars debe encontrar la forma de poner puntos en el marcador frente a los Bills, porque, de lo contrario, van a cosechar la tercera derrota consecutiva.

Sean McDermott no querrá ponérselo fácil a Lawrence y buscará el error en el quarterback con esas formaciones cambiantes antes y después del snap. Arriba tenéis un ejemplo de esto que os estoy contando. Mirad cómo los Bills alinean dos safeties en la zona profunda y hacen ver al resto de jugadores en secundaria como si estuviesen en individual. Cuando se inicia el snap, uno de los safeties cae a la caja y el resto de jugadores se mueven a su spot defensivo en una Cover 3 zonal. Tua Tagovailoa intenta ir a la ruta corta de Waddle para atacar una posible defensa hombre a hombre y que su receptor se vea favorecido por la ruta anterior del otro wide receiver. Sin embargo, el pase es inviable, ya que el safety está cayendo a la zona dónde debe ir Waddle. Esto hace que el quarterback se tenga que quedar con el balón en las manos y que le dé tiempo al defensive tackle a batir al guard y colapsar el pocket, consiguiendo el sack.

Lawrence va a tener que ser muy preciso con sus lanzamientos, pero también con sus lecturas pre-snap. Brian Thomas Jr parece que es esa arma profunda que tanto han necesitado en Jacksonville para estirar el ataque, pero de nada sirve si el quarterback y el resto de la ofensiva no juegan a un nivel más alto. Es un partido muy complicado para los de Doug Pederson. Otra derrota haría temblar los cimientos de este proyecto, el cual empezó de la mejor manera, pero que se está cayendo a pedazos en un año que estaba destinado a ser el de su confirmación.