La jornada inaugural de la temporada 2023 de la NFL nos dejó varias actuaciones para el recuerdo, especialmente en el plano defensivo. La que más cautivó mis ojos para analizar a fondo a la hora de realizar mi artículo semanal fue la de los Cleveland Browns. Al fin y al cabo, aunque seguramente hablemos de ellas a lo largo del año, lo que hicieron las unidades defensivas de San Francisco y Dallas en la semana uno creo que pudieron pillar a muy pocas personas por sorpresa a estas alturas. Sin embargo, el recital que dieron los Browns delante de su afición, anulando casi por completo uno de los ataques más completos de la competición, el de Cincinnati Bengals, no lo anticiparon muchos. Además, al frente del grupo está un veterano que regresa a la primera plana de la NFL después de un par de años en la sombra como consultor en Tennessee Titans. Hablamos por supuesto de Jim Schwartz, coordinador defensivo ganador de una Super Bowl con Philadelphia Eagles en 2017. Veamos qué está cociendo en su nuevo proyecto en Cleveland.
Schwartz no es el chico nuevo en el edificio. Comenzó su andadura en la NFL allá por 1993 de la mano de Bill Belichick cuando éste realizaba su primera etapa como head coach. ¿Dónde? En los Cleveland Browns. El head coach llegó a decir de su pupilo que "es una de las personas más inteligentes que conozco. Es una persona muy talentosa. No hay una sola cosa mala que pueda decir de Jim Schwartz." En sus diferentes pasos por Titans, Lions, Bills e Eagles popularizó el frente de línea "Wide-9" para contrarrestar el impacto que los ataques terrestres zonales de Mike Shanahan en los Denver Broncos y de Peyton Manning en los Indianapolis Colts estaban generando en la liga. Además, esquematizó los juegos de pase rivales, incluyendo la protección al quarterback, para planificar así su pass-rush. Digamos que Schwartz ha sido siempre el coordinador perfecto si eres un liniero defensivo. Jugadores como Albert Haynesworth, Ndamukong Suh, Marcell Dareus o Fletcher Cox han tenido el mayor éxito de sus respectivas carreras jugando para él. Ahora en los Browns puede que tenga el mayor talento que haya entrenado nunca, Myles Garrett, y por lo que vimos el pasado domingo los resultados pueden ser escandalosos.
El número 1 del draft de 2017 es considerado por muchos como el defensive end más intimidante de la liga. Con su 1.93m de estatura y casi 125 kilos de peso es capaz de correr las 40 yardas en 4.64 segundos y doblar su cuerpo en ángulos imposibles para el resto de los mortales. No es de extrañar que haya acumulado 74.5 sacks en sus primeras seis temporadas como profesional. Schwartz no va a limitar a su gran estrella a jugar en el exterior, sino que también le va a proporcionar emparejamientos favorables por el interior como vimos ya desde el primer drive. Con el linebacker número 5, Anthony Walker (círculo azul), incrustado en la línea como un rusher más, los Browns presentan un frente de cinco hombres que obliga a la línea de ataque a realizar emparejamientos 1x1. El de Garrett (círculo amarillo) contra el center de Cincinnati es uno decididamente inclinado hacia el lado de la defensa.
Garrett bate a su hombre con facilidad y aunque no logra el sack permite a sus compañeros alcanzar a Joe Burrow. El pasado domingo Garrett se alineó cuatro veces en la caja como si fuera un linebacker en lugar de un defensive end. Como contraste, en todo el 2022 tuvo solo doce snaps en ese posicionamiento.
Schwartz empleó a lo largo de la tarde infinidad de frentes para marear a Joe Burrow y su línea de ataque. En una ocasión más adelante en el partido jugó de nuevo con la versatilidad y capacidades atléticas de Garrett y la nueva incorporación de Browns, Za´Darius Smith, para alcanzar al quarterback.
No es demasiado habitual montar frentes de cinco hombres en situaciones claras de pase, especialmente en tercer down, pero el coordinador defensivo apostó fuerte por crearle situaciones incómodas a Burrow. Al llegar la presión tan rápido, el quarterback se vio obligado a lanzar pases de bajo porcentaje de conversión como son las fades hacia el exterior. Entre que su precisión no estuvo al nivel de otras veces y que Denzel Ward y Martin Emerson estuvieron muy encima de los receptores rivales el resultado fue generalmente positivo para Cleveland. Además, Schwartz cuenta con un viejo pupilo en Philadelphia por el que seguramente pujara fuerte durante la offseason para realizar su contratación. Os hablo de Rodney McLeod. El veterano safety estuvo siempre pendiente de Ja´Marr Chase, pero también mantuvo un ojo sobre las rutas cruzadas por el centro del campo. Fijaros de nuevo en la imagen en el frente de cinco hombres en la línea y McLeod como único safety profundo, favoreciendo el lado de Chase. Llama la atención su colocación a tan solo 14 yardas de la línea de scrimmage y más aún el hecho de que post-snap no retrocedió un solo paso, lo que le permitió atajar la ruta cruzada que jugó Tyler Boyd desde el otro lado. McLeod sabía que Burrow no tendría demasiado tiempo para lanzar y que no era necesario retroceder al inicio de la jugada. A esto nos referimos cuando hablamos de que el rush y la cobertura estén en sincronía.
Hubo más jugadores que brillaron con luz propia. Dalvin Tomlinson destruyó varias acciones de carrera importantes y también generó un empuje en el rush que aprovecharon compañeros por detrás en diferentes juegos. En el slot Greg Newsome se mostró muy firme en su marca sobre Boyd, lo que privó a Burrow de su hombre de confianza en situaciones delicadas. Por su parte, el safety Grant Delpit sacó a relucir sus capacidades atléticas tanto en cobertura como añadiendo al rush en blitz. Observad aquí como Schwartz sobrecarga el centro de la línea ofensiva y hace caer en cobertura tanto a Garrett como Smith. El resultado, otro golpe sobre Burrow y otro drive de Bengals que naufragó en la lluvia de Cleveland.
En esa jugada el blitz de Browns tuvo éxito, tónica general durante todo el partido. Contra blitz Burrow conectó 3/12 pases para 23 yardas. Sin embargo, en situaciones de rush de cuatro hombres sus números fueron igualmente ínfimos: 11/19 para 59 yardas. Además, en más de una ocasión, esas situaciones de blitz vinieron en esos frentes de cinco hombres que muchos analistas en EEUU no consideran como blitz. El hecho es que el desempeño de Browns fue muy superior al de Bengals durante todo el encuentro y no creo que se haya descubierto una estrategia contra el ataque de Cincinnati. Burrow tuvo estadísticas formidables hace un año contra blitz. El plan de Cleveland fue perfecto, pero puede no valerle a otros equipos.
Otra cosa que hicieron muy bien los Browns fue cortarle a Burrow sus líneas de escape en el pocket. Como os decía al principio, Schwartz siempre ha sido un estudioso de las tendencias del quarterback rival, no solo a la hora de lanzar sino sobre todo al moverse por el bolsillo de protección. Con los patrones que sacan sus asistentes planifica así su paquete de presión semanal. La tendencia del quarterback de Bengals es de generar muchas carreras subiendo por el centro del pocket. Nadie confundirá al número nueve con un Jalen Hurts o un Lamar Jackson, pero sus 327 yardas vía terrestre del año pasado no son nada desdeñables. El otro día Burrow realizó una carrera para una yarda negativa. En los stunts que jugaron constantemente en la línea, siempre acababa alguien rondando el gap-A para cortar de raíz cualquier pensamiento del quarterback de escapar por ese camino.
Pero volvamos al protagonista en el campo de las "maldades" de Jim Schwartz en la banda. Garrett también brilló por supuesto jugando como más acostumbrado está, desde el exterior. Saliendo desde la técnica Wide-9 que adora su coordinador volvió más de una vez loco al tackle izquierdo, Orlando Brown.
Su sack en el cuarto período puso el último clavo en el ataúd de los Bengals y esta vez lo hizo atacando por el otro lado, el del tackle derecho Jonah Williams. Así toda la línea ofensiva de Bengals se acabó llevando un recuerdo del All-Pro. Observad como aquí, sin necesidad de blitz, la presión también acaba llegando a Burrow en conjunción con un gran trabajo de cobertura.
Cleveland será protagonista del segundo de los duelos del lunes por la noche esta semana. Su visita a Pittsburgh parece que llega en buen momento pues los Steelers no tuvieron precisamente un buen estreno en ataque en la jornada inaugural. Creo que si los acereros quieren tener una opción deberán intentar golpear fuerte con el juego terrestre. Los Browns jugaron muchos snaps el otro día con Jeremiah Owusu-Koramoah como linebacker central (19/43 snaps). Ante un game plan tan volcado al pase como el de Bengals resultó ideal, pero sus apenas 100 kilos de peso pueden quedarse cortos ante un juego más físico. De una u otra manera, lo cierto es que el equipo de Mike Tomlin tiene trabajo por delante si quiere evitar el arranque de 0-2 y situarse dos por detrás en el inicio de liga de su rival divisional. Cleveland ha arrancado de la mejor posible y lo ha hecho bajo el brazo de una defensa que puede mostrar su músculo muchas veces esta temporada.