El inicio de la temporada 2024 de la NFL ha llegado, marcando así el comienzo de un nuevo capítulo en la historia del football americano. Después de muchos meses de espera, y de una pretemporada que cada vez se hace más larga, los equipos están listos para regresar al campo, llevando consigo no solo el peso de las expectativas creadas desde hace tiempo, sino también con el deseo de alcanzar la gloria en el mes de febrero, en la Super Bowl que se celebrará en New Orleans. Con veteranos que buscan consolidar sus legados, con los chicos nuevos deseando brillar, y con una liga en constante evolución estratégica, la temporada promete ser un espectáculo lleno de emoción, sorpresas y, por supuesto, con una gran dosis de drama. En esta primera previa de la temporada 2024, os traigo tres auténticos partidazos, con uno de ellos histórico. Comenzamos.
El enfrentamiento entre los Philadelphia Eagles y los Green Bay Packers en Brasil marca un hito histórico para la NFL y para el crecimiento del football americano a nivel global. Este partido, que llevará a dos de las franquicias más icónicas de la liga a un escenario internacional, no solo es una oportunidad para los fanáticos brasileños de vivir la emoción de la NFL en su propio país, sino que también subraya el esfuerzo continuo de la liga por expandir su alcance más allá de las fronteras estadounidenses, algo que seguirá ocurriendo, como mínimo, en la temporada de 2025, dónde se jugará el ansiado partido de Madrid.
Tanto Eagles como Packers tienen expectativas muy altas para el curso que se avecina. La franquicia de Philly ha vuelto a construir una plantilla muy fuerte y con muchísimo talento en todas sus líneas. Howie Roseman, su general manager, siempre busca atacar el mercado para dejar a su entrenador en la mejor posición posible para brillar y, aquí, es dónde puede residir el mayor problema de este equipo. El último mes y medio de los Eagles en la temporada pasada fue un desastre y Nick Siriani fue el más señalado en la debacle que llevó a los de Philadelphia a perder la división y a caer eliminados en la ronda de wildcard. Las salidas de Jason Kelce y Fletcher Cox son muy duras dentro del vestuario, por lo que el liderazgo de Siriani será aún más importante ahora.
Por el otro lado, la ilusión de la afición quesera está por las nubes tras ver cómo su equipo acabó el curso pasado. Jordan Love dejó unas sensaciones buenísimas, así como su cuerpo de receptores. La llegada de Jeff Hafley al apartado defensivo promete un cambio de idea en este lado del campo, algo que empezaba a ser vital, cómo podéis ver en el siguiente artículo que escribí. Aún con todo esto, la juventud del equipo de Matt LaFleur puede jugarle alguna mala pasada a la franquicia de Wisconsin y es algo que, sin duda, hay que tener en cuenta.
Para este encuentro, hay dos claves que me parecen muy importantes. Una será la capacidad de los Packers para frenar el juego de carrera de los Eagles. Siriani querrá que su fichaje estrella, Saquon Barkley, tenga mucho protagonismo con el balón en las manos. Esto puede hacer que el campo se abra para los receptores y que los espacios para AJ Brown y Devonta Smith puedan ser utilizados por Jalen Hurts en el juego aéreo. Hurts también ha despertado algunas dudas con su final de año, pero sigue siendo una amenaza doble cuando tiene el balón en las manos. Barkley y él van a hacer que las cajas defensivas tengan que estar muy pobladas y eso afectará a la defensa contra el pase si el pass-rush de los Packers no es efectivo.
Ante un posible ritmo anotador alto de los Eagles, los Packers deben ser agresivos con su juego de pase, por lo que esta sería mi segunda clave. Matt LaFleur fue muy precavido con los pases de Jordan Love en la primera mitad del curso pasado. A partir de ahí, comenzó a soltar las riendas del quarterback y éste le devolvió la confianza con una producción excepcional. Los Packers están construidos para ser un equipo que ataque verticalmente el campo con receptores como Christian Watson y Jayden Reed, o como Wicks y Doubs cuando es el sistema el que genera los huecos en la defensa y no la velocidad propia del jugador. El esquema de LaFleur abre muchos espacios a la espalda de los linebackers o en las zonas laterales en el tercer nivel.
En la secuencia de imágenes de arriba podéis ver una situación de las que os estoy hablando. Green Bay va a utilizar muchas formaciones cerradas con el fin de provocar errores de lectura de la zona media defensiva. Como veis aquí, hasta nueve defensores se sitúan en la caja antes del snap. Los Packers forman con Love debajo del center y con tres receptores a un lado y un tight end pegado a la línea ofensiva en el otro. Una vez que el balón le llega al quarterback quesero, el safety de la caja cae a la zona profunda provocando que la defensa sea Cover 2. Love está leyendo todo esto, juega el play action y fija sus ojos en el linebacker que cae con la ruta vertical del slot. Watson, alineado en el exterior, acelera para hacer que el safety de ese lado caiga a su zona profunda haciendo el campo muy grande entre los dos safeties y la unidad de linebackers, quienes dejarán su espalda al descubierto.
Con la ruta vertical del medio arrastrando a un lineabacker y ocupando a los dos safeties, Watson corta al medio sin oposición ninguna, logrando una grandísima ganancia de yardas. Evidentemente, para lograr este tipo de jugadas, la línea ofensiva de los Packers necesita hacer un gran partido para que su quarterback no se vea golpeado y eso provoque errores en el pase y alguna que otra pérdida de balón.
El primer partido de NFL en Brasil va a ser todo un espectáculo, porque los dos equipos elegidos están para hacer cosas grandes en esta nueva temporada. Muchos ojos en Jordan Love para ver cómo juega después de haber firmado esa lucrativa extensión de contrato, pero, sobre todo, para ver como los Eagles juegan sin su gran líder después de tanto tiempo. Te echaremos de menos, Jason.
El primer Sunday Night Football de la temporada trae consigo un enfrentamiento intrigante entre los Los Angeles Rams y los Detroit Lions, dos equipos con historias y trayectorias muy diferentes, pero con algo en común: ambos buscan empezar la campaña con una victoria que establezca el tono para el resto del año. Los Rams, liderados por Sean McVay, esperan seguir creciendo tras un curso dónde dejaron unas sensaciones muy buenas, pero que tendrán que reponerse a la retirada del que ha sido su mejor jugador durante los últimos diez años, y demostrar así que aún pueden ser contendientes serios. Por su parte, los Lions, bajo el mando de Dan Campbell, continúan su ascenso como una de las franquicias más prometedoras de la liga. En la memorable final de conferencia del curso pasado, estuvieron a punto de dar la sorpresa en el Levi Stadium frente a los 49ers, y a buen seguro que querrán repetir oportunidad este año.
Me gusta muchísimo lo que propone en cada partido Dan Campbell desde que se hizo cargo de los Lions. No recula, no duda y siempre va a por la yugular del rival. Es su estilo y nadie lo va a hacer cambiar. Habrá momentos en las que nos echaremos las manos a la cabeza, pero la franquicia de Detroit ha dado un vuelco total a su situación en la liga. Ahora mismo, es uno de los favoritos para destronar a los 49ers en la NFC, y es algo que se han ganado a pulso. Para ello cuenta con la ayuda de Ben Johnson, su coordinador ofensivo, quién no ha querido aceptar ninguna oferta de las que tuvo para ser head coach y seguir así comandando el ataque de los Lions.
Para este partido, el juego de carrera se me antoja clave para ambos equipos, porque los dos quieren asentar ese juego terrestre y así luego generar mucho peligro tras play action. Los Rams tienen que resolver el vacío que se les ha quedado en el medio de la defensa. La retirada de Donald ya era muy dañina, pero la salida algo extraña de Ernest Jones la ha multiplicado. Por ahí, entre los tackles, los Lions van a querer correr, y hay un hombre al que yo, personalmente, tengo muchas de ver en su segundo año como profesional. Jahmyr Gibbs jugó a muy buen nivel en su temporada rookie y, aunque Montgomery seguirá siendo importante, imagino que Campbell va a querer darle más volumen de snaps.
Por las características de Gibbs, las carreras por el exterior se ajustan mejor a su juego. Sin embargo, ha demostrado tener una gran lectura de gaps para aprovecharse de la fortaleza interior de la línea ofensiva de su equipo y consigue también ser un peligro por dentro. Como podéis ver en la imagen de abajo, el center y los dos guards abren un espacio enorme entre los tackles para que Gibbs ataque el segundo nivel. Fijaros como Frank Ragnow, su center, primero hace un contacto con el DT para posteriormente subir a bloquear a uno de los linebackers y así darle más campo a su running back. El safety baja muy deprisa a la caja, pero Gibbs se lo quita de encima con un juke move marca de la casa para seguir ganando yardas.
Chris Shula, quién sustituye a Raheem Morris como coordinador defensivo de los Rams, tiene una dura tarea para hacer que esa defensa siga funcionando a un nivel similar al que tenía cuando contaban con uno de los mejores defensores de todos los tiempos. Y, eso, no es nada sencillo.
Y para acabar esta primera semana de competición en la NFL, nada mejor que el regreso de Aaron Rodgers para enfrentarse a su peor rival: el equipo que le ha eliminado de playoffs cada vez que se han visto las caras. Su peor pesadilla. Los San Francisco 49ers han tenido un verano muy movido y algo que ha ido trastocando sus planes en la pretemporada. En el momento en el que escribo esto, uno de ellos se ha resuelto ya (extensión de Brandon Aiyuk). El otro, y con una importancia tremenda para la ofensiva, sigue sin llegar a su fin. Trent Williams es, probablemente, el mejor línea ofensivo de la liga y un autentico baluarte en el juego de carrera y de pase, por lo que una posible ausencia en este encuentro sería traumática para Brock Purdy.
Lo que ocurre con los Jets es que, aunque Trent Williams juegue, su línea defensiva sigue dando el mismo miedo. Sin ninguna duda, el trabajo de Robert Saleh con esa defensa es sobresaliente y son capaces, por sí solos, de dominar cualquier partido. A la profundidad en la DL se le suman dos linebackers de primer nivel como son CJ Mosley y Quincy Williams, y una secundaria, encabezada por Sauce Gardner, que es una máquina de provocar errores en el rival. Pero, por encima de todos, su punta de lanza: Quinnen Williams. El defensive tackle va a más cada año y es el principal problema a solucionar por Kyle Shanahan.
Williams puede alinear por todo el frente defensivo aunque su posición más habitual sea la interior. Sin embargo, su calidad técnica y su explosivo tren inferior le permiten salir desde el exterior también. En la secuencia de arriba tenéis una acción dónde Williams empieza el snap por fuera del tackle izquierdo. Su primer paso es tremendo y le permite colocar las manos en el interior para, acto seguido, jugar el club move (golpe de su mano derecha contra el hombro izquierdo del bloqueador) y ganar por velocidad. Sus ojos siempre están pendientes del quarterback hasta que termina cazándolo.
Aunque esta defensa sea élite, porque así la considero, los San Francisco 49ers siguen siendo un auténtico equipazo repleto de armas con las que poder contrarrestar ese poderío defensivo del equipo neoyorquino. McCaffrey llegará justo por los problemas físicos que ha ido arrastrando en pretemporada, así que es posible que veamos a Jordan Mason más veces en el campo de las que en un primer momento podíamos intuir. Al igual que las acciones desde el backfield de Deebo Samuel, quien seguirá siendo la navaja suiza que hace generar tantos desequilibrios en las defensas rivales.
Por último, no puedo acabar este previa sin nombrar al señor de 40 años (cumplirá 41 en diciembre) que vuelve tras pasarse todo la temporada pasada en el dique seco por esa lesión en el Aquiles. Aaron Rodgers comenzará el curso en su casa (nació en Chico, California), e intentará darle a los Jets lo que fueron incapaces de tener el año pasado: un ataque que sea capaz de sumar los suficientes puntos como para que la defensa gane partidos. Se espera muchísimo de la conexión que vaya a tener con Garrett Wilson, aunque tendrán que sumarse más jugadores para que los Jets puedan llevarse la victoria de la casa del subcampeón. En el primer Monday Night Football de este curso, dos colosos estarán frente a frente para despedir la jornada inicial.
Cojan sitio, porque la mejor liga del mundo da el pistoletazo de salida. Nos quedan más de cinco meses de espectáculo, diversión y horas y horas de football. Vamos a disfrutar cada minuto como si fuera el último. La espera ha llegado a su fin, la NFL está de vuelta.