Esta temporada en particular, tendremos en nuestras manos un puñado de ofensivas de alto calibre que prometen hacer de la postemporada una inolvidable. Entendiendo que restan tres semanas y pueden cambiar las percepciones por lesiones o cambios de nivel de los equipos, estas son las cinco mejores ofensivas que, deberían, animar los playoffs.
La maquinaria de Ben Johnson es realmente una ofensiva de época, el epítome de la frase “todo es más que la suma de sus partes”. No es por demeritar a nadie de esta unidad, pero si aislamos a sus principales protagonistas, difícilmente tendrían tanto valor como cuando están juntos bajo el mando del coordinador ofensivo más creativo de la liga actualmente.
Lo que más me impresiona de Detroit es que la inverosímil cifra de 57 touchdowns no es lo más sorprendente, sino la forma en que llegan esas anotaciones cada domingo. Jugadores atacando espacios poco comunes, roles diferentes, cambios de alineaciones, linieros ofensivos como corredores… creatividad en su máxima expresión. Amon-Ra St. Brown se ha convertido en un ser dominante desde el slot, Sam LaPorta sería el arma central de varias ofensivas, Jahmyr Gibbs es devastador por aire o por tierra con su aceleración, qué decir de Jared Goff un tipo que no maneja, sino eleva el nivel de todo este arsenal.
La única duda llegado enero será ver el impacto de las lesiones que no abandonan a Detroit, fuera de ello, cualquiera que quiera vencerlos deberá estar equipado para soportar tiroteos de 35+ puntos.
Es más espectacular lo que hace Lions, pero no me parecería un arrebato decir que es más admirable lo que ha conseguido la ofensiva de Bills en 2024. Sencillamente porque es un grupo que no tiene el nivel de talento que Detroit y, a pesar de ello, solo tiene 2 touchdowns menos que los Lions. Si pueden estar de tú a tú contra estos grandes equipos es, en gran parte, al excelso nivel de Josh Allen que ha jugado como un verdadero MVP.
En su primera temporada sin Stefon Diggs y sin un reparto de altísima calidad, Allen entendió que era momento de madurar su juego, dejó a un lado los sinsentidos y riesgos que solía tomar sin miramientos para ser más determinante, más quirurgico y todo, sin abandonar sus jugadas espectaculares; bombazos de 40 yardas, lanzamientos a dirección cambiada con precisión y velocidad, acarreos donde arrastra linebackers y múltiples defensivos. Es una versión más pulida del Cam Newton MVP, pero igual de espectacular.
Él solo basta para armar una ofensiva peligrosa, pero aderezado con los eventuales aportes que generan los James Cook, Amari Cooper, Khalil Shakir o Keon Coleman, el resultado termina siendo una ofensiva de miedo que me parece es la mayor amenaza en la AFC.
Mérito total a Kellen Moore, el coordinador ofensivo en su primer año logró tres cosas que no eran nada fáciles: sacó a Eagles del bache en el que estuvo el 2023, implantó su esquema sin pecar de soberbia y echar por la borda lo que ya funcionaba, y lo más importante es que logró que los jugadores abrazaran su nueva filosofía.
Cuando todo eso sucede, es cuestión de tiempo, y repeticiones, para que un grupo con tanto talento de dividendos. Pero la mayor proeza de Moore, sin duda alguna, fue el hacer de Saquon Barkley la figura central de la ofensiva cuando en años recientes el rol de los corredores era un tema de segunda línea para Eagles, eran complementos al juego de Jalen Hurts, DeVonta Smith, AJ Brown y esa poderosa línea ofensiva. Ahora la dinámica cambió y ha sido para bien, Saquon no es cualquier corredor y Moore así lo entendió y así planeó su playbook, ahora hay una amenaza en todas las áreas, nadie está a salvo cuando enfrenta a Philadelphia, ni por aire ni por tierra. Mérito de los jugadores y las mentes detrás del cambio.
La ofensiva de Lamar Jackson no ha perdido ritmo, pero ya no es el bulldozer que arrasaba con todo a su paso en las primeras semanas de la temporada. La producción terrestre, encabezada por Derrick Henry, ha tenido un bajón en noviembre y diciembre que apunta a algo que deberán resolver antes de iniciar su asalto al Super Bowl en los Playoffs.
Lamar Jackson sigue siendo el borrador que elimina cualquier dificultad ofensiva que se presente en Baltimore. Si el ataque terrestre está atascado, con su brazo y excelente presencia en la bolsa de protección puede sostener a una ofensiva que sigue siendo la que más yardas ofensivas por partido genera en toda la liga. La madurez que tienen Lamar y Henry deberían ser precisamente la base sobre la cuál Ravens aspire a hacer una campaña dominante en postemporada y evitar repetir fracasos del pasado.
La mejor ofensiva de la que nadie habla, ¡Qué cosa han montado en Tampa Bay!
La consolidación de Baker Mayfield la vimos el año pasado y esta temporada sencillamente ha sido confirmar lo que vislumbramos en 2023, pero el gran temor era que, tras la salida de Dave Canales la ofensiva sufriera un bajón pero no ha sido el caso. Incluso sin tener disponible a Chris Godwin y Mike Evans en gran parte de la temporada, Baker no ha dejado de rendir. La prueba más reciente fue la exhibición que hicieron el fin de semana pasado en Los Angeles contra una de las mejores defensas de la liga como son los Chargers. El regreso del siempre confiable Mike Evans y el establo de corredores de gran capacidad que tienen, alimentan la esperanza de creer que, sin ningún problema pueden meterle un susto a cualquiera en la Conferencia Nacional.