Cinco de los nueve running backs en la clasificación de yardas de carrera cambiaron de equipo en la pasada "offseason". Los tres primeros, Saquon Barkley, Derrick Henry y Josh Jacobs, abandonaron las franquicias que en su día fueron su entrada a la NFL por mero desinterés de las mismas. Jacobs ha ocupado en Green Bay el puesto que dejó otro de los cinco componentes que comentamos, Aaron Jones, ahora en Minnesota Vikings. De Henry ya hablamos anteriormente esta campaña en esta misma sección. Ahora le toca el turno a Barkley, quien tras su asombrosa actuación en Los Angeles el pasado domingo por la noche no solo se ha situado en lo más alto de la tabla de yardas terrestres y totales desde la línea de scrimmage, sino que en la cabeza de más de uno ha ascendido al primer lugar en la terna de favoritos para el MVP. Este galardón no lo recibe un runningback desde el año 2012, cuando Adrian Peterson lo compartió con Peyton Manning, un quarterback, la posición que ha monopolizado desde entonces el premio más prestigioso de la liga.
Barkley salió de New York Giants en dirección a la franquicia rival de Philadelphia Eagles el pasado mes de marzo. La gerencia de los Giants quería que el runningback demostrara su valor en la agencia libre antes de ofrecerle un nuevo contrato que el jugador llevaba más de un año esperando, pues en 2023 estuvo designado con la etiqueta de jugador franquicia. Fue un movimiento sorprendente por parte del equipo azul, que tras tener en las instalaciones a Saquon durante seis campañas debía conocer de primerísima mano su valor para el equipo. El caso es que finalmente Barkley optó por volver al estado donde brilló como colegial en los Nittany Lions y ahora de nuevo su estrella reluce con el máximo esplendor en los Eagles de Philadelphia.
En la ciudad del amor fraternal las expectativas no fueron para nada cubiertas en 2023. El equipo que venía de jugar el Super Bowl LVII y que había arrancado 10-1 descarriló por completo en el último cuarto de la temporada. Desde las oficinas se pusieron manos a la obra en invierno con diferentes movimientos, el más importante para lo que nos atañe en este instante el fichaje de Barkley. El runningback ha encajado como un guante en el equipo de Nick Sirianni y vamos a ver por qué.
Cuando Barkley salió de college era conocido por sus impresionantes capacidades atléticas, que incluían una peligrosa combinación de potencia, velocidad y agilidad. Por eso fue elegido en su momento en el número dos absoluto del draft de 2018. Sin embargo, Saquon, pese a sus hercúleas piernas, nunca ha sido un runningback de poder en el estricto sentido de la palabra. Su tendencia natural es la de ganarte por velocidad antes que por "fuerza bruta". Por eso hasta ahora no ha sido tan bueno en situaciones de pocas yardas en las que hay que bajar la cabeza y ser más directo. En Nueva York, Barkley contó con otro problema, en este caso uno que habría afectado a cualquier jugador en su posición, la línea ofensiva de los Giants fue continuamente una unidad decepcionante que rara vez hizo bien su trabajo.
Por eso Barkley tuvo momentos allí en los que no brilló al nivel que se esperaba cuando dio el salto al profesionalismo. Aunque es capaz de realizar una sentadilla con más de 300 kilos a sus espaldas, no es habitual verle ganar yardas arrastrando rivales. En cierto sentido, y siendo dos runningbacks muy diferentes, Barkley y Henry se parecen en el hecho de que su potencia natural necesita de un margen de espacio inicial para poder hacer acto de presencia. Cuando esa circunstancia se produce el resultado no puede ser más espectacular y eso es lo que está sucediendo en Philadelphia. La línea ofensiva de los Eagles está rindiendo a un nivel espectacular con el paso de los partidos, permitiendo a Saquon cruzar la línea de scrimmage sin ser tocado. Entonces el número 26 despliega su talento con acciones como ésta en la que deja a un linebacker por los suelos gracias a sus caderas.
La velocidad, agilidad y explosividad de Barkley está rebosando en este contexto. Cuenta con unos espacios que no había gozado hasta ahora en la NFL. Su media de yardas antes de ser tocado por la defensa rival es de 2.4 yardas, lo que le está permitiendo liderar la liga en velocidad media cruzando la línea de scrimmage, velocidad media en todas sus carreras y porcentaje de jugadas explosivas. En el primero de sus dos touchdowns de más de 70 yardas del pasado domingo la defensa de Rams estaba en perfecta posición para placarle, pero no llegó siquiera a tocarle. Fijaros en los cinco hombres en la línea de defensa, más otros tres en la caja por detrás y el "slot defender" acercándose a apoyar. Además, tenemos al cornerback del lado por el que va a ir la carrera y un safety profundo. En el momento de la captura que os enseño parece imposible pensar que esa acción acabaría en un touchdown.
Sin embargo, el trabajo de la línea ofensiva es tan bueno que Barkley cruza la línea de scrimmage impedido y apenas ha de realizar un movimiento lateral, diez yardas ya en campo abierto, para eludir a los últimos defensores de Los Angeles.
Hace un año os hablé por esta sección de Jeff Stoutland, el extraordinario entrenador de línea ofensiva de Philadelphia, seguramente el mejor de su categoría. Esta temporada su trabajo se ha complicado por la retirada de Jason Kelce y algunas lesiones en el grupo, pero con el paso de las semanas ha vuelto a montar una unidad temible. Los dos tackles, Jordan Mailata y Lane Johnson, son muy poderosos y consistentes en su juego. Johnson en el lado derecho es seguramente el mejor en su posición en protección de pase. Mailata es una montaña humana de 2.03m que se mueve muy bien en espacios abiertos en el juego terrestre. En el medio Landon Dickerson mantiene su lugar como guardia izquierdo, mientras que Cam Jurgens se ha movido del lado derecho al centro.
Ponerse los zapatos de Kelce es imposible, hay ocasiones en que Jurgens se pasa de revoluciones y falla bloqueos, pero su labor está siendo no obstante positiva y es aún un jugador muy joven con mucho margen de mejora. La sorpresa del grupo la protagoniza el guardia derecho Mekhi Becton. En su momento una primera ronda del draft de los New York Jets para proteger el lado ciego de su quarterback, las lesiones y la inconsistencia en su juego (muchas penalizaciones y errores mentales) le hicieron caer en desgracia. Los Eagles le dieron una oportunidad con la agencia libre bastante avanzada ya, lo que nos indica que nadie le hizo una oferta razonable hasta entonces. Lo que el resto de la liga no anticipó y Philadelphia sí fue colocarlo en el interior de la línea. En lugar de dejarlo aislado como tackle, donde más de una vez ha quedado en evidencia, Stoutland lo ha entrenado duro para adaptarse al juego puro de trincheras. Becton ha mostrado muy buenas maneras en esta transición y puede que haya conseguido resucitar su carrera. Cada semana nos está dejando bloqueos espectaculares en los que demuestra porqué con sus casi 175 kilos de peso puede ser una auténtica pesadilla para los defensores rivales.
La explosión de Barkley no ha surgido solo de su propio talento y de sus mejores compañeros en la línea ofensiva. El nuevo coordinador de ataque de Philadelphia, Kellen Moore, ha añadido complejidad a lo que habitualmente ha sido un sistema a veces criticado por su estancamiento. Contra los Rams vimos constantes movimientos de las piezas del tablero de ajedrez. Hubo carreras en las que salían en "pull" el guard derecho y un tight end, en otras era el guard izquierdo y un tight end, en otras el center con uno de los guards o el center o con el tackle izquierdo. Los Eagles alternan acciones zonales con otras puras de esquema "gap". Incluso mostraron un look con una jugada de pitch desde debajo del center en la que Saquon siguió el "lead" de un fullback. En su carrera con los Giants, Barkley había recibido carreras "tradicionales" en jugadas sacadas con el quarterback pegado al center en el 59.5% de sus acciones. Ese número ha disminuido este año con Kellen Moore al 23.8%. Lo que sí vemos mucho en estos Eagles son carreras desde shotgun y cada vez más desde la formación "pistol". Así llegó el segundo de los touchdowns de 70+ yardas que impactaron al mundo de la NFL el pasado domingo.
Como véis en la imagen de arriba los Rams estaban desesperados por detener a Barkley y metieron literalmente a todo el equipo menos el free safety en la caja. Philadelphia va a jugar "off-tackle" apoyándose en los "pulls" de Becton y el tight end del lado derecho de la formación. Saquon, que parte en la formación pistol justo por detrás de Jalen Hurts, recibe el "handoff" y tiene la opción natural de cortar por la espalda del tackle izquierdo o bien rebotar la carrera hacia el exterior. Más de una vez escucharéis a los entrenadores lamentarse por la integridad de "gaps" en la defensa terrestre. Es lo que vemos en la imagen que viene a continuación, se supone que cada jugador de Rams debe ocupar uno de los espacios en la línea ofensiva rival, pero lo que nos encontramos son tres jugadores amontonados sobre un "gap" en el lado débil de la acción y otros dos en un espacio del lado fuerte. Con tan poca disciplina se empieza a mascar la tragedia si eres del equipo que viste de azul y amarillo.
Philadelphia ha bloqueado a la perfección el "backside", cortando cualquier posibilidad de persecución por detrás, y en el lado de la jugada los dos hombres en "pull" han rubricado el trabajo. Barkley va a cruzar una vez más la línea de scrimmage sin recibir el contacto de un solo defensor. Con espacios ya hemos visto lo que es capaz de realizar.
El segundo de los touchdowns del número 26 en la noche le propulsó hacia el récord de yardas de carrera en un partido para la franquicia y una nueva plusmarca personal. Además, lo consiguió en un momento en el que todo el mundo sabía que recibiría la pelota. Cuando impones tu voluntad de tal forma es que eres muy bueno y estos Eagles lo son.
Podría seguir contándoos las habilidades de Barkley fuera del backfield y la ayuda que está suponiendo para que Jalen Hurts sea un quarterback que casi no entrega la pelota al oponente este año, pero eso daría para otro artículo si me apuráis. Vamos a quedarnos por hoy con este esquema de Kellen Moore en Philadelphia, que combinado con la línea ofensiva de Jeff Stoutland y el talento natural de Saquon ha generado un verdadero problema para los rivales de los Eagles, el próximo Baltimore Ravens el domingo en el segundo turno. No se lo pierdan.