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A medida que se acerca el final de temporada se afianza aquel grupo de equipos que, sin hacer ruido, se empiezan a asomar en la foto y pueden sorprender a más de uno.

 Pittsburgh y Green Bay son Football Towns, capital F, capital T. Quedándonos con la ciudad del acero, la victoria del último domingo fue un símbolo de todo lo que representan este equipo y esta ciudad.

Hacía mucho tiempo que no veíamos un quarterback con tanta proyección saliendo del College como Caleb, pero nadie puede sobreponerse a una franquicia sin rumbo.

Kansas City, actual bicampeón por si alguien se olvidó, es el único equipo invicto en la liga. Su marca de 8-0 le da un 99% de probabilidad de ingresar a Playoffs e intentan ser los primeros en ganar el Superbowl tres años al hilo.

En una temporada tan corta que solo cuenta con 17 partidos por equipo la diferencia entre entrar a Playoffs o no puede depender de dos derrotas en septiembre que son imposibles de recuperar según se acerca el invierno.

 El equipo que más me gustaba, aquel que, con suficiencia, tras el draft, pensé como irremediable candidato al bicampeonato naufragó esta semana con treinta y cinco puntos. ¿Qué hace uno, entonces, sino dudar de sí mismo? 

Los Cleveland Browns están en la peor situación de cualquier equipo en la NFL. El contrato de Deshaun Watson es el mayor lastre competitivo de la liga.

Entre atrapadas a una mano, maniobras equilibristas y carreras relampagueantes dejando rivales sembrados los WRs están acostumbrados a ser el centro de la acción. La ironía es que dependen por completo del QB y Terry McLaurin ha encontrado en Daniels la redención.

 A veces hay jugadores de estadio a los que les pedimos hacer cosas de banda de estudio o de sala íntima de conciertos. Tal es el caso de Josh Allen, cuya manera de vincularse con el futbol americano es explosiva y emocional.

Hoy, cinco semanas después del inicio de temporada, ninguna fan base camina por la calle con una sonrisa tan grande como la que ostentan aquellos que tienen la dicha de llamarse fanáticos de Washington Commanders.

Lo único en lo que se parecen Bo Nix, Caleb Williams y Jayden Daniels es que los tres son quarterbacks novatos y que los tres consiguieron una victoria el domingo jugando como titulares. En su desempeño sobre el campo y en su gestión por parte de los equipos se parecen lo mismo que un huevo a una castaña.

Los últimos años la NFL ha vivido un aumento en la presión a los mariscales por parte de las defensivas, y eso se ha traducido en un aumento en las capturas logradas por estas unidades. Este año, el porcentaje de presión y la efectividad han alcanzado sus registros más altos.

Lo cierto es que, en un comienzo de temporada esquiva para los quarterbacks, el domingo Matthew Stafford fue agua en el desierto. Un bálsamo. O, como diría Charly García en su nuevo (y espectacular) disco: un poco de aquella medicina, number nine.

Cambio de HC en Cowboys, Josh Allen MVP, los Steelers invictos, Sam Darnold brillando con Vikings y otras verdades y mentiras con el veredicto de cómo puede terminar la historia.

Drake London había anotado un touchdown. A pase de Kirk Cousins. Kirk Cousins siendo clutch en prime-time. Gocé tanto que no fue sino hasta que llegué al hotel que vi los puntos de Drake London brillando como un auténtico tesoro… en el banquillo.

Lo que ha hecho Flores desde su llegada a Minnesota va más en sintonía con lo que hizo Lou Anarumo en la histórica postemporada en la que Cincinnati alcanzó el Super Bowl y, especialmente, con la filosofía de su gran mentor, Bill Belichick: crear confusión disfrazando las coberturas.

Nos encontramos con la noticia de que los Carolina Panthers sentarían a Bryce Young tras solo 18 titularidades para darle los mandos del equipo a Andy Dalton. La pregunta clave es, ¿tan mal ha jugado Bryce Young? ¿Era tan insostenible mantenerle en el campo pese a la inversión hecha en él?

Me voy a sincerar: no pude empezar peor. Cuatro de mis ocho equipos naufragaron. El gran reto, ahora, es no volverse loco y no soltar jugadores bajo la influencia de la sobrerreacción.

El partido de São Paulo no fue lindo a la vista, pero claramente vino holgado de emociones. Hay que marcarlo claro, para que lo sepan los fanáticos, los equipos e incluso para que la misma liga no lo olvide: bienvenida la NFL a Sudamérica. 

 Eso es lo que hemos tenido que esperar los fans de la NFL para volver a ver fútbol americano competitivo desde el Super Bowl que alzaron por segunda ocasión consecutiva los Kansas City Chiefs en febrero de este mismo año. 

Un primer pick de draft es cosa seria. Se me han aparecido en sueños Bijan Robinson y Breece Hall para convencerme: quieren que me traicione y elija un running-back en mi primer turno.

Vivo en Argentina, así que los meses de abstinencia de NFL coinciden con los más fríos del año. Por ambas razones (y otras que no nombraré aquí), suele ser un período de tiempo amargo.

 ¿Juegas fantasy?, alcancé a preguntar. En aquella mesa arrancó nuestra obsesión con el fantasy.

¿Serán capaces de resurgir estos 49ers de Purdy, McCaffrey, Samuel, Bosa y compañía? Habrá un largo offseason y una aún más larga próxima temporada para descubrirlo.

Fuera de lo estadístico, Mahomes es lo más cercano a la perfección que se haya visto en el deporte. Tiene un brazo prodigioso, capaz de lanzar (y completar) cualquier pase en el playbook. Incluso ha inventado maneras de pasar el balón que jamás se habían intentado hasta su llegada. 

Los siete equipos de Playoffs de la Conferencia Americana parecen, si no decididos, muy encarrilados.  En la Nacional es todo lo contrario: cinco plazas para nueve equipos con posibilidades reales.

Los caminos de cada franquicia empiezan a verse cada vez más claros. Pittsburgh es tan candidato como Chiefs/Bills o más, proponiendo otra forma de acercarse a la victoria.

A pesar del récord, hay un aspecto del juego donde los Bengals son absolutamente élite. Hablamos del juego de pase y hablamos de la conexión Burrow-Chase.

Bills y Chiefs juegan el partido de la semana, Bengals y Chargers podrían estarse disputando el wildcard y Seahawks y 49ers se disputan el camino a playoffs.

Como decían tantos entrenadores de este deporte, los ganadores encontrarán la manera de ganar y los perdedores la manera de perder. 

Son muchos los argumentos que se han esgrimido para explicar las victorias de Chiefs y Lions esta semana: El destino, la suerte del campeón, la magia negra, el vudú…

El límite de traspasos nos ha dejado grandes refuerzos en equipos que empiezan a tener claro que la puerta para hacer algo grande se ha abierto de par en par.

Una vez cruzada la barrera de la mitad de temporada en la NFL, hay asuntos que parecen a tomar aspecto de certeza, como que Lions, Chiefs y Ravens son los mejores equipos de esta campaña.

A inicios de temporada algunos jugadores y equipos eran proyectados como protagonistas, pero han emergido algunas sorpresas y otros han quedado muy debajo de las expectativas.

El fútbol americano es uno de los deportes que más importancia dan a la táctica y revisionado de la ejecución practicada (y a la del rival).

Oficialmente cruzamos el ecuador de la campaña 2024 y aprovechamos para echar un vistazo a quienes han destacado en la liga en esta primera mitad de año.

Cualquier fan que haya visto el Bears vs Commanders acabó con la sensación de que se hizo "justicia". Pero no siempre gana los partidos el equipo que gana en las estadísticas.

Tras (casi) media temporada jugada, estos son los equipos a los que más probabilidades de pelear por el Vince Lombardi, valorando no solo el presente, sino también haciendo una necesaria proyección a futuro.

Los Philadelphia Eagles están de vuelta mientras los 49ers respiran en espera de la vuelta de CMC. Los Steelers recuperan el trono del norte. Pronóstico de tormenta en NY, Cincinnati y Dallas.

Rachaad White tendrá que echarle una mano a Baker Mayfield, Commanders enfrenta la mejor versión de Caleb, mientras que Steelers quiere seguir acumulando victorias a costa de los Giants.

Goff se ha convertido en un QB que hace ganar a su equipo. Los Ravens encajan golpes, pero al final tiran el gancho que manda a la lona, en donde parecen estar ahora los 49ers.

La ventana de Super Bowl parece estar llegando a su fin para los 49ers o nunca haberse abierto para los Jets, de los que peligra su presencia en playoffs. La de los Detroit Lions está abierta de par en par.

El excelente rendimiento de Derrick Henry está siendo el complemento perfecto al juego del actual MVP de la competición, Lamar Jackson. La inmensa amenaza de la carrera de ambos jugadores es la que está elevando a la máxima potencia el pase de Baltimore.

Tras pasar por encima de Dallas, los Lions deben romper el invicto de Vikings para tomar la cima de la mejor división. Además, una batalla entre Jordan Love y C.J. Stroud y la reedición del Super Bowl anterior cierran los partidazos de semana 7.

Una franquicia o club busca ese elemento diferencial año tras año que le haga trascender en su deporte. Hasta ahora,  podemos ver al menos un jugador diferencial o que promete serlo en cada equipo y Lamar es la causa de que los Ravens vuelvan a ser favoritos al Super Bowl.

Nadie luce más solido que los Lions. Dallas implosiona frente a su público. Lamar Jackson sigue a ritmo de MVP. Y la NFC Norte es la división que marca el paso en la liga.

Jayden Daniels se enfrenta a Lamar Jackson, la sorprendete defensiva de Broncos quiere frenar a los Chargers y el MNF entre Bills y Jets será una oportunidad para que alguno de los dos recupere su mejor versión.

Novatos que están luciendo en ritmo, veteranos encontrando su mejor forma y algunas sorpresas que, a inicio de campaña, no pensábamos que estarían en la lista. Mira qué QBs forman parte del top 10 en este arranque de campaña.

Por un lado, el football actual es sostenible para QBs en edad madura. Por el otro, la carrera ya no es algo exclusivo del RB, se ha vuelto algo natural a integrar en los QBs menores de 27 años. 

Kansas City quiere seguir invicto y tomar más distancia en la AFC, mientras que New Orleans debe evitar a todas costa sumar su tercera derrota consecutiva, especialmente si ocurre teniendo la ventaja en el último cuarto.