La pretemporada tiene para algunos un sabor agridulce. La sequía de football es tal que nos hace sentir como si aún siguiéramos en Phoenix. Y la pretemporada llega como un remanso. Pero, seamos honestos, no es un producto fácil de seguir. Leía a alguien en X (la asociación natural en mi mente es escribir Twitter, para luego notarlo y corregir) que compartía un monólogo interno que decía algo como:
- ¿Me voy a quejar de la pretemporada? Sí.
- ¿Voy a poner todos los partidos de todos modos? Sí.
- ¿Los voy a quitar después del primer cuarto? Sí.
Y quizá el primer cuarto es radical, pero para otros fluctúa entre el segundo o quizá comienzos de la segunda mitad. Mucho depende de la situación de tu equipo, pero muchos de los jugadores que ahí participan jamás tendrán un snap en un partido de temporada regular. Así de contundente. Las OL, muchas veces también armadas de pedacería, ofrecen un desempeño tan poroso que hasta los QB novatos (con potencial de titular) son retirados para proteger la integridad de su apuesta.
Pero este escenario, que por momentos se siente tan alejado de lo que veremos en menos de un mes, es un campo fértil de historias que tienen mucho de la heroicidad que amamos en este deporte. Y Dylan Drummond puede convertirse en la historia a seguir en esta pretemporada. Egresado de finanzas en Eastern Michigan, a quienes eligió porque fueron los primeros en ofrecerle una beca. Lealtad. No recibió una invitación al Combine y tenía claro que tampoco tenía ninguna posibilidad de ser elegido en el Draft. Parecía que podía tomar el camino natural de los héroes de la pretemporada y ser tomado como Undrafted. Sin embargo, esa puerta también se cerró para él. Quedó apenas un resquicio cuando los Detroit Lions organizaron un minicamp para novatos. Fue a hacer pruebas y le dejaron quedarse. Una historia de absoluta improbabilidad. Desafíar todas las estadísticas.
En el primer partido Drummond cortó hacia la esquina, tras reconocer al CB frente a él y saber que enfrentaba una cobertura hombre a hombre. Nate Sudfeld, QB también suplente de los Lions, vio cómo ganaba espacio y le lanzó un pase que se quedó ligeramente corto. Drummond regresó para tratar, con un potente salto, de hacerse con el balón. Practicó salto de longitud en la preparatoria. Cor'Dale Flott logró impedir el touchdown y el balón terminó alejándose de sus dedos. Sus padres lo miraban desde las gradas, incrédulos de que su hijo estuviera jugando un partido en la NFL. La palabra pretemporada ni siquiera pasó por su cabeza. Logró un par de recepciones para conseguir 12 yardas, pero fue consciente de que debió conseguir ese touchdown: "Necesito convertir esa jugada, por Nate".
Dan Campbell habla de su esfuerzo, de cómo trabaja y puede jugar varias posiciones (en High School jugó como receptor y DB, regresó punts y kickoffs y llegó hasta a patear puntos extra). Deja una frase sobre él que es muy poderosa: "Simplemente es muy difícil de ignorar". El sábado los Lions enfrentan a los Jaguars en la segunda jornada de pretemporada. Una oportunidad más para que Dylan luche por salvar el corte en el roster. Que publique la noticia en su cuenta de Instagram de apenas 3 mil seguidores.
Que tiene una oportunidad real de ganarle el pulso a Maurice Alexander, que lucha por el mismo espacio y quien regresó una patada para TD. Otra adversidad. Una batalla muy cerrada por el último espacio para un WR. Una vez más tiene todo en su contra. Es una oportunidad para nosotros de engancharnos a la pretemporada y dejar correr por más tiempo ese partido. No sé si todos lo aguantarán completo, pero al menos mantendremos el interés por el tiempo que Drummond siga en la cancha.