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Josh Allen presenta la candidatura de los Buffalo Bills y otras conclusiones de la Semana 11

Qué semana hemos vivido, probablemente la mejor de lo que llevamos de temporada 2024, por lo espectacular y lo igualado de los partidos y también por la relevancia que tuvieron muchos de los resultados. Todavía no hemos llegado a Acción de Gracias y hay ciertos asuntos que comienzan a quedar claros. Por ejemplo, que los siete equipos de Playoffs de la Conferencia Americana parecen, si no decididos, muy encarrilados. Colts, Dolphins y Bengals tiene todavía alguna posibilidad de engancharse y luchar por algún puesto de Wild Card, pero ahora mismo conseguirlo está muy cuesta arriba para ellos. En la Nacional es todo lo contrario, Lions e Eagles se han destacado pero todo lo que viene por detrás es una batalla sin cuartel donde nada está definido y todo está muy abierto: Son cinco plazas para nueve equipos con posibilidades reales de alcanzar el billete para la postemporada.

Lo que sí está clarísimo y es algo que nos encanta, es que en el mes y medio aproximado que nos queda de temporada regular, la batalla va a ser preciosa. También porque si los siete puestos de Playoffs de la AFC parecen bastante seguros, las posiciones que acaben ocupando en absoluto lo están. El triunfo de los Bills sobre los Chiefs deja aún mucho que decir en busca de un Seed1 que parecía ya en propiedad de Kansas City y… ni mucho menos eso así. Pero vamos a mirar más en detalle lo que ha pasado esta semana y a analizar sus grandes protagonistas:

Buffalo Bills quarterback Josh Allen (17) reacts after scoring during the second half of an NFL football game against the Kansas City Chiefs in Orchard Park, N.Y., Sunday, Nov. 17, 2024. (AP Photo/Adrian Kraus)

Los Bills ponen en duda la supremacía de los Chiefs

No se trata solo de haber acabado con la condición de invicto de Kansas City, ni de romper un racha de 15 triunfos consecutivos, que databa de la Navidad del pasado año. Es la reconfortante sensación con la que se va Buffalo de que puede mirar a los ojos al campeón. De que tiene lo necesario para competir de tú a tú y esa confianza, esa inyección de autoestima es vital para cuando llegue enero y se vuelvan a cruzar en Playoffs y todo el mundo recuerde que el récord, cuando el partido es a vida o muerte, es un rotundo 4-0 a favor de Mahomes y los Chiefs. Sí, está en boca de todos, la asignatura pendiente de los Bills de Josh Allen, que han sido el primer equipo capaz de ganarle cuatro partidos a los Chiefs de Mahomes, es conseguir derrotarlos en un partido de Playoffs. Pero como para eso tendremos que esperar a enero y ahora solo podemos analizar lo que ha sucedido esta semana, la conclusión que hay que sacar es que Buffalo tiene lo necesario para poder ganar al campeón.

Los Chiefs son un equipo que sabe competir mejor que nadie, que sabe ganar de diferentes maneras y que siempre está en los partidos. Tiene todos los atributos de un equipo campeón. Al mismo tiempo, son más vulnerables que nunca. Y los Bills pusieron de relieve las costuras de estos Chiefs. Kansas City es el 30º equipo en cuanto a jugadas explosivas en la NFL, por detrás de ellos solo están los Raiders y los Giants y, por si nadie se había dado cuenta, eso se ha convertido en un problema. Los Bills jugaron el domingo sabiendo eso y exploraron la incapacidad de conseguir big plays de su rival. De hecho, una de las grandes diferencias en un partido en el que ambas defensas fueron capaces de eliminar los eficientes juegos de carrera de sus rivales, fue que Josh Allen produjo hasta seis jugadas explosivas (+20 yardas) y los Chiefs solamente una. Por cierto, una de esas seis fue el decisivo 4ª&2 que Josh transformó en un touchdown por tierra imponente, donde nadie pudo frenarlo.

Pero es que incluso la decisión de jugarse ese cuarto down habla del cambio de actitud de estos Bills. Antes, habrían optado por la decisión conservadora de tomar los tres puntos y apostar por la posibilidad de que Patrick Mahomes no les anotara un touchdown con más de dos minutos por jugarse. Si alguien ha aprendido a que, en el momento de decidir, si quieres poner el partido en manos de Patrick Mahomes para recorrer el campo y anotar o en manos de Josh Allen para recorrer dos yardas, debes optar por dejar que tu estrella decida, esos son los Buffalo Bills. Su historia de disgustos debido a darle el balón a Patrick Mahomes con tiempo en el marcador es grande. Incluida una en la que solo quedaban 13 segundos. McDermott llegaba con la lección aprendida y pulsó el botón de arriesgar en cuarta y dos y que el destino del partido lo decidiera su QB. Porque además fue Josh Allen quien, no solo recorrió esas dos yardas, sino que después de fintar un pase a la screen a su izquierda, echó a correr por su derecha, leyó el hueco que Karlaftis le abrió entrando al pass rush exterior, evitó al propio Karlaftis cuando este trató de corregir y, una vez en campo abierto, se convirtió en imparable. Necesitaba dos yardas y fueron 26 y cuando encontró el espacio para correr, el intento de placaje de Nick Bolton –que habría derribado a la mayoría de QBs de la liga– a Josh Allen apenas logró desviarle de su camino y cuando Cook sí logró contactarle, su placaje no pudo evitar que el QB de los Bills ingresara en la End Zone y certificara la victoria de Buffalo. El diseño de esa jugada, con un concepto mesh de rutas cruzadas, que eliminó a los LBs del centro del campo y le abrió una autopista al QB para que corriera, también ayudó, pero luego hay que ejecutarla y Josh Allen lo hizo perfecto.

Touchdown que, además, supuso la primera vez desde la semana 4 de la temporada 2022 que alguien logra poner 30 puntos en el marcador contra los Chiefs, más de dos años sin que esa defensa permitiera tantos puntos. Al mismo tiempo, es la primera vez desde el Super Bowl que los Chiefs ganaron a los Eagles, que un equipo anota más de 28 puntos contra Kansas City. Eso son 30 partidos consecutivos sin encajar esa cifra. No, la victoria de los Bills no es una más. Es una declaración de intenciones que luego tendrán que refrendar cuando lleguen los Playoffs.

Lo que está claro es que los Buffalo Bills son uno de los poquísimos equipos que pueden realmente optar a superar a los Chiefs llegado el momento y es así por su capacidad de eliminar la carrera, mantener a Mahomes en el pocket y estar preparados para los terceros downs en los que sale la magia del mejor jugador de la NFL. Lo hicieron con agresividad, tanto en la línea defensiva como en la cobertura, mucha más defensa al hombre, retando a los receptores de los Chiefs a ganar a un secundaria muy mejorada en Buffalo y dejando en ocasiones un espía para que Mahomes no pudiera huir.

Y, por si alguien tenía alguna duda, los Bills son uno de los mejores equipos de la NFL. Y, por si había dudas también, esto no significa nada para los Chiefs, han perdido un partido, sí; igualmente siguen siendo los máximos favoritos para ganarlo todo. Simplemente hay equipos que pueden retar esa condición.

Pittsburgh Steelers head coach Mike Tomlin walks the sideline during the first half of an NFL football game against the Baltimore Ravens, Sunday, Nov. 17, 2024, in Pittsburgh. (AP Photo/Gene J. Puskar)

Entrenador de la Jornada: Mike Tomlin

Mike Tomlin tiene tomada la medida a los Ravens y, sobre todo, a Lamar Jackson. Con la victoria de este domingo, los Steelers han ganado 8 de los últimos 9 partidos contra Baltimore y los números de Lamar contra Pittsburgh son peores que contra cualquier otro equipo de la NFL. De hecho, esta temporada el ataque, desde que Russell Wilson es titular, es lo que realmente estaba suponiendo un salto de calidad para los Steelers (porque la defensa siempre ha sido buena); pero en esta ocasión, fue un triunfo cimentado principalmente desde el lado defensivo, después de que Russell Wilson firmara un QB Rating de 14.5, lo que supone el peor dato de cualquier Quarterback esta semana, también el ataque de Steelers se quedó en un 4/16 en tercer down y 0/4 en la Red Zone. Fue un triunfo clásico de los Steelers, sin necesidad de anotar un touchdown, con 6 Field Goal de Chris Boswell fue suficiente, el día que Justin Tucker falló dos más que manejables –Tucker había fallado solo otros dos Fields Goals contra los Steelers… en toda su carrera y juega contra ellos dos veces al año–. Ahora bien, la defensa de Pittsburgh provocó dos fumbles, una intercepción –y vaya intercepción la de Peyton Wilson– y dos sacks. Además, aguantó en una decisiva conversión de dos puntos de los Ravens que potencialmente habría mandado el partido a la prórroga. Y esto es así porque la defensa de Mike Tomlin dominó por completo el partido y borró absolutamente las virtudes de Lamar Jackson del terreno de juego, le tiene tomada la medida.

La defensa de los Steelers lo tenía clarísimo: jugaron mucho más en defensa al hombre de lo que acostumbran (casi la mitad de los snap) y cuando estaban en zona, su formación más habitual fue un cover 3 planificada para ser agresiva en las seams y fuera de los números, donde más le gusta pasar en profundo a Lamar, que se quedó en apenas un 47% de pases completados. Además, eliminaron la carrera y dejaron a Derrick Henry en 67 yardas. Es como si estuvieran retando a Lamar a tomar los pases fáciles: las screens y los checkdowns, para los que el segundo nivel de la defensa estaba preparadísimo… Los LBs estaban volando por el campo, destacando por encima de todos a un Patrick Queen que estuvo por todas partes, consiguiendo 10 placajes, incluido uno fantástico a Henry para pérdida de yardas, sumando un fumble provocado y otro recuperado. Se tomó su venganza el ex de los Ravens.

Denver Broncos quarterback Bo Nix (10) in the first half of an NFL football game Sunday, Nov. 17, 2024, in Denver. (AP Photo/David Zalubowski)

Los Chargers y los Broncos miran a los Playoffs con confianza

Lo que está pasando con estos dos equipos es algo magnífico. Dos proyectos aún en pañales, que llegaban a la temporada pensando que aún les quedaba para poder competir, después comenzaron a demostrar que podían ser equipos serios, luego que cuidado que no dieran la sorpresa y por último, nos los empezamos a creer pero se temía que tuvieran un techo bajo. Y de eso, nada. Ambos conjuntos se han encargado de romper ese techo y el cielo es el límite. Ambos se merecen llegar a Playoffs y todo apunta a que lo van a conseguir. Estos equipos no son una casualidad, no son una historia bonita que se convierte en calabaza a las doce de la noche… Son equipos muy bien entrenados que pueden competir consistentemente.

La configuración de ambos es similar, gran defensa, juego de carrera sólido y poco talento entre sus receptores. Con alguna diferencia, Herbert es un QB más hecho que Nix… y Herbert está jugando fantásticamente, pero es que Bo Nix también, cada vez mejor. Lo de las defensas es curioso, porque no han cambiado tanto de personal respecto al año pasado, pero su imagen es radicalmente opuesta. Los Chargers lo han hecho con un nuevo coordinador defensivo, Jesse Minter, pero es que los Broncos han cambiado su estilo sin cambiar el coordinador. Lo que ha hecho Vance Joseph, cambiando a un estilo mucho más agresivo es auténticamente maravilloso.

Pero los QBs están siendo los protagonistas. Justin Herbert está en un entorno en el que Jim Harbaugh está sacando lo mejor de él, incluso invitándole a ser más audaz, a jugar con más arrojo. Y está apareciendo su mejor versión, atacando con ese cañón que tiene por brazo en profundo y en las zonas intermedias y sin miedo a correr cuando tiene espacio libre frente a sus ojos. Así los Chargers consiguen ser explosivos y poco previsibles. Hace unas semanas, los Chargers corrían una y otra vez con sus RBs en primeros y segundos downs. Una y otra vez, una y otra vez. Y dejaban a Herbert resolver en el tercero si hacía falta. Hace ya varias jornadas que lo de correr por norma con los Runnings Backs se ha acabado como opción única; ahora aparece mucho Play Action y Herbert está tirando de piernas más que nunca. Es una fórmula con la que están encontrando el éxito.

Rookie de la Jornada: Bo Nix

Respecto a Bo Nix, ha costado unas semanas dar con la tecla correcta que le hiciera sentirse cómodo al QB rookie de los Broncos, pero ahora la versión buena de Nix aparece habitualmente… y eso pasa por el juego basado en screens desde el pocket y pases cómodos cuando Nix sale de estructura. En ese proceso de mejora, Nix está mejorando claramente su presencia cuando está dentro del pocket, el uso de sus pies, su lenguaje corporal más calmado cuando no tiene un pocket limpio… Sus últimas dos semanas han supuesto un paso adelante y este partido en particular seguramente sea su mejor actuación desde que está en la NFL.

Seattle Seahawks' Coby Bryant (8), and Tyrice Knight (48) tackle San Francisco 49ers running back Christian McCaffrey (23) in an NFL football game, Sunday, Nov 17, 2024, in Santa Clara, Calif. Seahawks defeated the 49ers 20-17. (AP Photo/Jeff Lewis)

Decepción de la Jornada: Ravens y 49ers

No voy a abundar mucho en la derrota de los Ravens, porque ya está explicada al detalle antes en este artículo, pero no me queda más remedio que incluirles en el apartado de la decepción. Y efectivamente Baltimore es decepcionante porque tiene el potencial para ser el mejor equipo de la NFL pero se han dejado ya 4 partidos. Partidos ante Raiders y Browns que no deberían haber perdido y duelos clave ante rivales directos, como Chiefs y Steelers, por una inconsistencia que es sencilla de explicar: les está faltando disciplina. Eso se nota cuando ves que son el equipo con más penalizaciones de toda la NFL. Se nota en desconexiones mentales de la secundaria que cuestan puntos. Y en detalles que antes se daban por hecho, como que Justin Tucker era automático y ahora falla patadas asequibles y esos fallos cuestan partidos.

Y una cosa más. El empeño, cuando las cosas se tuercen, en querer depositar todo sobre Lamar Jackson. Ya sucedió en la pasada final de conferencia ante los Chiefs y ha vuelto a pasar esta semana ante Steelers. Abandonan demasiado rápido la carrera cuando no funciona, no insisten –al menos, no lo suficiente–. La mayor asignatura pendiente de los Ravens es cómo reaccionan cuando el Plan A no se impone. Es algo que en los Playoffs seguro que vuelve a perseguirlos, están a tiempo de arreglarlo.

La otra decepción, no solo de jornada, sino de la temporada son los 49ers. Nadie esperaba que estuvieran 5-5 a estas alturas de la temporada. Y las lesiones no son excusa, porque lesiones tienen todos –los Bills esta semana ganan un partido decisivo sin Keon Coleman, Dalton Kincaid y Spencer Brown; y Matt Milano aún no ha debutado este año–. Precisamente, el tema de las lesiones es lo que más está subrayando los defectos de este equipo. Cuando todos están sanos, siempre aparece alguien para marcar la diferencia; es tal la acumulación de talento, que si no es CMC, será Deebo y si no, Kittle… pero este año siempre falta alguna pieza y si alguna falta, el colectivo se ve demasiado afectado.

Los 49ers han perdido explosividad, han perdido velocidad y sin ese factor este ataque pierde su magia. No puede ser que solo Jauan Jennings –su único receptor un poco diferente, porque no gana por velocidad sino por cuerpo en espacios reducidos– sea el único que aparece cuando el rival elimina las ventajas en el espacio. Kyle Shanahan está en jaque, porque su propuesta se siente atascada y debe dar soluciones antes de que la temporada se ponga demasiado cuesta arriba. Por el momento, San Francisco no se parece al equipo que dominó la NFC en el último lustro; no solo no se parece, sino que es un equipo peor.

La exhibición de la Jornada: Los Detroit Lions

Basándonos en la estadística avanzada por cada drive jugado, el partido de esta jornada de los Lions es la mejor actuación ofensiva de un equipo en un partido en los últimos diez años. Las siete primeras posesiones de Detroit se traducen en siete drives de más de 60 yardas, todos ellos acabados en touchdown. La octava posesión acaba en Field Goal y la última es una rodilla al suelo, en la formación de victoria para acabar el partido.

Lo imponentes que están demostrando ser estos Detroit Lions, la infinidad de recursos cuando corren y cuando pasan, lo bien que están jugando todos les da un aspecto de Super Bowl tan imponente que cuesta pensar que este no sea su año. Lo demuestran en las citas importantes contra rivales potentes y también en los partidos contra rivales flojos, a los que están triturando de diferentes maneras. Juega bien Goff, juegan bien Montgomery y Gibbs, juega bien la OL, juegan bien St. Brown y Jameson Williams y juega bien la defensa y los equipos especiales. Honestamente, es un equipo que demuestra estar preparado para asaltar el Super Bowl por primera vez en su historia.

Y si a alguien se le pasa por la cabeza el argumento de "es que era contra los Jaguars", hace solo una semana estos mismos Jaguars perdían 12-7 contra el segundo clasificado de la misma división de los Lions. Detroit ahora mismo está jugando a otro nivel.

Comeback Player: JK Dobbins

No está de más recordar, esta semana que JK Dobbins convirtió una espectacular carrera en el touchdown que, a la postre, significó la victoria para los Chargers, que desde el año 2022 el ahora RB de los Chargers, se ha roto la tibia, el ligamento cruzado anterior y el lateral de su rodilla, también el menisco y los isquiotibiales, por último, sufrió la ruptura del tendón de aquiles. Todo esto en el lapso de dos años, lo que parecía abocarle a la retirada. El año pasado incluso había rumores de que se había quedado cojo permanentemente y no podía subir escaleras. Y bueno, después de todo ese infierno, Jim Harbaugh y Greg Roman le dan una oportunidad en Los Ángeles y su respuesta por el momento es la siguiente: 152 acarreos para 726 yardas terrestres (lo que le coloca 10º de la NFL), 841 totales de scrimmage y 8 touchdowns terrestres (6º de la NFL en este apartado, 11º en el total de TD). Resurrección digna del ave fénix.

MVP de la Jornada: Josh Allen

Vamos a acabar por el mismo lugar en el que empezamos esta columna, pero centrándonos en el que fue el gran protagonista. Y la jugada decisiva ya la hemos explicado, pero es que no es el MVP de la jornada solo por esa jugada. La manera en la que Josh Allen supo manejar la presión enviada por los Chiefs, eludiéndola, aprovechándose de ella; cómo prosperó en terceros y cuartos downs decisivos… El partido de Josh Allen fue absolutamente diferencial. Protagonizó las jugadas explosivas que Mahomes no pudo encontrar y realmente ahí estuvo la mayor diferencia. Josh Allen se fue a 317 yardas totales y 2 TDs, uno de pase y uno de carrera.

No está de más recordar que en los últimos cinco años Josh Allen es el jugador con más touchdowns totales, con 224 (el segundo es Patrick Mahomes), el mejor en el diferencial touchdowns/turnovers (+130), el segundo QB en victorias (66, solo por detrás de Mahomes), el segundo en yardas de pase (22.910, solo por detrás de Mahomes) y el segundo en TD de pase (94, solo por detrás de Mahomes).

Por cierto, que con esos dos touchdowns de esta última semana iguala a Jim Kelly como el jugador con más touchdowns totales en la historia de los Buffalo Bills (244) y, lo que es tremendo para un QB, alcanza a OJ Simpson en el segundo puesto histórico de la franquicia en cuanto a TDs terrestres, con 58, a tan solo 10 del primer puesto, que pertenece a Truman Thomas. Son nombres de leyendas los que está superando Allen, lo que da una dimensión del impacto de este jugador en la historia de los Bills, logrando estos hitos históricos… con solo 28 años de edad. Es algo asombroso. Va camino de convertirse en el mejor jugador de los Bills de todos los tiempos.

Ah, para terminar, la última vez que los Buffalo Bills arrancaron la temporada con récord de 9-2, llegaron al Super Bowl.