Sé lo que está pensando querido lector: "otro artículo dedicado a los Miami Dolphins, ¿cuántos van ya esta semana?" La verdad que pocas veces había visto una reacción tan grande a lo realizado por un equipo en un partido como en esta ocasión con la franquicia de Florida. Casi cualquier analista de cualquier rincón del mundo ha ofrecido alguna imagen o compartido algún texto sobre la victoria del pasado domingo de Miami sobre Denver. La cinta de los entrenadores de ese duelo entre Broncos y Dolphins tiene apenas unos días de vigencia, pero debe estar ya más gastada que la de la película Casablanca por todas las veces que ha debido verse. Dicho esto, no todos los días un equipo NFL anota setenta puntos en un encuentro, de hecho, solo había pasado tres veces anteriormente en más de un siglo de historia de la liga, así que aquí estoy yo para aportar mi granito de arena al asunto. Vamos a ver algunos detalles que hacen a la ofensiva de Mike McDaniel tan peligrosa y sacar a la luz alguna de las llaves que pueden usar sus rivales para tratar de limitar los daños en sus enfrentamientos.
El head coach ha construido una ofensiva en la que la velocidad de sus componentes es clave. Tras tres semanas de competición los jugadores de los Dolphins copan los seis primeros puestos según Next Gen Stats en portadores del balón más veloces en un partido. Además, McDaniel potencia esa velocidad con un esquema ofensivo que genera espacio a partir de diferentes movimientos pre y post snap y que constantemente pone a sus chicos en situaciones numéricas ventajosas. La novedad más destacada que ha implementado este año es el "out-motion", por el que pre snap un jugador se abre hacia el exterior para salir con un impulso extra de velocidad al momento de iniciarse el down. En la semana 1 contra Los Angeles Chargers ya pudimos observar cómo Tyreek Hill, el más rápido dentro de los rápidos, sacaba ventaja en sus duelos personales a partir de este movimiento. Fijaros en el vídeo como Hill juega con el "leverage" del defensor, le obliga a abrir caderas para entonces atacarle por el interior aprovechando un enorme espacio libre que además le permite ganar muchas yardas tras la recepción.
Las posibilidades de este "out motion" son amplias y no se limitan a crearle una ventaja a Tyreek. En algunas ocasiones forma parte de un concepto de rutas que involucra a dos o tres jugadores, en otras aparece para crear una distracción y jugar una "tunnel screen" por ese lado y también como segunda lectura en una slant RPO. El caso es que no solo lo está empleando en el juego de pase, también hemos visto el "out motion" en acciones de carrera. Contra Denver se observó en todo su esplendor en una "crack toss", una jugada terrestre que ha ido evolucionando a lo largo de los años pero que en esencia contempla un "pull" del tackle izquierdo (línea verde) que bloquea al cornerback que es obligado a hacer el apoyo contra la carrera porque los dos receptores con splits reducidos se encargan de bloquear (líneas azules) a los defensores en el "edge". Aquí McDaniel introduce su elemento extra del "out motion" con el runningback Raheem Mostert (línea amarilla), quien gracias a ese movimiento dispone de un mejor ángulo para realizar su bloqueo. La avenida que se le abre a De´Von Achane es espectacular.
En estas primeras jornadas de competición, McDaniel está moviendo a Mostert por la formación como nunca habíamos visto en el runningback. De momento acumula 107 snaps en el backfield, pero también 13 en el slot y otros 12 como receptor abierto, varios de ellos a partir del "out motion" que os comento. Esta semana, en rueda de prensa, preguntaron a Kyle Shanahan por esta novedad táctica. El head coach de San Francisco 49ers se refirió al mismo como el "cheat motion", dando a entender que es "trampa" darle a jugadores tan rápidos ese plus para salir al snap a plena velocidad como si habláramos de la liga canadiense de football (en la que está permitido moverse por detrás de la línea de scrimmage desde varias yardas atrás antes del saque de la jugada). Shanahan confesó ver cómo Rams utilizaba el "cheat motion" en su duelo de la semana 2 y que él mismo lo ha implementado en su equipo, siendo Deebo Samuel el principal beneficiario en la semana 3. En sus propias palabras, toda la liga estará desarrollando conceptos a partir de este movimiento a lo largo de la temporada.
Los Dolphins ya mostraron una cara en ataque muy alegre en 2022, primer año como head coach de Mike McDaniel, pero les faltó siempre ese punto dominante en el juego de carrera. Ahora, en 2023, encontramos a la franquicia de Florida en el primer lugar en yardas, media de yardas por intento y touchdowns de carrera. El center Connor Williams está jugando como el mejor de lo que llevamos de temporada, y el regreso de Terron Armstead el pasado domingo fue la guinda del pastel.
Ya hemos visto que estos Dolphins destacan por su velocidad, pero esa velocidad no sería nada sin un esquema que crea unos espacios brutales para que puedan explotarla. McDaniel es sabedor que la mayoría de los equipos van a querer defenderles en zona para protegerse de ser quemados en profundo, así que desarrolla conceptos que atacan constantemente los huecos que quedan entre los defensores del segundo nivel y los safeties. Eso lo hace por un lado con el uso del play-action y por otro con conceptos de ruta como el "spacing" que os presento a continuación. Fijaros como ahora McDaniel emplea un "motion" antes del snap hacia el interior, en lugar de hacia el exterior. El tight end (ruta azul) va a influenciar al linebacker de su lado, el wide receiver interior (ruta verde) va a influenciar al cornerback del slot y por su parte Tyreek Hill (ruta amarilla) va a correr una ruta a la espalda de los linebackers y en frente de los safeties que va a atacar el espacio que queda.
Observad con la jugada en marcha como los Broncos juegan una Cover-3 que es ideal para lo que quiere generar McDaniel. El único safety profundo está "a kilómetros" de la línea de scrimmage, mientras que el corner del lado de Hill, el número 2 Patrick Surtain, ha de proteger la zona profunda a su espalda. Eso deja un agujero enorme para que Tua Tagovailoa conecte el pase hacia su receptor favorito. Velocidad sí, gran esquema también. No os perdáis finalmente el perfecto pocket que crea la línea ofensiva.
En situaciones de play-action defender a estos Dolphins puede ser un auténtico calvario si no haces bien las cosas. Fijaros en esta acción del pasado domingo en la que todos los defensores del segundo nivel mantienen demasiado tiempo los ojos en el engaño en el backfield, lo que unido a la enorme distancia que guarda el safety profundo, procuran a Hill un espacio gigantesco para que pueda atrapar el pase. Siempre es muy osado hablar de que algo es fácil en una liga tan competitiva como la NFL, pero ciertamente acciones como ésta no deberían suceder con la frecuencia que consigue Miami.
En play-action, Tua ha conectado en tres partidos 20/27 pases para 328 yardas, un promedio astronómico de 12.1 yardas por lanzamiento. Con este ataque tan en ritmo, en el que casi siempre la primera lectura está abierta, no es de extrañar que el quarterback haya encajado tan solo un sack.
Quien de momento sí enseñó el camino para ralentizar, que no detener, a esta ofensiva fue Bill Belichick en la semana 2. El head coach de Patriots empleó un esquema conservador, que sabía podía encajar yardas en la zona más corta, pero se protegió en la zona media con una especia de defensa "paraguas" que suele ser más habitual en situaciones de final de partido en las que no quieres que el rival se salga del campo para parar el reloj. Fijaros en el ejemplo que os expongo a continuación la forma tan diferente en que New England defiende tras play-action. Además de los dos cornerbacks exteriores, Belichick coloca a dos defensores extra en los puntos vulnerables que hemos visto que dejaron tanto Chargers como Broncos. Es una especie de cobertura de tres safeties que obliga al quarterback a quedarse con la pelota y acabar por salir corriendo porque tanto Hill como Jaylen Waddle acaban recibiendo un dos contra uno. Es cierto que con estas defensas no puedes plantear un rush muy agresivo, pero la idea es eliminar lo que más le gusta atacar a Miami y obligar a Tua a jugar incómodo. Tengo mucha curiosidad por ver qué hará Sean McDermott el próximo domingo. Ya el año pasado, en tres compromisos contra Miami, logró que Tyreek Hill no fuera un factor decisivo.
Miami tiene un quarterback que ejecuta a la perfección cuando juega en ritmo, una línea ofensiva que está en sincronía, dos runnigbacks súper veloces y dos receptores explosivos que son tan peligrosos tanto antes como después de la recepción. Por si todo esto no fuera suficiente, los rivales de Miami, el siguiente Buffalo como hemos comentado antes, tienen que protegerse de los esquemas "engañosos" de McDaniel, y no me refiero en particular al "cheat motion" que os expliqué al inicio del artículo. El head coach, como buen discípulo de Kyle Shanahan, diseña todo tipo de trampas con el movimiento de sus piezas antes y después del snap. Esto está siendo particularmente evidente cuando los Dolphins avanzan hasta la zona roja del rival. En un área en la que cada paso en falso puede significar un touchdown encajado, McDaniel pone constantemente a las defensas a contrapié. Lo vimos el pasado domingo contra Denver con acciones de todos los colores, ninguna más brillante que el "shovel pass" que lanzó Tua sin mirar.
Estos Dolphins están disfrutando sobre el campo y nosotros los aficionados lo estamos haciendo con ellos, pero sin duda es Mike McDaniel, el hombre a los mandos de las operaciones, el que mejor se lo está pasando de todos.