Los Cleveland Browns están en la peor situación de cualquier equipo en la NFL. Y eso es mucho decir teniendo en cuenta que fue un equipo que la temporada pasada ganó 11 partidos, llegó a Playoffs y cuenta con una de las 5 mejores defensas de la competición.
Pero es que el contrato que Deshaun Watson firmó el 18 de marzo de 2022 y que le pagará 230 millones de dólares durante las próximas temporada es el mayor lastre competitivo que existe ahora mismo en la NFL. Y lo peor es que Cleveland está en un callejón sin salida del que es imposible escapar.
Watson cobra 45 millones de dólares este año, cobrará 45 millones de dólares completamente garantizados la temporada que viene y serán otros 45 millones los que se embolsará para la temporada 2026, con un impacto sobre el cap de 72.9 millones de dólares en los últimos dos años. Simplemente no puedes sentar casi el 30% de tu salario disponible para una temporada en el banquillo y esperar que el equipo compita de manera adecuada.
Los Browns solo parecen tener una solución y es jugar con Deshaun Watson en el puesto de quarterback y esperar que, casi como por generación espontánea, empiece a jugar, al menos, de manera correcta. Y para eso todavía queda un trecho porque el Deshaun Watson de 2024 es, probablemente, el peor quarterback del siglo XXI en la NFL.
Esto "canta" sobre el campo de la misma manera que cuando pasas con el coche cerca de una depuradora. El Deshaun Watson de 2024 es un quarterback timorato, incapaz de procesar lecturas y aguantar en el pocket. Pero la realidad es que es difícil trasladar esas sensaciones a datos, en gran medida porque los quarterbacks que juegan tan mal como Deshaun Watson rara vez aguantan tantos partidos como titulares antes de ser relegados al banquillo.
En 4 temporadas con Houston, el quarterback había conseguido lanzar en 19 ocasiones para más de 300 yardas, pero todavía no ha conseguido superar esa marca en ninguna de sus 3 temporadas como Cleveland Brown. De hecho, la última vez que Deshaun Watson superó las 250 yardas de pase fue el 24 de septiembre de 2023. Hace más de un año.
Y no es porque los Browns no tengan grandes armas a las que pasar: hasta este pasado martes Amari Cooper (ahora jugador de los Bills), Jerry Jeudy y David Njoku formaban un cuerpo de receptores y Tight Ends más que respetable. E incluso el año pasado, con Joe Flacco a los mandos, dieron una gran nivel, con David Njoku siendo uno de los mejores alas cerradas del año.
Aún así, desde el año 2007, 566 quarterbacks han lanzado por lo menos 100 pases en los 6 primeros partidos de la temporada. Solo el 22,1% de esos pases lanzados por Deshaun Watson consiguieron un primer down, siendo el peor de esos 566 quarterbacks. El peor. Gran culpa tiene también Deshaun de que solo el 19% de los terceros downs a los que se ha enfrentado Cleveland esta temporada se hayan convertido en nuevas oportunidades. Es el 3º peor equipo en este aspecto desde el año 2000 durante las 6 primeras semanas de competición.
Si con eso no os vale, un cluster con alguno de los nombres entre los que está Deshaun Watson os puede abrir un poco los ojos. Deshaun Watson es el 9º peor quarterback en efectividad (EPA/dropback) durante los 6 primeros partidos de la temporada desde el año 2000. Algunos ilustres nombres que le superan en esta afamada lista son JaMarcus Russell, Josh Rosen o para los más cafeteros: Joey Harrington o David Carr. Ah, y para que ningún fan de los Titans se despiste: Will Levis es el 5º peor quarterback de esta lista.
Para los que sois más jóvenes: JaMarcus Russell es unánimemente considerado como el mayor bust de la última década después de ser elegido por los Raiders en el pick 1 del Draft. En su peor campaña, y la última en la que pudo jugar en la NFL su efectividad (EPA total) tras seis semanas era de -62.8. Pues Deshaun Watson tiene el dudoso honor de haber roto un récord que estaba vigente desde 2009 con un EPA total de -66.2 en los primeros seis partidos. Todo un logro.