La temporada 2020 de Justin Herbert seguramente pasará a la historia como una de las mejores que ha hecho un quarterback novato. Herbert fue el 6º jugador de toda la NFL con más yardas de pase con 4.633, el 10º con más touchdowns de pase con 31 y fue el 8º pasador que más primeros downs consiguió, tanto por tierra como por aire, con 228.
Herbert ganó el premio a Rookie del Año rompiendo todos los récords históricos de touchdowns totales (36), pases de touchdown (31), pases completos (396) y se quedó a 38 yardas de batir el récord histórico de yardas para un rookie de Andrew Luck (4,374).
Si CJ Stroud juega al mismo nivel al que ha jugado estos cuatro primeros partidos, y con el beneficio de ese partido 17, pulverizará muchas de estas marcas. La proyección, siguiendo la tónica de estos cuatro partidos, para CJ Stroud es de 400 pases completos y 5.151 yardas de pase.
Pero vamos a lo importante, ¿cómo lo ha hecho?
CJ Stroud era para mi el mejor quarterback de esta clase del Draft, como comenté en este artículo de finales de marzo en este mismo espacio. Y lo era porque creo hacía (y hace) muy bien las cosas aburridas que tiene que hacer un quarterback como son cambiar las protecciones de la línea ofensiva, elegir correctamente la jugada en función de la defensa que se le muestra antes del snap y diseccionar la defensa una vez ha recibido el balón.
Stroud ha mantenido esa gran anticipación que le caracterizó en College y su precisión en prácticamente todos los niveles del campo ha trascendido en su paso a la NFL. Nunca va a fallar los pases fáciles y siempre va a poner a sus receptores en disposición de ganar yardas tras la recepción
La única duda que quedaba con él era la gran cantidad de talento que le había acompañado en Ohio State: Garrett Wilson, Chris Olave, Jaxon Smith-Ngjigba, Marvin Harrison Jr y Emeka Egbuka. Además de una línea ofensiva de muchísimo talento que le protegía realmente bien.
Pues ha llegado a Houston, en una de las peores situaciones ofensivas de toda la NFL, y está siendo capaz de elevar todos los jugadores de su alrededor. Su línea ofensiva va ya por el tercer suplente en cada puesto: el tackle derecho Tytus Howard está lesionado durante por lo menos cuatro semanas, el guardia izquierdo Kenyon Green y primera ronda de este año se va a perder toda la temporada, el tackle izquierdo Laremy Tunsil se perdió ante los Steelers su tercer partido seguido y tanto el center titular Juice Scruggs, como el center suplente han caído lesionados. Después de ver esta lista no quiero oír ninguna excusa sobre quarterbacks que no funcionan porque su línea ofensiva es muy mala.
Y sus receptores tampoco es que fuesen un conjunto de All-Stars: un Robert Woods de 31 años, un Nico Collins que está a 60 yardas de superar su record en una temporada entera de NFL (recuerdo que solo llevamos cuatro partidos) y un rookie de tercera ronda como Tank Dell.
Una de las cosas que más me han gustado es cómo le está llevando Bobby Slowik, el coordinador ofensivo novato de los Texans. Porque una cosa es saber que tu novato tiene talento, y otra muy distinta es quitarle los ruedines a la bici y dejarle volar. Hemos visto como los Texans dejan a CJ Stroud en muchas ocasiones jugadas con el backfield vacío, confiándole la toma rápida de decisiones y el cambio de protecciones en la línea ofensiva.
Esto además supone obligarle a leer todo el campo para decidir dónde tiene la mayor ventaja y atacarla. Y es todo lo contrario a lo que solemos ver cuando un novato llega a la NFL: muchos jugadores quedándose en protecciones y lecturas de solo una mitad del campo. Los Texans confían en él y están dejándole jugar como un adulto.
Y Stroud está respondiendo, y de qué manera, sobre todo en terceros downs donde lidera la NFL en yardas (456), primeros downs conseguidos (22) y % de completos ajustado (88,9%). La agresividad, la anticipación, la precisión. Es algo por lo que los fans de los Texans tienen que estar muy contentos. En una franquicia históricamente perdedora, donde el nivel de la gerencia es cuestionable y donde el mejor pasador que han tenido en los últimos años salió de la manera que lo hizo, es difícil pedir ilusión… pero este es el bueno, fans de los Texans. Es momento de ilusionarse