Iniciaron la temporada 32 equipos y ahora, después de 18 semanas de campaña regular, y 3 más de playoffs, sólo nos quedan 2, Kansas City y Philadelphia, que se enfrentarán el domingo 12 de febrero en Glendale en el Super Bowl LVII. Es un duelo inédito por el título de la NFL, que tiene pocos antecedentes, ya que únicamente han chocado entre sí 9 veces, y del que se desprenden una buena cantidad de historias, desde las obvias, como el primer enfrentamiento de un par de hermanos en un duelo por el Trofeo Lombardi, los Kelce, Jason por las Eagles y Travis por los Chiefs, o que será el primer choque entre pasadores afroestadounidenses, cuestión inimaginable hace algunos años debido a las escasas oportunidades que recibían los quarterbacks de color. 

Pero de este partido profundizaremos la semana próxima.

Ahora hay un par de temas que merecen atención, el retiro de Tom Brady, y el nuevo formato del Pro Bowl. Debo decir que a diferencia del año anterior, esta vez me causó sorpresa el adiós de Brady que, parece, ahora sí será definitivo. En el 2022 parecía hacer sentido, hablaba de estar más tiempo con su familia y dedicarse a su esposa e hijos, pero eligió volver. Eventualmente se divorció, y tuvo una pobre campaña con Tampa Bay, que está en una franca etapa de reconstrucción al irse muchos elementos que ganaron el título y al presentarse un cambio de entrenador que no fue afortunado. 

Las opciones fuera de Tampa aparentemente podían ser varias, empezando por San Francisco, que tiene una complicada situación en el departamento de mariscales de campo luego de la lesión en el ligamento cubital del codo derecho de Brock Purdy que lo alejará por lo menos 9 meses, el regreso de Trey Lance, aunque se duda de su nivel, y la inminente salida de Jimmy Garoppolo. Además también existe el factor que es de San Mateo, muy cercano a San Francisco, y cuando era niño los 49ers eran su equipo favorito. 

Se habló de los Delfines, que lo contactaron tanto a él como a Sean Payton el año pasado, por lo que se hicieron acreedores a una sanción de la liga. Y aunque el desempeño de Tua Tagovailoa mejoró notablemente, existen muchas dudas sobre su estado de salud debido a sus repetidas conmociones. Esta sería la mejor opción geográfica para Brady, dado que 2 de sus hijos viven en Miami y uno más también en la costa este, en Nueva York.  

Finalmente los Raiders, que se desprendieron de Derek Carr, y donde se reuniría con su antiguo coordinador ofensivo, Josh McDaniels. Pero parece que este sería el destino final de Garoppolo, que también trabajó con McDaniels en Nueva Inglaterra. 

Es un hecho que Brady es un adicto a la competencia, y era lo que lo mantenía en la liga, y a un alto nivel durante tantos años. Pero es posible que próximo a cumplir los 46 años de edad (él dijo que jugaría hasta los 45), esa llama y su orden de prioridades hayan sufrido un cambio. Es el adiós de uno de los más grandes jugadores de todos los tiempos, y me parece que nos podemos sentir afortunados por haberlo visto jugar en plenitud.

Por último, el asunto del Pro Bowl. Es una realidad que el juego daba pena en años anteriores. Nadie quiere que alguien salga lastimado, máxime al tratarse de un encuentro de exhibición. Pero recuerdo los partidos que me tocó transmitir durante los años 80 y 90 y era algo completamente distinto, con ciertas reglas para proteger a los jugadores, pero con tackleo. A últimas fechas parecía tocado. Simplemente lamentable. 

Y no se le puede acusar a la NFL de haberlo intentado. Pusieron a figuras legendarias como capitanes de los equipos, en alguna ocasión hicieron más angostos los postes, en fin, pero nada funcionó. 

Ahora es un cambio drástico, con concursos de habilidades y flag football, modalidad que por cierto, la liga está muy interesada en promover buscando su inclusión en Juegos Olímpicos. Habrá que darles el beneficio de la duda.