Hace casi un año, el 9 de enero de 2022, los aficionados de los New York Giants presenciaron uno de los momentos más bajos en la historia de la franquicia. Jake Fromm, quarterback aquel día del equipo, tomaba dos QB sneaks consecutivos en 2º down y 11 yardas y 3er down y 9 yardas respectivamente. El MetLife Stadium volcó toda su ira sobre el head coach Joe Judge, quien sería despedido un par de días después tras dos decepcionantes temporadas perdedoras en las que el ataque finalizó en la posición 31 tanto en puntos como en yardas. El 28 de enero de 2022 Brian Daboll se convirtió en el nuevo entrenador jefe de los Giants y el 1 de enero de 2023, apenas 357 días después de la "debacle de los sneaks", metió a la franquicia en la postemporada, algo que no lograba desde hacía seis temporadas.

La victoria del pasado domingo sobre los Indianapolis Colts por el resultado de 38-10 supuso la primera anotación de Nueva York por encima de la treintena en 43 encuentros, la que era hasta ahora la peor racha en toda la NFL. Más significativo todavía fue el hecho de que por primera vez este año los Giants ganaron un partido por más de una anotación de diferencia. Y es que el conjunto de Daboll no se ha mostrado dominante ni en ataque (puesto 17 en yardas) ni en defensa (puesto 24), lógico con un plantel que todavía necesita remodelación. Sin embargo, esto no hace sino acentuar el excelente trabajo del head coach, que sin duda estará entre los grandes favoritos para llevarse el trofeo de entrenador de la temporada.

"Inteligente, duro y consistente". Con esos tres adjetivos define Brian Daboll la filosofía de sus ofensivas. Eso lo estamos viendo claramente este año en la gran manzana. El apartado de la dureza lo representa Saquon Barkley y la línea ofensiva. El runningback ha establecido su mejor marca de yardas en una campaña y lo ha hecho evolucionando su juego. Desde su etapa universitaria en Penn State había sido un corredor de "big-plays". En la rueda de prensa post-partido Daboll afirmó que "Saquon siempre está buscando la jugada de ochenta yardas y se frustra cuando no llega. Es así de competitivo. Más de una vez este año he tenido que felicitarle y convencerle de que había hecho una gran carrera de dos yardas." Efectivamente, Barkley ha ido poco a poco eliminando de su repertorio esas acciones en las que arriesgaba demasiado y acumulaba una pérdida de yardas para su equipo que no podía recuperar. Se ha mostrado más decidido golpeando los huecos que le ofrecían sus compañeros, corriendo más norte-sur que este-oeste. Ese estilo físico ha cansado a los rivales y ha permitido a Nueva York ganar encuentros con la carrera en el último cuarto, como sucedió contra Tennessee en la jornada inaugural y en el decisivo triunfo en Washington de la semana 15.

Para "obligar" a Barkley a ser más decidido en sus carreras, Daboll está acompañándole de un fullback en el backfield en ocasiones determinadas como la que vemos a continuación. Aquí los Giants van a sacar de la jugada a los defensive tackles con un doble bloqueo por parte del guard izquierdo y center al técnica 2i y jugando un trap block con el fullback sobre el 3-tech tackle, DeForest Buckner.

El tackle izquierdo Andrew Thomas juega un muy buen reach block sobre el wide-9 defensive end, mientras que el guard derecho y el center van a salir en pull. El RG parte con ventaja al no haber tenido que bloquear a su par en la línea de scrimmage, recordad que de su hombre se encargó el fullback. Mientras, el center sale a campo abierto tras tener su compañero, el guard izquierdo, asegurado el bloqueo del tackle del lado que ataca la jugada. La guinda a la carrera la pone el crack block del wide receiver que vemos venir desde la parte derecha de la imagen.

Con la jugada bloqueada a la perfección Saquon no tiene margen para dudar ni incentivo para inventar, es una acción muy directa en la que simplemente tiene que usar su fantástica aceleración para generar dieciséis yardas y el primer down. Fijaros también como el número 44 de la defensa (círculo azul) queda influenciado por la posibilidad de que Jones mantenga la pelota en su poder y salga corriendo en bootleg. De hecho, los Giants también tienen buenos números en el lado abierto del campo.

Vista la parte dura del ataque de Daboll, vamos ahora a la parte inteligente, personificada en la figura de Daniel Jones. En su cuarta temporada en la NFL, el quarterback ha establecido plusmarcas personales en porcentaje de pases completados, yardas de pase, media de yardas por intento y quarterback rating. Lo más importante, tan solo ha lanzado cinco intercepciones en toda la temporada. Jones está tomando buenas decisiones de forma consistente y ha eliminado de su juego los turnovers que le estaban asolando hasta este año. Daboll le proporciona lecturas rápidas en la mayoría de las ocasiones para que pueda desprenderse de la pelota con celeridad, algo que ayuda también a una línea de ataque que sufre más bloqueando para el pase que para la carrera.

La ofensiva de NY Giants no es solo responsabilidad de Daboll. Ahora quiero pararme y hablaros de Mike Kafka, el coordinador ofensivo. En su día fue quarterback elegido en cuarta ronda por los Philadelphia Eagles de Andy Reid. Se ha criado como entrenador bajo sus mandos en Kansas City, donde militó desde 2017 a 2021. Daboll lo conoció brevemente cuando pasó por New England aún en su etapa de jugador y se lo trajo consigo para formar staff en los Giants. La confianza del head coach en él es tan grande que le otorgó la responsabilidad de llamar las jugadas en los días de partido. Así que gran parte del mérito de la campaña debe recaer en su figura también. Kafka se ha traído de los Chiefs algunos de sus conceptos, como el que os presento a continuación: la inundación de un lado del campo con cuatro receptores elegibles, una estrategia que genera mucho estrés en las defensas.

Los Giants forman con personal 11, situando sus receptores en 2x2 con el tight end abierto en el slot izquierdo. Kafka va a atacar la defensa zonal de los Colts enviando cuatro hombres al lado abierto del campo: el wide receiver de ese lado, el runningback Saquon Barkley saliendo del backfield, y los dos wide receivers emparejados del lado contrario que correrán rutas cruzadas ajustando su timing y profundidad, así como ejecutando un switch release.

Con la jugada en marcha vemos como Indianapolis dispone una Cover 3 con un safety profundo, los dos corners con responsabilidades en el exterior y cuatro jugadores para cubrir la zona media. El safety que ha bajado a ese espacio va a realizar el carry con la ruta del tight end, es decir, dejará su zona para emparejarse con él. La ruta profunda del wide receiver exterior se llevará al cornerback y Barkley va a influenciar al linebacker que se encarga de la zona flat. Todo está quedando muy bien para que las dos rutas cruzadas a diferentes niveles (otro clásico de Andy Reid) tengan éxito.

Cuando Jones toma la decisión de lanzar la pelota los Giants tienen cuatro receptores atacando una mitad del campo. De las dos rutas cruzadas solo una, la más corta, ha sido emparejada por la defensa, dejando al quarterback una lectura fácil y mucho campo libre para poder conectar con Richie James (círculo rojo) para el primer down. Nueva York no posee las individualidades en el cuerpo de receptores que otros equipos, han tenido también mala suerte con las lesiones ahí, por lo que el diseño de estas acciones resulta incluso más valioso para ellos.

Daboll es consciente de estas limitaciones de talento, por lo que está aprovechando al máximo todos los recursos de su plantilla para sacar el máximo rendimiento. Y aquí entran en juego las piernas de Daniel Jones. Con 708 yardas en la temporada es el quinto en su posición de toda la liga y con sus siete touchdowns ha establecido un nuevo récord de la franquicia para la posición. A lo largo de todo el año hemos visto en mayor o menor medida como esta estrategia ha sido parte fundamental del plan de juego, como por ejemplo en la victoria contra Chicago. Es habitual ver acciones de zone read en las que dependiendo de la lectura de la defensa se quedará la pelota el quarterback o el runningback. En otras ocasiones vemos a Jones quedarse con la posesión en jugadas en roll-out, por eso en la primera carrera de Barkley en el artículo vimos aquel defensor condicionado. En la victoria sobre Colts se dio un paso más con la utilización del QB sweep, es decir, Daboll y Kafka crearon un desarrollo destinado exclusivamente a explotar las capacidades atléticas de su pasador.

Mandar a tu quarterback directamente a correr puede parecer una insensatez, pero cuando disfrazas bien la jugada y se ejecuta a la perfección puede resultar de lo más seguro. Antes del snap vemos movimientos (shifts) de posición en el tight end y el runningback. Cambian el lado fuerte de la formación para vender una posible carrera hacia la derecha y esto influye a los dos linebackers que dan un paso pre snap hacia ese lado. El safety también va a caer a la caja tras estos movimientos, poniendo básicamente nueve hombres en el box a defender, pero esto no va a ser un problema para Nueva York.

Jones y Barkley van a amagar el intercambio de balón en el backfield, obligando a los dos linebackers a respetar la primera intención de la ofensiva. Los dos jugadores más peligrosos van a ser sacados de la ecuación con este gesto.

Cuando el quarterback se queda con la pelota observad el convoy que le acompaña: dos líneas ofensivos (tackle izquierdo y center) salen en pull, el guard derecho corre al segundo nivel para encargarse del safety que bajó a la caja y el wide receiver Isaiah Hodgins hace un meritorio crack block sobre el defensive end. Las aguas se abren para Daniel Jones que corre hasta el touchdown sin la más mínima oposición.

En las postrimerías del encuentro los Giants dieron rienda suelta a la alegría lanzado un baño de Gatorade a su head coach. La imagen de Brian Daboll empapado de la pegajosa bebida rememoró momentos pasados en la franquicia con Bill Parcells y Tom Coughlin a los mandos. Este equipo de Nueva York tiene un largo camino que recorrer hasta llegar a las mismas cotas de éxito que esos conjuntos, pero sin duda que hasta ahora el nuevo head coach lo ha puesto en la dirección correcta.