Esta columna, la última de la temporada 2023/24, me tiene en una encrucijada. Intento restarle importancia a lo que voy a decir, pero lo pienso y las palabras que salen suenan demasiado grandilocuentes. Casi como si estuviera exagerando, aunque por supuesto no creo estar haciéndolo.
Donde la cosa se pone interesante con Mahomes es que, por más increíble que sea ubicarlo en el grupo más selecto de atletas del deporte en general, no alcanza para terminar de describir el tipo de carrera que está realizando.
Mahomes tiene 28 años. Acaba de conseguir su tercer Superbowl (y su tercer Superbowl MVP), logrando el primer bicampeonato en la NFL en 20 años. Además, ya fue nombrado en dos ocasiones como MVP de la temporada regular. En las seis temporadas que ha disputado como QB titular de Kansas City Chiefs, alcanzó como mínimo el AFC Championship Game (las semifinales).
Fuera de lo estadístico (para no aburrir, porque podríamos seguir un rato largo), Mahomes es lo más cercano a la perfección que se haya visto en el deporte. No le falta absolutamente nada. Tiene un brazo prodigioso, capaz de lanzar (y completar) cualquier pase en el playbook. Incluso ha inventado maneras de pasar el balón que jamás se habían intentado hasta su llegada.
Es un líder nato. Jamás habla negativamente de sus compañeros, que lo adoran. Es un competidor feroz. Cada vez que se plantea una crítica o duda acerca de sus capacidades (como en estos Playoffs, en donde se cuestionaba si podría ser exitoso jugando de visitante y sin ser favorito en las casas de apuesta), Mahomes lo utiliza como combustible para demostrarles a todos lo equivocados que estaban:
Mahomes reúne la combinación perfecta de talento, inteligencia y atletismo. Con el correr de los años, aprendió a “mitigar riesgos”, la frase a la que tanto hace alusión Tom Brady.
Quizá perdió cierta espectacularidad en su juego: los primeros 2-3 años de Mahomes fueron más “divertidos” para ver, con bombazos a Tyreek Hill y lo que parecía ser un truco de magia nuevo por semana. Sin embargo, esta versión más madura de Patito (como lo nombró Luquita Rodríguez) ha sido sin dudas más exitosa.
Por último está su atletismo, el factor que lo diferencia justamente de Brady, el actual GOAT de la NFL. Cuando su cabeza y su brazo fallan, Mahomes tiene un as bajo la manga: es buenísimo alargando las jugadas de pase al moverse por toda la línea horizontal de la cancha y, sobre todo, sabe elegir los momentos para correr él mismo con la pelota (algo que Brady jamás pudo hacer).
La carrera de Mahomes es inigualable con la de cualquier otro deportista porque combina el éxito colectivo con el éxito individual en la élite máxima de su disciplina. Vamos de nuevo: 6 años como titular, 3 Superbowls (sobre 4 jugados), 3 Superbowl MVP´s, 2 MVP's de temporada regular y nunca perdió antes del AFC Championship Game.
Dicho de otra manera: desde el día en el que Mahomes debutó en la NFL, es el mejor jugador y el más ganador de su deporte.
Intento, como me gusta hacer, trazar paralelismos y buscar comparaciones en otros deportes. Michael Jordan? Dominó la NBA como nadie desde su debut en 1985 (promedió 28.2 pts como novato y quedó 6to en la votación al MVP), pero no fue campeón hasta su séptima temporada.
Ni siquiera el propio Brady puede calificar. Si bien fue campeón en tres de sus primeras cuatro temporadas, su rendimiento individual estuvo lejos de lo que ha realizado Mahomes en sus inicios.
Considero que hay solo dos casos que aplican. El primero es el de Wayne Gretzky, GOAT absoluto del hockey sobre hielo y uno de los deportistas más dominantes de la historia. Gretzky debutó en 1978, salió campeón cuatro veces consecutivas con los Edmonton Oilers (del ´83 al ‘87) y, atención, fue MVP de la temporada regular OCHO años seguidos, desde 1980 hasta 1987 inclusive.
El otro, más impactante por supuesto, es el de Messi. A los 21 años, cuando recibía el primero de sus ocho Balones de Oro, ya había ganado dos Champions, tres ligas de España y un oro olímpico.
Hoy en día, con innumerables récords y la Copa del Mundo bajo el brazo, sumado a la masividad absoluta del fútbol por sobre cualquier otro deporte en el planeta, Messi tiene un lugar de privilegio aún dentro del círculo de GOAT´s. No creo ser el único que piensa que Messi es el mejor deportista de la historia de la humanidad.
Si bien Mahomes jamás alcanzará ni ¼ de la popularidad de Messi, sus trayectorias deportivas van por carriles similares. Al igual que lo hiciera Messi, la irrupción de Mahomes cambió el fútbol (americano) para siempre. A su historia le queda más de una década. Los grandes leyendas del deporte lo estarán siguiendo de cerca. Nosotros también.
Gracias a todos por leer. Un abrazo grande y que viva la NFL.