Ustedes me disculparán si lo que les voy a revelar a continuación me hace quedar como un bruto, pero son mis lectores y merecen que les sea (brutalmente) honesto.
A veces, cuando pienso en una palabra que quiero emplear (ya sea para una columna como ésta o para un relato) y no estoy 100% seguro de que significa lo que yo estoy tratando de comunicar, la busco en Wikipedia.
Entiendo que existe la Real Academia Española o que Google mismo ya te ofrece definiciones, explicaciones y sinónimos. Desconozco el origen de mi confianza para con Wikipedia, pero créanme que el fuego de nuestra pasión arde. Lo que haya que donar para mantenerla viva, lo donaré (al ritmo que sube está subiendo el dólar en mi país, debería cuidar declaraciones como la que acabo de realizar).
La introducción anterior fue toda para lo siguiente: hace varias semanas que vengo luchando con un dilema.
Un dilema (dice Wikipedia, ergo es cierto) "es un argumento que está formado por dos proposiciones contrarias y disyuntivas: al conceder o negar cualquiera de estas dos proposiciones, queda demostrado aquello que se quería probar".
WOW. ¿Es acaso la prosa de Gabriel García Márquez o… una simple entrada de Wikipedia?
La cuestión es que hoy vamos a estudiar el caso del señor Brock Richard Purdy, quarterback de San Francisco 49ers. Tal como indica la foto de arriba, Purdy fue seleccionado con la pick número 262 de la séptima ronda en el Draft de 2022, "ganándose" el mote de "Mr.Irrelevant" (que empezó a utilizarse en 1976 para mofarse de la última elección del Draft de la NFL).
No me voy a detener demasiado en la actualidad de los 49ers. Primero porque tenemos grandes articulistas como Iker Sagasti que lo explica con claridad, y segundo porque tanto el súper analista Marco Álvarez como este humilde fan de Tayl-ehm (casi digo su nombre) escribimos sobre ellos la semana pasada.
Hasta aquí, la historia de Purdy es algo que supera (ampliamente) al mejor guion de Hollywood. Luego de la lesión que termina con la temporada de Jimmy Garoppolo, ´Mr.Irrelevant´ tiene que salir al rescate en la Semana 12 del año pasado. Y, ¿qué hace ante semejante oportunidad el chico de Iowa State, un completo desconocido para America? Bueno, nada más que estar invicto en fase regular (11 partidos ganados entre la temporada anterior y la actual), habiendo ganado dos partidos de Playoffs. Sus estadísticas son impresionantes: 22 touchdowns contra 4 intercepciones, para un passer rating de 114.4.
Claro que no es solo estadística. La calma con la que juega, la confianza que le depositan sus compañeros, el haberse ganado el puesto forzando a que la franquicia reconozca su error al draftear a Trey Lance (3° global). Todos estos factores contribuyen para erigir la figura de Purdy. Para colmo, en su única derrota como profesional (NFC Championship Game contra los Eagles), se quebró el codo a los 8 minutos de juego. Lo dicho: ni Scorsese podría idear algo semejante.
A esta altura, 600 palabras adentro, ustedes podrían preguntarse: ¿cuál es el dilema entonces, querido Andrés?
El dilema es qué hacemos con Purdy. Qué decimos de él. Qué creemos que es. Cuánto influye, en las performances que vemos semana tras semana, que Purdy tenga la suerte de contar con Kyle Shanahan (el mejor entrenador de la NFL: lo reitero, por si hace falta), Trent Williams (quizá el mejor liniero ofensivo de la liga) y el tridente de bestias indomables, compuesto por George Kittle, Deebo Samuel y Christian McCaffrey (ojo con el cuarto Beatle: a no menospreciar a Brandon Aiyuk).
Está claro que sólo podemos juzgar lo que hemos visto empíricamente. A qué me refiero: entiendo que plantear casos hipotéticos (por ejemplo: qué pasaría si Purdy tuviera que ser el QB de… los Panthers) no tiene sentido y no pretendo hacerlo.
Con todo esto, pregunto de nuevo. ¿Qué hacemos con Brock Purdy? Si nos dejamos llevar por sus números y por su récord, tenemos que ponerlo en la lista de los candidatos al MVP. De hecho, eso mismo ha hecho Las Vegas. En este momento, Purdy está empatado con Jalen Hurts y Josh Allen como los terceros favoritos, detrás de Patrick Mahomes y Tua Tagovailoa.
¿Es Purdy, entonces, uno de los 5 mejores QB´s de la NFL? Las dos respuestas a esa pregunta me aquejan, y es allí cuando retorno al dilema y procedo a citar nuevamente de Wikipedia: "en el lenguaje cotidiano, se entiende al dilema como un problema que puede resolverse a través de dos soluciones, pero que ninguna de las dos resulta completamente aceptable. En otras palabras, al elegir una de las opciones, la persona no queda del todo conforme. Lo que hace un dilema es poner a un individuo en una situación de duda, debatiéndose entre dos alternativas".
Por un lado, suena difícil de creer que, con apenas 14 partidos disputados, Purdy figure a la par de nombres como Mahomes, Burrow o Allen. Estamos hablando de tres o cuatro años de producción, en condiciones favorables y adversas, contra ¾ de una temporada regular.
Sin quitarle mérito a lo que ha hecho el QB de San Francisco, es innegable que el contexto que lo rodea es el sueño de cualquier mariscal de campo.
Por el otro, hay varias señales que apuntan a que Purdy es efectivamente especial. De mínima, logró establecerse como un QB titular en la NFL, cuando (teniendo en cuenta su draft status) su destino más probable era ni siquiera ser tenido en cuenta en un roster.
No cualquiera puede quarterback-ear a un equipo plagado de estrellas y hacerlo funcionar como lo hace Purdy. Se requiere la mezcla perfecta de altruismo con cierto ego (lo que los estadounidenses llaman "chip on the shoulder") para ser respetado en un equipo como los 49ers.
Incluso extrayendo a sus fenomenales receptores de la ecuación, Purdy lanza pases que requieren un nivel de precisión quirúrgico. También tiene algo absolutamente esencial para jugar en la posición más difícil de cualquier deporte: ins tin to.
Cierro con un ítem que nos va a llevar a la comparación en la que todos estamos pensando. Purdy tomó las riendas de un equipo que es el principal candidato al Superbowl. Vale decir que, todos los domingos, el foco de la NFL está puesto en él. Cientos de expertos analizando cada uno de sus pases, atentos al más mínimo desliz. Y, aun así, Purdy sigue ganando.
El pasado domingo, ni más ni menos que ante la temida defensa de Dallas Cowboys en Sunday Night Football, Brock Purdy dio una masterclass. Este chico se banca la presión, tal como lo hizo otro QB elegido muy muy tarde en el Draft (precisamente, con la pick 199 en el año 2000).
Esto no lo saqué de Wikipedia, pero confíen: la solución para resolver cualquier dilema es tiempo + observación. Qué suerte tenemos, pues disponemos de ambas. Gracias por leer, nos reencontramos la semana que viene.