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Los Cowboys envían un mensaje y otras pistas para entender la Semana 1

Con el arranque de la temporada NFL, estrenamos una nueva sección en la que todos los lunes os dejaré las principales conclusiones que extraigo de cada jornada. Lo más destacado, lo más llamativo, todo aquello que no te puedes perder de entre todos los partidos que se juegan cada semana. En el primer acto de cada temporada siempre hay una palabra que no deja de repetirse una y otra vez y que voy a tratar de evitar a toda costa, a ver si soy capaz de conseguirlo: sobrerreacción.

La defensa de los Cowboys envía un mensaje a la liga

La mayor paliza de toda la primera jornada es la que tuvo lugar en el MetLife Stadium de Nueva York durante el Sunday Night Football. Un sonrojante 40-0 que los Cowboys infligieron a los Giants. Y para entender este resultado no hace falta mirar a ninguna de las piezas ofensivas de Dallas, la gran responsable de esta tremenda diferencia fue la defensa vaquera, que apisonó durante todo el partido a un indefenso ataque neoyorquino.

Los Cowboys generaron presión sobre el QB en 23 de los 36 dropbacks de Daniel Jones, lo que supone que presionaron al quarterback el 63,9% de las veces que se dispuso a pasar. Un total de 8 defensores de los Cowboys consiguieron más de una presión al QB, 4 de ellos lo hicieron al menos cinco veces, 5 jugadores sumaron al menos un sack, hasta 7 jugadores de la defensa de Dallas consiguieron placajes para pérdida de yardas, 2 consiguieron una intercepción. Fue una auténtica exhibición de la defensa en todos los niveles. Desde el principio del partido, la unidad dirigida por Dan Quinn dejó claro al ataque rival que no iba a poder pasar el balón y cuando no les quedaba más remedio que correr, un tsunami de blanco, azul y plata les golpeaba sin piedad.

Si se observan los números de Micah Parsons (3 placajes, 1 sack, 2 golpes al QB, 1 placaje para pérdida de yardas) a primera vista se puede pensar que son muy buenos números pero nada especial. Nada más lejos de la realidad, Parsons estuvo por todas partes, condicionó el partido en cada snap y dominó por completo. Pero es que los Cowboys tienen tantas armas defensivas que lograron marcar las diferencias desde todos los lugares.

Jim Schwartz aún lo tiene

El nuevo coordinador defensivo de los Browns lleva más de 20 años en la NFL cumpliendo diferentes papeles, pero siempre fiel a su propia filosofía defensiva. Filosofía que ha implantado desde el primer momento en la defensiva de Cleveland que él coordina y que ha permitido dar a esta un enorme salto de calidad. La agresividad con la que juega en cada línea tuvo como resultado el peor partido en la carrera de Joe Burrow (al menos estadísticamente). En su primera aparición desde que firmó su contrato récord de 275 millones, Burrow firmó la peor actuación ofensiva de los Bengals desde que él es su QB: 3 puntos –igualado la peor marca en la era Burrow–, 142 yardas ofensivas totales –peor marca de los Bengals desde 2014–, 67 yardas aéreas totales –peor marca en la era Burrow–, 2,6 yardas por jugadas –peor marca desde 2014– y 13% en conversiones de tercer down –de nuevo, peor marca en la era Burrow–.

La defensiva de Cleveland volaba por el campo. Lo hacía pegada la línea de scrimmage para presionar a Burrow y la incorporación de Za’Darius Smith se hizo notar desde el primer día y volaba en la secundaria, donde los defensive backs estuvieron constantemente presionando a los receptores y no les dejaron ni respirar. Un molesto Ja’Marr Chase declaraba después del partido que les había ganado un grupo de elfos, en referencia a la talla de los cornerbacks de los Browns; pues esos, esos elfos les sacaron del campo en todo momento.

No se le dan nada bien los Browns a Joe Burrow, que acumula un récord de 1-5 contra el equipo de Cleveland.

Los 49ers dan un puñetazo sobre la mesa

Jugando a domicilio contra los prometedores Steelers y con todas las dudas que podía sobrevolar en cuanto a la vuelta de la lesión de Brock Purdy, el cambio de régimen defensivo… San Francisco las despejó todas de un plumazo endosando a los Steelers su peor derrota como locales en la era Mike Tomlin (30-7). La actuación de los 49ers fue imponente en los dos lados del campo. Partiendo, eso sí, de una defensa que se mostró incluso mejorada (y ya es decir) respecto al año pasado. Steve Wilks, el nuevo coordinador defensivo en la bahía, ha cogido todo lo bueno que ya tenía el sistema de DeMeco Ryans y le ha añadido un toque de picante sumando el elemento del blitz e involucrando más a los Linebackers en la presión al QB. Y el resultado no pudo ser mejor, Pittsburgh apenas ganó 3,9 yardas por jugada en ataque. En todo momento los 49ers fueron dueños del partido y se jugó a lo que ellos quisieron en ambos lados del campo.

Con Purdy mostrándose comodísimo y muy sólido, Aiyuk se presentó con su principal socio pero fue Christian McCaffrey quien de verdad marcó la diferencias con 169 yardas totales a las que sumó un touchdown realmente espectacular. Estas fueron las piezas destacadas, pero lo cierto es que todos pusieron su granito de arena en esa ofensiva, para brillar pero también para hacer el trabajo sucio y que todas esas piezas se puedan intercambiar y todos trabajen los unos para los otros hace este ataque muy especial.

Pero creo que hay que poner la atención en cómo la defensa de San Francisco desarmó por completo e hizo parecer completamente previsible al ataque de un Matt Canada sobre el que se ciernen enormes dudas. La pareja de LBs de los 49ers controló todo lo que sucedía frente a ellos y también a su espalda, es como si Fred Warner y Dre Greenlaw supieran en todo momento lo que iba a suceder y volaron sobre el campo para evitarlo. Da la sensación de que esta defensa se conoce tan bien y funciona tan bien como unidad que es muy difícil pillarlos desprevenidos, todo el mundo conoce su función y la ejecuta a la perfección. La presión al QB fue excelente, destacando los 3 sacks de Drake Jackson.

El gran show de la Semana 1

Dolphins y Chargers nos regalaron un tremendo show en el partido más espectacular y lleno de alternativas de toda la jornada. Un constante intercambio de golpes entre dos equipos que, más allá del resultado final, parecen verdaderas potencias de cara a esta temporada. Dos propuestas ofensivas que no tuvieron nada que ver y que en ambos casos resultaron altamente eficaces. Comenzando por los perdedores, los Chargers tienen que encontrar muchos motivos para el optimismo (especialmente en su ataque, como es lógico). Con Kellen Moore a los mandos, pudimos disfrutar del mejor juego terrestre del equipo angelino desde que Justin Herbert está a los mandos y eso equilibró muchísimo una ofensiva que ahora parece mucho más funcional y eficaz. Ekeler fue el más destacado pero Joshua Kelley tuvo también un papel muy importante en ese uno-dos que percutió una y otra vez contra las cajas ligeras de la defensa de Miami y cuando conseguía atraer la atención hacia el interior, Keenan Allen volvió a ser esa pieza diferencial en situaciones de necesidad, como lo ha sido siempre.

Pero si el ataque de Chargers destacó por su eficiencia, el de los Dolphins lo hizo desde la explosividad. Es un disfrute ver la evolución que está mostrando Mike McDaniel en su ofensiva. Es como si le hubiera dado un giro de tuerca más a un sistema que saca mejor de las piezas que tiene. Porque es evidente que los Dolphins tienen grandes estrellas en su ataque –Tyreek Hill y Tua firmaron partidos históricos– pero lo que hay que poner de relieve es cómo el sistema de McDaniel tiene la virtud de sacar lo mejor de esas piezas y ofrecerles un escenario donde puede multiplicar sus virtudes. Hasta 16 jugadas explosivas consigueron los Dolphins ante una defensa de los Chargers que básicamente fue incapaz de ofrecer oposición. Y una de las principales novedades que Miami ha añadido a ese ataque es el juego bajo centro; el pasado año Tua estaba comodísimo de cara a la defensa y tomando decisiones en la RPO, en este primer partido vimos como se añadía el componente del dropback partiendo bajo en center y explotando el Playaction.

Así, Tua firmó la tercer mejor actuación en cuanto a yardas aéreas en una primera jornada de toda la historia de la NFL con 466 yardas (solo por detrás de Tom Brady y Dan Marino) y Tyreek Hill probablemente se convirtió en el MVP de la jornada con esas 215 yardas y 2 TD, convirtiendo al receptor de los Dolphins en el jugador con más partidos de más de 200 yardas de recepción y dos touchdowns de la historia de la NFL, superando a Jerry Rice en esta estadística.

Bienvenidos a la NFL

Tres QB rookies arrancaron la temporada como titulares, Bryce Young, CJ Stroud y Anthony Richardson y los tres sumaron su primera derrota. La NFL no regala nada y no se lo pone fácil a nadie. De los tres, Richardson, el QB de los Colts, fue el que mejor actuación protagonizó, con su entrenador Shane Steichen le facilitó la vida con el plan de partido y el jugador salido de los Gators de Florida tuvo más aciertos que errores, pasando de las 200 yardas de pase y sumando un TD por aire y otro por tierra. Young y Stroud tuvieron un día más largo, sobre todo por la falta de protección de sus líneas pero aún y con eso, dejaron detalles positivos.

Bienvenido a la NFL (II)

Cinco entrenadores se estrenaban en sus nuevos equipos y los cinco sumaron sendas derrotas. Sean Payton y Frank Reich, que ya tenían experiencia en la liga, debutaban con Denver y Carolina pero no pudieron ganar; mientras que tanto DeMeco Ryans (Texans) como Shane Steichen (Colts) y Jonathan Gannon (Cardinals) hacían su debut como head coaches en la NFL y lo hicieron con derrota.

Los Packers siguen teniendo la medida tomada a los Bears

Era el primer partido en más de 30 años en el que los Packers no contaban con una leyenda en el puesto de quarterback, tras Favre y Rodgers, la difícil tarea de sustituirlos recayó en Jordan Love y Green Bay ganó con una nota muy alta, de hecho pasaron por encima de los Bears. Bajo el marcado estilo de LaFleur, donde la carrera asume el principal peso del ataque pero con Love dejando muy buen sabor de boca y demostrando peso en pocket y un buen conocimiento del sistema ofensivo, los Packers dominaron de principio a fin a unos Bears que cuando se les cae la línea ofensiva parecen un verdadero desastre.

Sean McVay sabe competir

Con un equipo jovencísimo pero con un veterano quarterback como Matt Stafford llevando la manija, Sean McVay volvió a demostrar que es un competidor nato y sobre todo que conoce muy bien a los Seattle Seahawks y sabe dónde hacerles daño. Con tres jóvenes armas ofensivas como Puka Nacua, Tutu Atwell y Kyren Williams fue más que suficiente para que Stafford se mantenga invicto ante los Seahawks desde que viste la camiseta de los Rams. Nacua y Atwell sumaron 119 yardas de recepción cada uno y Williams anotó los dos primeros touchdowns de su carrera. La defensa de Seattle quedó realmente expuesta gracias a la propuesta de McVay y la buena actuación de las jóvenes armas con las que contó Stafford.

Solo con defensa no vale para frenar a los Eagles

Poco más se le puede pedir a la defensa de los New England Patriots, cuyo despliegue ante el todopoderoso ataque de Philadelphia fue muy convincente y quizá mereció algo más que una derrota por una anotación. Tras el 16-0 a favor de los Eagles con el que se finalizó el primer cuarto –principalmente propiciado por un pick6 de Darius Slay–, en los tres cuartos restantes la defensa patriota limitó a la ofensiva de Philly a 3 fields goals, 4 punts, 1 fumble perdido y un turnover on downs. Pero el ataque de New England no recompensó esa fantástica actuación, en la que Jalen Hurts fue completamente maniatado, con una remontada. Hasta en dos ocasiones la defensa le dio la opción de acometer un drive ganador al ataque de los Patriots, pero ambas ocasiones fueron desperdiciadas.