Si hay una posición que ha sido pródiga en la historia de los Detroit Lions es la de runningback. De los ocho jugadores que tienen retirada su camiseta en la franquicia, cuatro ocuparon ese puesto: Dutch Clark y Doak Walker de la era antigua pre-Super Bowl y Billy Sims y Barry Sanders de la era moderna. Por supuesto, Sanders es el más conocido de todos ellos. El líder histórico de la franquicia con 15269 yardas de carrera (cuarta mayor marca de todos los tiempos) es el miembro más destacado del cuarteto. Su prematura retirada tras la campaña de 1998 descolocó a una franquicia que desde entonces ha venido buscando su sucesor, principalmente vía draft. Por desgracia, selecciones altas de primera ronda (Kevin Jones, Jahvid Best) o de segunda (Mikel Leshoure, Ameer Abdullah, Kerryon Johnson, D´Andre Swift) no han fructificado por diferentes motivos. Ahora entra en la ecuación su primer pick del pasado draft, número 12 absoluto, el runningback de Alabama, Jahmyr Gibbs, quien parece destinado a realizar grandes cosas para la franquicia de la ciudad del motor.
La selección de Gibbs en esa primera ronda sorprendió a muchos, incluido yo mismo. Las razones fueron tres fundamentalmente. En primer lugar, los Lions ya disponían de una pareja de corredores en plantilla que se podía complementar a la perfección: David Montgomery y D´Andre Swift. Un día después, éste último era traspasado a Philadelphia Eagles. Claramente Detroit pensaba que Gibbs era un incremento de calidad merecedor del pick. Por otro lado, ya hemos visto a lo largo de este año como el valor de los runningbacks ha ido decreciendo de forma alarmante para sus representantes. Hasta las grandes estrellas como Saquon Barkley o Josh Jacobs han sido incapaces de obtener un nuevo contrato de sus equipos. Gibbs no solo es otro runningback, sino que, además, por lo que vi de él en college, no parecía ese tipo de jugador capaz de llevar toda la carga de un backfield de un equipo profesional. Los Lions ignoraron todos estos factores porque sabían más que nosotros, contaba con que el ex de Alabama fuera un jugador especial para ellos.
Desde el primer encuentro de la temporada, el choque inaugural entre Lions y Kansas City Chiefs, ya pudimos intuir lo que el equipo de Dan Campbell confiaba desde el principio, y eso que solo registró 19 snaps, su marca más pequeña de la campaña. Desde entonces se ha movido entre los 28 y 42, con la excepción de los dos encuentros en los que tuvo que asumir el papel protagonista por la lesión de Montgomery. Esas dos fechas, ante Baltimore y Las Vegas, registró 65 y 60 snaps respectivamente. Su posicionamiento en el campo refleja la versatilidad que sabíamos que poseía. De momento acumula 235 snaps en el backfield, pero también 24 en el slot y 25 como receptor abierto. Es segundo en el equipo en yardas de carrera (476), tercero en recepciones (31) y segundo en yardas totales (676).
Gibbs enseña cada vez que toca la pelota la velocidad, aceleración y explosividad que mostró en su periplo universitario. Llega al perímetro de la defensa con facilidad y su movilidad y agilidad lateral son élite. Lo que no esperábamos es que se mostrase igualmente efectivo en espacios reducidos y que fuese un corredor lo suficientemente físico como para romper placajes y ser capaz de aguantar, y según qué caso, proporcionar, castigo físico por parte de los oponentes. Asumiendo el símil automovilístico, sus piernas son auténticos pistones cuando golpean el suelo. Por estilo, subrayo el concepto de estilo, se parece más a un Adrian Peterson que a un Reggie Bush. Esto resultó muy evidente la noche de Halloween contra Raiders cuando sumó 152 yardas de carrera y un touchdown en 26 intentos.
Si vemos la estadística al detalle comprobamos que los números ratifican lo que comentamos. En jugadas exteriores, del tackle hacia fuera, Gibbs registra de momento 43 carreras y 204 yardas, 4.7 por intento. En cambio, cuando la dirección inicial de la jugada es a la altura de los guards y center, sus cifras son 47 carreras para 272 yardas, 5.8 por intento. Además, de sus 476 yardas vía terrestre, un total de 300 han llegado tras contacto, es decir, el 63% de su producción completa ha llegado tras ponerle el rival una mano encima. Sorprendente y excelente. Pasemos a la cinta de su último encuentro para estudiar su juego con mayor detenimiento.
Antes que nada, lo primero que llama la atención es su postura al snap, muy erguida, al estilo del runningback de Cleveland Browns, Nick Chubb. Esto le da a Gibbs una mejor visión de la defensa, dado que su 1.75m es algo escaso para la posición.
En la primera jugada que analizamos observamos de primera mano la explosividad del número 26 de los Lions y su creatividad en campo abierto. Detroit forma con personal 12 (dos tights ends, un runningback) en una disposición muy condensada. La llamada es outside zone hacia el lado corto del campo. Toda la línea ofensiva realizará el paso lateral hacia su derecha, los tight ends se encargarán del "kick-out block" y el wide receiver del lado derecho subirá al tercer nivel para bloquear al safety del lado fuerte, Derwin James. El cornerback de ese lado queda sin bloquear y quiero que guardéis un ojo en el safety del lado débil (círculo rojo). Gibbs seguirá el desarrollo de la acción tal como toma el "handoff" y decidirá cuál será su punto exacto de ataque.
Si congelamos la imagen al momento en que Gibbs va a cruzar la línea de scrimmage vemos cómo los bloqueos han sido ejecutados a la perfección. Todos los compañeros están cumpliendo con sus asignaciones. No hay nadie a tres yardas a la redonda de nuestro protagonista. Aquí es cuando produce su magia. En lugar de seguir el trazado amarillo más lógico en función de la inercia de su movimiento, Gibbs va a inventar sobre la marcha y llevar su carrera al lado contrario del campo (línea roja) una vez que pasa la primera ola de defensores.
Es fascinante cuando ves el vídeo cómo elimina por completo el ángulo del safety que os comentaba antes. Para cuando el defensor ha recuperado el paso apenas puede detener a Gibbs unos centímetros antes de cruzar la línea de anotación. Este es un ejemplo claro de una jugada perfectamente bloqueada, pero en la que además un runningback explosivo ha multiplicado su efecto. Trabajo en equipo con una persona en el rol de líder.
La siguiente jugada que os quiero mostrar es tanto una demostración de las habilidades de Gibbs como sobre todo del conjunto de la ofensiva de Lions que coordina Ben Johnson. Detroit va a convertir una acción tan clásica y evidente como una "runningback screen" en una jugada que va a confundir por completo a la defensa de Los Angeles Chargers por los disfraces que se realizan con movimientos pre-snap. De inicio, Lions va a ejecutar un cambio completo en la formación, quarterback, runningback, fullback y tight end varían sus posiciones antes de que se ponga en marcha el down. De un "look" muy abierto con shotgun y tres jugadores abiertos, pasamos a una formación con el quarterback bajo center, los corredores en I y el tight end en disposición tradicional junto al tackle derecho.
Los señuelos no acaban ahí. Una vez que comienza la jugada vamos a tener play-action con el propio Gibbs, quien va a ser finalmente el que tenga el balón en sus manos. Además, el fullback va a cambiar su trayectoria de bloqueo del lado débil al lado fuerte (línea verde) para sacar de la acción al inside linebacker. Tanto center como guards salen en pull para bloquear en campo abierto.
Fijaros con la jugada en plena ejecución cómo Detroit tiene números muy favorables en el punto de ataque. Gracias a las rutas que juegan los wide receivers van a sacar de la ecuación al cornerback del lado derecho de la defensa (círculo rojo) y al safety profundo (círculo azul), que se ve obligado a retroceder demasiado campo para lo que en realidad se le viene encima. Los Lions tienen su trío interior de línea ofensiva para bloquear apenas a dos defensores de los Chargers.
Para rematar esta brillante screen, observad la sutileza del posicionamiento de Gibbs antes de recibir el screen. Se coloca de cara a su quarterback para facilitar aún más el pase y recepción y, además, con unos pequeños pasos extra de retroceso, crea un mejor ángulo de ataque para seguir sus bloqueos. El equipo de Los Angeles es afortunado de que Gibbs no acabara en la zona de anotación.
Por último, quería cerrar esta exposición sobre uno de los novatos del año con una jugada final que resultó clave en el devenir del encuentro, la conversión de cuarto down previa al field goal ganador de Detroit. Esa acción representa a la perfección cuánto influye ya Gibbs en las defensas rivales, de manera que su sola presencia condiciona al oponente a realizar lo que Lions desea. Sin tocar la pelota, fue clave para que Sam Laporta atrapase el lanzamiento de Jared Goff. Pre-snap vemos el concepto de rutas. Tenemos un jugador en movimiento que se mueve de izquierda a derecha y correrá hacia la flat en combinación con una clásica "slot fade" (línea verde). La atención de Goff va sin embargo hacia el otro lado. Gibbs realizará una "swing route" hacia la izquierda (línea amarilla), el wide receiver de ese lado se "sentará" en una esperada zona entre defensores diez yardas pasado la línea de scrimmage (azul), mientras que el tight end Laporta correrá una ruta "drag" (rojo).
Con la jugada en movimiento vemos cómo Chargers dedica un end del calibre de Khalil Mack para obstaculizar la salida a ruta de Gibbs (círculo amarillo), lo que deja al rush con apenas tres hombres para alcanzar al quarterback. Tened presente al tight end (rojo) y al safety de la flat (azul) para la siguiente toma.
La ruta de Gibbs obliga al safety a ensanchar hacia la banda su zona de cobertura, dejando el espacio suficiente con su compañero, el linebacker interior, para que Goff pueda encontrar a Laporta abierto en el instante preciso para el primer down que básicamente selló el duelo.
En el plano aéreo es dónde todavía podemos ver crecer más a Gibbs según avance la campaña. De momento, básicamente se le está usando para correr estos patrones cortos y primordialmente hacia el lado izquierdo. Doce de sus 31 capturas han llegado por ese lado, en comparación con únicamente dos hacia el lado derecho. Además, todas sus recepciones han llegado en la zona corta, por debajo de las diez yardas en campo abierto. Por lo que vimos del rookie en college, es evidente que Ben Johnson puede utilizarle en acciones más profundas en combinación con sus compañeros. De momento, todo lo que dispone el coordinador para él está siendo más que suficiente para que se haya convertido en una de las sensaciones de la temporada. El futuro parece brillante para Jahmyr Gibbs y los Detroit Lions.