KEVLAR: Equipos a prueba de Quarterback
Stephanie Kwolek fue una pionera en la investigación de polímeros, y obtuvo varias patentes y premios a lo largo de su carrera. Su logro más notable fue la creación del Kevlar®, material que hoy se usa en chalecos antibalas y que impide que se traspase con proyectiles, cuchillos u otra clase armas. Pero lo importante es ¿Por qué o cómo lo consiguió? Todo se hace a través de uniones o cadenas, no por un componente solo, de hecho, genera una resistencia a la tracción diez veces mayor que la del acero con el mismo peso. La estructura química de Kevlar® está compuesta de varios enlaces de cadenas entrecruzadas con enlaces de hidrógeno que generan esa resistencia a la tracción. Y esto, traído a la NFL, nos lleva a qué o cómo se pueden construir, y a las pruebas históricas me remito, equipos a prueba de QB, al menos de QB élite. No es necesario para ganar el Lombardi o por lo menos, para ser exitoso en esta competición, un quarterback megaestrella, que domine el juego como nadie y permita sustituir malas piezas de una plantilla por su sola actuación estelar partido tras partido. Ahí precisamente está el equilibrio de lo que busque el propio staff. No es sencillo, además supone vencer la tentación de no ir a por el mariscal de turno, número 1 en la NCAAF que, como cada vez se demuestra, poco o nada tiene que ver con esta NFL. Hacerlo bien no garantiza nunca la presencia en el SB, pocos la consiguen y hay aún muchas franquicias que no lo hicieron nunca, así que, si somos serios, el éxito en la NFL no es otro que competir en Playoffs, año tras año, o las más de las veces.
Hay equipos en esta NFL que dependen definitoriamente, en su composición y funcionamiento, de su Mariscal. Piénsese en Chiefs, Bills, Bengals, Ravens, Chargers, podríamos añadir a Rams con un Stafford superior y también metería a Eagles por su forma tan particular de entender la ofensiva con Hurts. Después de estos, y dejando de lado a Steelers con Fields como epítome del desprecio por el quarterback, podríamos hablar de un grupo de equipos que tienen una estructura de equipo sólida, incluso superior a varios de los que están en esa categoría de QB-dependientes, que podrían intercambiarse el mariscal y no creo que hubiera grandes daños. Me refiero a Seattle con Geno Smith, a Atlanta con Cousins, a Detroit con Goff, a Dallas con Prescott, a Packers con Love, 49ers con Purdy o incluso, con mucha precaución, a Bucs con un Mayfield desconocido. En esta lista dejo en observación a Vikings con este Sam Darnold que quiere revitalizar, con Mayfield, aquella hornada de quarterbacks de 2018 donde quedó atrás y en el olvido, Josh Rosen, y consolidados en tal camada, Josh Allen y Lamar Jackson. Se puede convertir la misma generación, en una de las mejores o por lo menos, la más fructífera en número de QBs starters de la NFL actual. ¿Quién lo iba a decir? Quizá esté dejando algo de dudas esta Atlanta, pero Cousins siempre sabe sacar el máximo de sus receptores y lo que tenga que hacer lo hará.
Permítame el lector hacer un ejercicio de ciencia ficción con dos Franquicias antagónicas. Hace poco leí la opinión por la que, los Chicago Bears podrían haber configurado un mejor equipo con el capital de Draft que disponía, colocando sobre la mesa dos picks alternativos. Pongámonos al asunto. El pick #1 que tenía Bears, podrían haberlo cambiado, bajando a por el pick #4 y (algún pick más de primera y/o de segunda), cosa esta bastante razonable y, posteriormente con lo conseguido en ese trade, usarlo a modo de intercambio para subir del #9 al #6. Con esto, tendrían el 4 y el 6 del Draft. Nada ilógico hasta aquí, de hecho hubiera sido algo bastante factible. A la luz de lo sucedido en el NFL Draft de 2024, estarían en posición de, quedándose con Fields u otro QB de bajo consumo, sumar a Marvin Harrison Jr. así como a Joe Alt. ¿Se lo imaginan? ¿Creen que con estos cambios el equipo luciría diferente? Es pronto para decirlo. Pero aquí está el planteamiento:
Caleb Williams (QB) + Rome Odunze (WR) > = < Marvin Harrison Jr. (WR) + Joe Alt (OT)
Como digo, es ciencia ficción, pero personalmente yo no tengo dudas, me quedaría con la segunda opción. Lo haría porque creo, como ya repetí hasta la saciedad, que la NFL y más ésta, es una liga de entrenadores por encima de quarterbacks, sin despreciar la importancia de estos que es indiscutible y llevan todo el peso de la ofensiva. Creo que se haría un equipo más equilibrado, potenciando una OL más débil de lo que se preveía, donde es difícil correr y con un receptor mucho más versátil. Es el segundo equipo por la cola que menos corre por partido con apenas 72 yardas y el octavo por la cola en yardaje de pase con 176 yardas por partido. La ocupación de espacio que da Marvin Harrison Jr. es mucho más universal y omnímoda que Odunze donde su desplazamiento es muy vertical. MHJr está hecho para trabajar espacio en profundo, corto, desde el backfield, tras linebackers, por dentro, etc… En definitiva, Bears se llevaría a un OT top y un WR que aportaría más soluciones. ¿Qué alternativa tendría Bears de optar por la segunda opción? Pocas en la práctica social. La presión de draftear a Caleb era muy fuerte; además, si Ryan Poles valora su puesto de GM, haber drafteado a Caleb, aunque luego salga mal, muy mal, no sería criticable, era la decisión lógica. Nada que achacarle. Además de todo, C.Williams apenas lleva 3 partidos, muy poca muestra para valorar nada. Hay otros, vecinos de Chicago, que por ejemplo draftearon un RB y un LB en primera ronda del draft del año pasado, recibieron múltiples críticas a esas selecciones, pero los objetivos buscados eran otros, y ahí están, top 5 en juego ofensivo de carrera, top 5 en defensa contra carrera.
A veces, no hay que hacer lo que todos quieren, sino lo mejor para el equipo y esta es una decisión muy complicada (*véase NFLSalvaje Week 2: decisiones*), por eso tener un HC y un GM que sepan adonde van es más importante que cualquier otra cosa y no tengo muy claro que suceda en la ciudad del viento. Es probable que Caleb Williams se asiente y pueda dar más de lo que demostrado en este corto espacio de tiempo, todos lo esperamos, parece que el talento está ahí porque se ve en algunos lanzamientos meritorios, sin dejar de ver, lógicamente, otros pases fuera de ruta, propio de la falta de entendimiento con sus receptores; también se observa cómo va reteniendo menos el balón de lo que lo hacía en College y por supuesto de su primer partido. La evolución del primero al tercero se ve. Lleva un porcentaje de completos por debajo del 60%, 70/118, 2 touchdowns y 4 interceptaciones. Tres partidos en el profesionalismo es bastante poco aun para juzgar nada, aunque ves su atrevimiento en no pocos lanzamientos peligrosos que no acabaron en más intercepciones por puro azar; tiene dificultades para medir esa temeridad porque no había tal en la NCAAF, es parte del proceso. No son números desastrosos para un rookie, más bien es lo normal, lo que no tengo tan claro es si esto de ser lanzado a los leones con tanta precocidad amedrentará su talento o lo alentará, cada quarterback es un mundo de personalidad y carácter. Veremos. De lo que no cabe duda es que Bears ha apostado todo al QB.
Y todo esto en contraposición con otra Franquicia y otras formas de hacer que poco gustan a sus seguidores, pero donde el HC y GM no se dejan llevar por esa presión social. El verdadero equipo a prueba de Quarterback: Pittsburgh Steelers. Tras quedar vacío de talento por la jubilación de Roethlisberger, pasen y vean los starters acereros: Mason Rudolph, Devlin Hodges, Kenny Pickett, Mitchell Trubisky y Justin Fields. De verdad ¿alguien cree que han alterado un ápice el plan de un equipo que va 3-0? Donde, por cierto, tiene la mejor de las defensas y sí, un ataque poco atractivo. Las estadísticas por yardaje en el ataque por pase son aún peores que Chicago, no así en carrera que están en la primera mitad de la competición. Pero lejos de eso, sobra decir lo sublime que son en defensa. Es la franquicia que menos yardas totales y puntos por partido consiente, solo 8,7 puntos por partido. Desquiciante para el rival. Cuando a uno de los dos lados del balón eres el mejor, no bueno, el mejor, los fans están legitimados para soñar solo en cosas buenas.
Defensa Steelers: Yardas totales consentidas: 229.7 yds (1º); Anotación consentida: 8.7 puntos (1º); Defensa de carrera: 71.3 y/p (3º); Defensa del pase 158.3 y/p (5º)
Pero lo mejor de Pittsburgh, no es la plantilla que tiene, sobra hablar de Watt y compañía, de la segunda juventud y cómo encaja Deshon Elliot en su Cover 3, de Fitzpatrick, de Patrick Queen, de Heyward y Highsmith,… sino de cómo defienden, la disciplina en asignaciones es única, nadie escapa a las rat calls – cambios a rutas por debajo de linebackers (drag, shallow…)-, los jump calls como esos intercambios en jugada CB por Safety, los stunts y trueques posicionales de la DL, el ataque al Gap, del abuso efectivo que hacen del single high, con un 25% de uso de la Cover 1 y de alrededor del 50% de la Cover 3, y así podíamos seguir. Pero sobre todo la solidaridad. Y esto es Kevlar. Uniones o enlaces de unidades que generan estructuras entrelazadas difíciles de atravesar con la más violenta ofensiva. Ver jugar a Steelers es bello si has traspasado la juventud de tus años enefeleros, si has abandonado ver el balón volar de las manos de tu QB como principal atractivo y buscas más cosas. Ver a Steelers, al menos en lo que va de campaña, es ver una cinta de montaje trabajando, cada cosa en su lugar y momento, hacen un todo y son muchos los que lo forman. Es contender, aguanten lo que aguanten.
En estos 3 partidos, en cuanto a yardaje consentido, Seattle Seahawks es el equipo con mejor defensa contra el pase. Por aire no hay equipo que defienda mejor. Solo permitió 397 yardas en estos 3 juegos. Es cierto que enfrentarse contra QBs como un rookie en el caso de Bo Nix, contra Skylar Thompson y Jacoby Brissett, no son una muestra importante, aunque sí se hizo lo que se tenía que hacer y lo que cualquier buen equipo haría, estar ahí arriba. Mike McDonald empieza a dejar su sello, un grupo serio en el campo y con un Qb que responde cuando tiene un buen equipo alrededor.
Green Bay es otro que demuestra su ausencia de QB-dependencia. Fuera Love, Malik Willis sigue aprovechando las trincheras y como no, la amenaza de carrera del propio quarterback y por supuesto de Josh Jacobs. Es la franquicia con más yardas por tierra. LaFleur ha dado a este equipo una seguridad en sí mismos, falte quien falte, esté quien esté, y eso trasciende al campo y lo más importante, la adaptación al juego de Willis tras la ausencia de Love. Ambos QBs han intentado el mismo número de pases, solo que Malik en 2 partidos y Jordan Love, en uno. Pero si algo destaca en estos Packers son sus trincheras, se corre, y se defiende. Hafley está haciendo un trabajo superior en esa defensa donde McKinney ha encajado como un guante, y las lesiones no se notan. Green Bay es un equipo muy serio. Veamos lo que da de sí en semanas venideras con los ajustes a la vuelta de Jordan Love. Números de la defensa de Packers:
La NFC Norte está volviendo a reverdecer con esos Packers y... Vikings de nuevo, enseñando a todos que es otro buen equipo a prueba de quarterback. Un equipo que compite esté quien esté a los mandos, lo demostró el año pasado hasta que le dejaron, y éste con Darnold al frente, está resucitando las esperanzas por las que cada Franquicia que lo acogía en su vestuario, suspiraba para que se convirtiera en aquello para lo que fue seleccionado en una primera ronda de 2018. Como siempre, para comprobar que algo que estaba roto vuelve a funcionar, hay que dar tiempo, pero la pinta es extraordinaria. Unos Vikings con una OL tremenda, dando todo el tiempo del mundo a Darnold y por supuesto a Aaron Jones que ha encajado en ese equipo como pieza de puzzle. Hay buen entrenador en O’Connell y, por supuesto, en Brian Flores. Se viene un partido entre Green Bay y Minnesota para esta semana 4, tremendo.
Otra Franquicia, en este caso QB-dependiente, es Buffalo Bills, que se está convirtiendo, sino lo había hecho ya, en lo que Josh Allen es. Una simbiosis perfecta. Si algo tienen estos Bills es el carácter de liderazgo y ganador de su QB. Todos a su alrededor son mejores. James Cook está a un nivel superlativo, es el segundo jugador que más recibe y el primero en la carrera. Aire y tierra. Da tantas soluciones a Allen que pensar en una lesión, resultaría trágico. En la NFL todo cambia para mal en 2 segundos. Los cambios para bien suelen llevar más tiempo. En esto también piensa el bueno de Josh al que estoy viendo, en estos 3 partidos, más comedido en sus carreras. Comedido, si se puede decir así, porque sus piernas siguen siendo un arma que pone encima de la mesa a cada partido. Buffalo asusta, pero aún no llegó Octubre y ya se sabe, las defensas se ajustan.
No quiero dejar esta columna sin hablar de Jayden Daniels, el mejor QB rookie hasta el momento. El partido que jugó, liderando a Washington en Cincinnati es un partido anómalo para cualquier QB, incluso lo sería para el propio Mahomes. Completó 21 de 23 intentos de pase para 254 yardas con 2 TD de pase, y además corrió para TD. Desde 1950 no sucedía esto, un QB con más de un 90% de completos, más de 250 yds y anotación propia. Había un mantra con este jugador por el cual se afirmaba que corría a las primeras de cambio abandonando el pocket y sin esperar a una segunda lectura. Nada más lejos de la realidad, si se ven sus partidos con LSU, y es cierto que contaba con dos grandes receptores como Brian Thomas Jr. y Malik Nabers, se aprecia la paciencia que tenía en el pocket pero con la habilidad de acelerar para el caso de necesitar escape. Tiene unas piernas privilegiadas, pero también su brazo, y ahora está demostrando que lo puede transferir a la NFL. Lo han limitado, le han cercenado movimientos como es lógico, y Dan Quinn ya transmite paciencia con él a pesar de este inicio de temporada. Washington está ansioso por un quarterback franquicia, quien sabe, seguramente no llega a lo que fue Theismann, Baugh, Jurgensen o incluso Rypien para los Redskins, pero si se le cuida por la Franquicia y la evolución sigue un ritmo normal, muy probablemente tendremos una ilusión renovada y la pieza que necesitaba Washington para el volantazo que querían. Va camino, bendito camino en ocasiones, de construir otra Franquicia QB-dependiente.
Se viene otra semana extraordinaria antes del primer BYE con partidos como el Minnesota@Green Bay, el partido gigante que enfrentará a Bills contra Ravens, y un interesante Seahawks@Lions. ¡Feliz semana 4!