Ya tenemos encima el fin de semana donde conoceremos quién disputa la Super Bowl LIX de Nueva Orleans. En la Conferencia Americana se han cumplido los pronósticos del final de temporada regular. Chiefs y Bills, seed 1 y 2 respectivamente, lograron la victoria en casa para volver a enfrentarse en una final de conferencia más. Por el contrario, en la Conferencia Nacional, los Washington Commanders han ido sorprendiendo como visitantes durante este mes de enero, y se presentan en Philadelphia con la idea de seguir haciéndolo ante unos Eagles que vuelven a tocar con los dedos de la mano una experiencia que ya vivieron hace dos años en Arizona. Todo dispuesto para disfrutar de dos encuentros que pueden ser excepcionales y que dejarán un premio al que muy pocos tienen la oportunidad de alcanzar en toda una vida: el billete para el gran partido del año.
Es muy curioso el giro que ha dado el equipo de Nick Sirianni desde hace dos años. En el curso de 2022, cuando jugaron la Super Bowl LVII frente a los Kansas City Chiefs, los Eagles eran un conjunto explosivo con su ataque en la faceta aérea. Durante la temporada regular, Jalen Hurts fue uno de los máximos favoritos a llevarse el MVP porque, a la amenaza de su juego terrestre, poseía un juego aéreo muy contundente, siendo un dolor de muelas para las defensas. Todo eso parece haber desaparecido y, ahora, los equipos prefieren defender otras opciones en vez de centrarse en frenar a los receptores. Esa irregularidad en el pase ha provocado que AJ Brown y DeVonta Smith pasen a ser meros espectadores del espectáculo que propone cada día Saquon Barkley. Ahí es donde radica la principal preocupación de los Commanders de cara a seguir soñando con algo que, hace cinco meses, parecía imposible.
El último partido de Dan Quinn como coordinador defensivo de los Dallas Cowboys en 2023 fue el enfrentamiento en Wildcard que los texanos tuvieron con los Green Bay Packers. Aquel día, hace poco más de un año, los de Matt LaFleur anotaron 48 puntos a una defensa totalmente desarbolada. Quinn era el elegido, por el nuevo régimen en la ciudad capitalina, para comandar una nave que parecía ir hundiéndose más y más cada año. Después de una temporada regular excitante, los playoffs los han colocado como uno de los equipos más divertidos que tenemos en la NFL, y Dan Quinn es parte fundamental de todo esto.
El partido se volverá a jugar con una climatología muy fría, donde las bajas temperaturas pueden volver a jugar un factor vital para el desarrollo del mismo. Ante eso, ninguno de los dos equipos puede hacer nada, y solo quedará la capacidad de adaptarse al entorno que los entrenadores hayan inculcado en sus chicos. Como primera clave, para que la balanza se pueda desnivelar para un lado o para el otro, tengo que hablar de Zack Baun. El linebacker ha cuajado una temporada descomunal, pero para este encuentro necesita de su mejor versión si no quiere verse atrapado en la telaraña que prepara Kliff Kingsbury. Jayden Daniels se ha destapado como un quarterback total, capaz de lanzar con timing, bajo presión y al tercer nivel. Además, sus virtudes como corredor lo convierten en un peligro en jugadas rotas o en jugadas diseñadas para que él acarree el ovoide. Todas esas read options, zone read o RPO las juega con una toma de decisiones muy acertada, por lo que siempre sabe encontrar la ventaja. Con este tipo de acciones, Kingsbury juega al gato y al ratón con las defensas rivales, ya que Daniels siempre va a tener una lectura activa de la defensa, mientras que sus contrarios tendrán que reaccionar a lo que el ataque dicta. Además, el fantástico coordinador ofensivo de los Commanders, es un genio generando superioridades numéricas en casi todas las zonas del campo. Es muy común ver a sus receptores alineados por fuera de los números para hacer que la defensa tenga que abrirse mucho y eso genere una desigualdad numérica en la caja, la cual puede aprovechar Daniels con sus read options para jugar el hand-off con el running back o para correr él mismo. En el vídeo que tenéis aquí debajo, os hablo de alguna de estas opciones que tan bien juega el quarterback rookie.
Enfrente, la defensa de Vic Fangio es una de las que mejor se adapta a cualquier propuesta que se encuentra en su camino. La polivalencia de sus jugadores de secundaria le dan un extra para todo esto de lo que os estoy contando. Gardner-Johnson, DeJean o Blankenship van intercambiando asignaciones sin ningún problema y son jugadores básicos para bajar a la caja y así igualar esos números que limitan ventajas en el rival. Sin embargo, y como os decía antes, la labor de Baun será fundamental para frenar a una ofensiva que suele recorrerse el campo con aparente facilidad. Baun no puede fallar en sus lecturas después del snap, ni ceder pasos ni sobre reaccionar a los múltiples movimientos por detrás de la línea de scrimmage, así como no perder el balón de vista. No es una tarea sencilla, pero el linebacker de los Eagles está preparado para ello.
Con todo esto dicho, lo que parece claro para este duelo es que Saquon Barkley es imparable y que su estado de forma lo convierte en uno de los jugadores más desequilibrantes de hoy en día. Los rivales de los Eagles han probado todo tipo de situaciones para limitar los números de Barkley, pero nadie aún ha encontrado la solución. La línea ofensiva se encuentra mucho más cómoda bloqueando para la carrera que en protección de pase y el running back lee mejor que nadie los huecos que le generan sus compañeros. La amenaza de Hurts corriendo también abre huecos en unas defensas que necesitan tener muchos ojos y no equivocarse en sus asignaciones de gaps, porque Barkley te lo hace pagar. Además, la explosividad y aceleración que parecía haber perdido con tanta lesión vuelve a estar presente. Ya sea en carreras zonales o de poder, Barkley consigue traspasar la línea de scrimmage con relativa facilidad.
En la secuencia de arriba, tenéis una acción que deja bien claro todas las herramientas con las que cuenta el ex running back de los New York Giants. Su lectura de la línea de scrimmage va desde el exterior hasta el interior, siendo el gap A el que terminando eligiendo para subir al segundo nivel. Ahí es Landon Dickerson quien sube a bloquear al linebacker y así darle aún más campo para correr a Barkley, mientras que él sigue leyendo el apoyo contra la carrera de la defensa que va llegando. Su visión espacial es fabulosa y podéis ver cómo detecta al cornerback que se acerca por la derecha, cómo planta el pie izquierdo, hace un corte seco para el exterior y acelera para seguir avanzando hasta la end zone.
Los capitalinos sufrieron una barbaridad el sábado pasado ante Jahmyr Gibbs, por lo que tendrán que mejorar ese rendimiento si no quieren que Barkley sea una pesadilla como ya lo ha sido en los dos partidos que han disputado esta temporada. Sin embargo, el estado de la rodilla de Hurts puede afectar mucho al quarterback y limitar sus acciones terrestres, haciendo que la defensa pueda centrarse mucho más en el running back. En el exterior, también me resulta clave el duelo entre Lattimore y AJ Brown. Es cierto que el juego de pase en Eagles está bajo mínimos, pero la calidad de Brown o Smith hacen que, en cualquier instante, puedan aparecer en una jugada importante.
En la primera final de conferencia se enfrentan dos rivales divisionales que se conocen a la perfección y que ya se han visto las caras dos veces en esta temporada. Cada uno suma una victoria en esos duelos, aunque este será totalmente distinto. Esto son los playoffs y el que gane optará al anillo, por lo que nada puede igualar algo así.
En la temporada de 2020, los Buffalo Bills se encontraron con una realidad muy dolorosa: los Chiefs fueron bastante superiores a ellos en una final de conferencia que casi no tuvo emoción. Un año después, esos mismos Bills volvieron a Arrowhead en playoffs para dejarnos uno de los partidos más recordados en la historia de la NFL. En aquel duelo, Mahomes y Allen nos dejaron un tiroteo final a la altura de las máximas leyendas que han ido poblando esta competición. Ya en el curso pasado, otra vez en la Ronda Divisional, los Bills tuvieron de nuevo su oportunidad de destronar a los Chiefs y tampoco supieron hacerlo. Entre medias, varios duelos en temporada regular han ido haciendo crecer una rivalidad que, ahora mismo, se presenta como una de las atractivas en toda la liga. Ahí, fuera de playoffs, los Bills sí han sido capaces de derrotar a las huestes de Andy Reid, pero, cuando más importa, siempre se han quedado cortos.
Josh Allen ha jugado el mejor football de toda su carrera en este curso de 2024. Cuando parecía que el talento alrededor disminuía, ha sido cuando ha dado dos pasos al frente para convertirse en el mejor líder posible que los Bills podían tener. Sus pérdidas de balón han disminuido muchísimo y su presencia en momentos importantes ha crecido aún más de lo que ya había mostrado. Ahora vemos un quarterback mucho más peligroso porque, a su talento innato, ha sumado un conocimiento del juego mucho más profundo y ha optado por abrazar una toma de decisiones menos peligrosa. El encuentro del pasado domingo es una muestra clara de este nuevo Josh Allen. La gran pregunta que todos nos hacemos es si este Josh Allen será suficiente para ganar a los Chiefs o si tendrá que volver a aparecer el quarterback heroico que hemos visto tantas y tantas veces.
Joe Brady, el coordinador ofensivo de Buffalo, ha creado un sistema de ataque que descarga una barbaridad la presión sobre los hombros de Allen. La tripleta de running backs con la que cuenta permiten un juego de carrera muy consistente y, además, le da ventajas contra los linebackers en el juego de pase rápido. Los constantes mesh concept que juegan contra defensas individuales suelen darle lecturas muy claras a Josh Allen para ejecutar lanzamientos más sencillos, y cuando la defensa cae a la caja, el brazo de Allen le da la amenaza profunda que puede encontrar con Keon Coleman. Todo está en su sitio para que el quarterback brille, como podéis ver en la acción de aquí debajo.
En la secuencia de arriba, podéis ver una variante del mesh concept. Los Bills alinean en una formación muy cerrada, con el tight end en el lado derecho y mostrando una bunch formation pegada al lado izquierdo de la línea ofensiva, con el running back por detrás y añadiendo además un motion de Hollins, lo que hace que haya hasta cuatro posibles receptores en ese lado del ataque. Cuando se inicia el snap, dos rutas se cruzan en las primeras yardas desde la línea de scrimmage, añadiendo dos rutas profundas: una de Hollins vertical y otra deep over de Samuel a la cara del safety. Josh Allen lee al defensor más profundo, quién está congelado por la ruta vertical de Hollins, y reconoce la separación generada por Samuel con su ruta. La protección es buena y Samuel consigue muchas yardas en un lanzamiento profundo de Allen.
Sin embargo, el reto es mayúsculo. Los Chiefs llevan dos años manteniendo un nivel defensivo casi inigualable. La vuelta de Omenihu tras la lesión le da muchas posibilidades a Spagnuolo para liberar a Chris Jones. De nuevo vemos al defensive tackle alinear por toda la línea defensiva buscando la ventaja del uno contra uno. Podemos ver a Jones aislado en el exterior, con Karlaftis y Omenihu al otro lado, y haciendo que los dobles bloqueos sobre él no puedan ser ejecutados. Además, la amenaza del blitz es constante y todo lo que sean terceros downs largos se convierten en un peligro para los quarterbacks rivales. Nick Bolton por el medio, o los cornerbacks y safeties por el exterior, consiguen líneas de rush claras para colapsar el pocket y generar errores en el pasador.
Si nos vamos al otro lado del campo, nos encontramos con la enésima resurrección de Travis Kelce cuando su equipo más lo necesita. Bajo formaciones con personal 12 (un running back y dos tight ends), Andy Reid vuelve a poner en problemas a las defensas contrarias con Kelce. Los conceptos de rutas hacia el exterior, el peligro del juego de carrera y la posibilidad de scramble de Mahomes terminan por generar auténticos océanos en el medio de la defensa, y es ahí donde Kelce suele aparecer para encontrar espacios y poder ganar muchas yardas.
Aquí tenéis una acción contra defensa individual del pasado sábado. Mahomes detecta la defensa hombre a hombre y sabe que la ventaja va a estar en Kelce cuando se desarrollen el resto de rutas. Nada más recibir el snap, Mahomes gira sus ojos hacia su derecha y, ahí, la ruta profunda del wide receiver, más la ruta al exterior del running back, mueven a los defensores de ese lado. Rápidamente, el quarterback cambia su lectura hacia el otro lado, donde Noah Grey juega una pivot route y arrastra a su defensor hacia fuera, dejando el medio absolutamente vacío. Cuando Kelce inicia su ruta, lee las caderas del cornerback, quien está 'empujando' al tight end a que vaya hacia fuera, y juega un corte muy seco para dentro, aprovechándose de todo el espacio que tiene. Mahomes lo espera hasta el último segundo y consiguen una gran ganancia de yardas entre ambos.
Xavier Worthy, Hollywood Brown o DeAndre Hopkins no aparecieron en exceso frente a los Texans, pero su sola presencia genera mucho estrés en las defensas y crean espacios para que Kelce pueda estar más cómodo y no se encuentre con dobles coberturas. Aunque las anotaciones de los Chiefs no sean muy altas, Mahomes es capaz de ir dominando a su rival e ir poniendo los puntos necesarios para terminar ganando el partido. Durante los dos primeros cuartos frente a los Ravens, Sean McDermott estuvo excelso frenando la carrera y limitando a Lamar Jackson dentro del pocket, con Milano como estilete tanto entrando al blitz como jugando de 'spy' ante los posibles scrambles de Jackson. La mayor debilidad del ataque de los actuales campeones es su línea ofensiva, por lo que McDermott necesita que sus cuatro hombres de la vanguardia sean capaces de generar la suficiente presión para no perder defensores en cobertura y poder así ocupar los espacios que quiere crear Reid para su tight end estrella.
El último partido antes de la Super Bowl es uno de los más esperados del año. Los enfrentamientos entre Mahomes y Allen ya están en los libros de este deporte y este domingo se escribirá un episodio más. Quizás sea la primera victoria en playoffs de Josh Allen frente a los Chiefs o quizás sea la misma historia de siempre cuando ambos conjuntos se ven las caras en post temporada. Lo que sí está claro es que el espectáculo está servido.
Mahomes contra Allen. ¿Puede haber algo mejor en la NFL actual? Sinceramente, no lo creo.