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La previa de W7: por la cima de la NFC Norte

La NFC Norte se está llevando todos los elogios en este inicio de temporada. Y con razón. Los cuatro equipos que componen esta división tienen récord ganador y son los cuatro mejores conjuntos en cuanto a diferencia entre puntos anotados y recibidos. Para esta previa de la semana 7, voy a fijarme en el duelo que tendremos entre dos de ellos, en el partido de Lambeau Field y en el encuentro dónde vuelven a verse las caras los dos equipos que jugaron la pasada Super Bowl. Tres auténticos partidazos.


A pesar de destrozar a los Dallas Cowboys en su propio estadio, los Lions salieron desconsolados de su duelo del pasado domingo. La lesión de Aidan Hutchinson ha dejado a los de Dan Campbell con alguna duda en cuanto a lo que va a pasar con su defensa. El ex de la universidad de Michigan estaba jugando a tal nivel, que era considerado como el principal candidato para ganar el premio a mejor defensor del año, y su baja trastoca los planes defensivos de un equipo que había dado un par de pasos adelante en este lado del campo. El impacto en el juego que tenía Hutchinson es muy complicado de resolver y el rival de este domingo no parece el más indicado para cometer errores ahí. 

Los imbatidos y sorprendentes Vikings han tenido una semana de descanso que les ha servido para curar golpes y para preparar un encuentro que les puede poner la clasificación para playoffs casi en bandeja. Sam Darnold ha encontrado su sitio en la liga, Justin Jefferson sigue siendo una pesadilla para sus rivales y la defensa de Brian Flores es un dolor de muelas para cualquier ataque. Ver a los quarterbacks sufrir frente a esos frentes defensivos tan complicados de descifrar es muy habitual en lo que llevamos de competición. Sin embargo, los Lions tienen algo en su ofensiva que puede resultar peligroso para la defensa de los Vikings.

El juego terrestre de Montgomery y Gibbs sigue siendo el eje central del ataque de los de Detroit. Establecer la carrera al inicio de cada encuentro facilita mucho los espacios para el juego aéreo tras play action y, para ello, nada mejor que el dominio al que somete la línea ofensiva a sus rivales.



En la secuencia de arriba podéis ver una situación muy habitual en los partidos de Lions. El ataque de Ben Johnson forma con dos tight ends a la izquierda de la línea ofensiva. Cuando se inicia el snap, el tackle y guard izquierdo juegan un doble bloqueo con el defensive tackle y los dos tight ends hacen lo mismo con el edge rusher. A su vez, el guard derecho sube al segundo nivel para bloquear a uno de los linebackers y el guard izquierdo, tras el primer punch inicial, hace lo propio con el otro defensor de la zona media. Fijaros cómo Gibbs avanza por una autopista donde no encuentra ningún defensor hasta llegar a los safeties. Este tipo de dominio es fundamental para todo lo que Ben Johnson va creando según avanza el partido.

Cuando Montgomery y Gibbs consiguen ser una apisonadora por tierra, Goff aparece para encontrar a St. Brown, Williams o LaPorta. Además, la llegada a esta ofensiva de un wide receiver como Tim Patrick les ofrece una alternativa más en el exterior y como amenaza profunda. Ahora mismo, hay pocos equipos que jueguen en ataque como lo hacen estos Detroit Lions.

Por su parte, los Vikings tienen como obligación para este duelo ser muy eficaces parando esa carrera en primeros downs. Si se hacen fuerte en la línea defensiva y no permiten que los Lions tengan el tempo del partido a través de su juego terrestre, van a poder poner en práctica los diferentes sistemas de blitz que tendrá preparado Brian Flores. En el otro lado del campo, la falta de Hutchinson puede darle a Darnold el tiempo suficiente para encontrar receptores por todo el campo, y eso significará ver mucho en acción al que, para muchos, es el mejor wide receiver de toda la NFL. Más allá de las implicaciones en la clasificación para ambos, este duelo es imprescindible para esta semana, ya que estamos ante dos de los equipos que mejor football practican.


Los Texans siguen ganando partidos en diferentes campos y de distintas maneras, por lo que eso nos indica que estamos ante un conjunto que sabe adaptarse a cualquier escenario que se le presenta. Para este domingo, el escenario es una maravilla, ya que hay pocos estadios con la mística y leyenda que destila el Lambeau Field. CJ Stroud va a jugar por primera vez en Green Bay y su enfrentamiento con Jordan Love es uno de los mayores reclamos que puede haber en la NFL de hoy en día. Los de DeMeco Ryans están muy bien trabajados en todas sus unidades y pueden dañar a sus rivales con cierta facilidad. La vuelta de Joe Mixon desahoga la presión en Stroud y les da una amenaza terrestre muy importante para ellos ante la baja en el exterior de Nico Collins. Es cierto que el desempeño de Stefon Diggs es reseñable y, además, Tank Dell, el pasado domingo, volvió a demostrar que debe seguir siendo vital en el juego aéreo. 

Al otro lado del campo le espera una defensa que parece haber adquirido muy rápido la agresividad que traía Jeff Hafley con él. El trío de nuevos safeties está brillando con luz propia, con Xavier McKinney como faro que guía al resto y con un Evan Williams que puede alinearse por muchas zonas del campo, dónde su lectura del juego le hace estar siempre cerca del balón. Es cierto que la presión de la línea defensiva no es la ideal, pero Hafley parece solucionarlo con un esquema de blitzes dónde encuentra siempre el hueco para presionar o golpear al quarterback rival. Aunque nos gusten las defensas de ambos equipos, este va a ser un partido de fuegos artificiales. O eso al menos es lo que yo me espero de dos ataques con infinidad de recursos. 

Matt LaFleur está pintando su mejor obra hasta el momento en Green Bay. La cantidad de espacios que le crea a su quarterback para que pueda lanzar es indescriptible. El juego de carrera funciona y los movimientos por detrás de la línea de scrimmage vuelven locos a los jugadores defensivos, quienes se encuentran, muchas veces, corriendo para el lado contrario hacia donde va el ovoide. 



Aquí tenéis una acción donde el tight end, Tucker Kraft, encuentra muchísimo espacio a la espalda de los linebackers. Los Packers forman con bunch en el lado derecho de su ataque, pero antes del snap, Love mueve a Reed hacia la izquierda. Esto provoca el movimiento de la defensa, obligando a uno de los safeties a caer a la caja para igualar números en ese lado del campo. Cuando se inicia el snap, Love juega el play action y el guard izquierdo sale en pull, haciendo que los defensores de la zona media duden si arrancar a por la posible carrera. Love se queda con el balón en las manos y lee el espacio que han generado las dos rutas exteriores, de la izquierda del ataque, dándole mucho campo a Kraft, quién juega la ruta cruzada para recibir el pase y seguir sumando yardas con el balón en las manos.

Por último, Jordan Love demuestra cada domingo que no tiene miedo a buscar el tercer nivel. Arriesga mucho en según qué situaciones, pero es verdad que la gran mayoría de las acciones terminan de manera muy positiva. Con ese juego horizontal y con la eficacia de la carrera, LafLeur puede dibujar rutas profundas donde la velocidad de Watson, Reed o Doubs le dé un objetivo claro a Jordan Love. Y si no es claro, el quarterback de los Packers no duda en darle la opción a sus receptores de hacer la jugada.

Personalmente, tengo muchas ganas de ver a estos dos equipos. Dos franquicias que llevan tiempo haciendo las cosas bien y que ven como la recompensa a ese trabajo se muestra cada domingo en el terreno de juego.


La pesadilla de Kyle Shanahan vuelve a estar enfrente de él. Hay pocos equipos, por no decir ninguno, que esté tan metido en la cabeza del head coach de los Niners como estos Chiefs. La última Super Bowl fue el claro ejemplo de esto que os estoy contando. Evidentemente, el partido de este domingo no tiene la trascendencia de aquel duelo disputado en Las Vegas, pero debe servir al equipo de la bahía como prueba de fuego para lo que está por venir. 

A pesar de la contundente victoria en Seattle, estos 49ers no están al nivel de otros años, sin querer decir con esto que no sean un buen equipo de football. Parece claro que Shanahan quiere darle más protagonismo a Brock Purdy, y el joven quarterback está aceptando el reto de la mejor manera posible. El juego de Purdy es muy eficiente y, además, consigue sacar jugadas con mucha facilidad, buscando cada vez más el tercer nivel del ataque y estirando a las defensas de la mejor manera. 

Los Chiefs buscarán presionar desde muy distintas opciones al quarterback de Niners. Chris Jones sigue siendo un arma de destrucción en el frente defensivo, pero llama la atención la capacidad de Chamarri Conner para encontrar vías de presión a través del blitz. Junto a Bolton y Justin Reid, Spagnuolo tiene a tres jugadores capaces de colapsar el pocket y de hacer que el ataque rival se atasque en diferentes fases de los partidos. Para evitar todos estos esquemas de blitz, Shanahan tiene que mostrar sus formaciones cerradas y aprovechar la versatilidad que le ofrecen la mayoría de sus jugadores de ataque, como en la imagen que os muestro aquí debajo.


Los 49ers alinean con Purdy debajo del center, con Jusczyk por detrás y con Mason como último hombre de esa formación en I. Es decir, está mostrando a la defensa una posible jugada de carrera con el fullback liderando el bloqueo. Se inicia el snap y Purdy juega el play action. A su vez, los dos receptores exteriores salen en ruta profunda para arrastrar defensores. Jusczyk sale al segundo nivel y finta que va a bloquear, cuando en realidad lo que hace es salir en ruta de pase profunda. La duda del defensor de la flat hace que el fullback le gane la espalda y se encuentre totalmente solo para recibir el pase de Purdy.

Patrick Mahomes ha ido perdiendo receptores por lesión desde el inicio de la pretemporada, y eso se termina notando. En red zone están teniendo muchos problemas para lanzar a la zona de anotación y eso complica algo sus partidos. Después de estar una semana descansando, Andy Reid habrá estado probando nuevas vías de anotación en su laboratorio, con lo que eso significa para la defensa minera, quienes tampoco es que estén jugando al mejor nivel posible.

La derrota en la Super Bowl hizo mucho daño a San Francisco, y una buena manera de curar heridas sería salir con la victoria este domingo. Sin embargo, los Chiefs son el rival más duro posible que existe en la NFL, y querrán seguir metiendo miedo al resto de la liga llevándose el duelo ante uno de los pocos equipos que puede ganarles en febrero, aunque, hasta ahora, no lo hayan demostrado.