Los Rams de Sean McVay dieron la campanada el domingo tras tumbar a los Bills en el partido con más puntos de lo que llevamos de temporada tras una exhibición brutal de ambos ataques que se cerró con un competido 44-42 y están a un buen final de temporada de darle la vuelta a un año que parecía desastroso en el primer mes de competición.
Los Angeles comenzó el año con record de 1 victoria y 4 derrotas pero ha ganado 6 de sus últimos 8 partidos y tiene un calendario interesante para hacerse con una plaza de Playoffs en la Conferencia Nacional. Los Rams jugarán 3 de sus 4 partidos dentro de la División, empezando con un enfrentamiento este domingo ante los Niners y cerrando el año con un partido ante los Seahawks que puede ser clave. La victoria ante Seattle a principios de noviembre permitiría a los Rams superar a los Seahawks en la clasificación divisional en el caso de que su record sea el mismo a final del año.
Y gran parte de ese éxito en el último tramo del año lo ha tenido el ataque (obviamente), pero hay que darle el mérito que merece a una defensa sin muchos nombres que se ha reinventado en apenas una temporada. Perder al jugador más dominante de una competición como era todo un Aaron Donald no es fácil pero los Rams invirtieron en la línea defensiva en el Draft y dio sus frutos: Branden Fiske (DT ex de Florida State) ha sido un gran jugador desde el interior, consiguiendo romper jugadas en el backfield de manera continuada y trasladando ese atleticismo que demostraba en la Universidad llegando a sumar 32 presiones (4º novato que más ha conseguido).
Y Jared Verse se ha consagrado como uno de los candidatos a Novato Defensivo del Año. Verse fue elegido en la Primera Ronda del Draf después de un gran año en Florida State. El EDGE de los Rams comenzó su carrera en la pequeña Universidad de Albany y tras cancelarse su temporada en 2020 consiguió sumar 40 libras de músculo y dominar. Este año es el 5º jugador con más presiones de toda la NFL (59) y el primero entre todos los rookies, superando al segundo en 16 presiones entrando en la Semana 14 de NFL
En el ataque las cosas son aún más espectaculares: en los 8 partidos en los que Puka Nacua y Cooper Kupp han compartido el campo los Rams han sumado 6 victorias por solo 2 derrotas y durante las últimas 4 semanas la estabilidad ha vuelto a la línea ofensiva, después de que en las primeras 10 semanas de la temporada hasta 11 jugadores distintos jugasen para los Rams en esa posición. Y el equipo lo ha notado: son el 7º mejor equipo en efectividad ofensiva (0.177 EPA/jugada) y el 3º mejor equipo en Success Rate (49%), solo por detrás de Miami Dolphins y Detroit Lions
El juego de carrera funciona, Kyren Williams consiguió correr de manera consistente y Sean McVay bailó a Sean McDermott con sus esquemas terrestres. Comenzaron el partido ante los Bills machacando las carreras interiores y dominando con la línea ofensiva para cerrar el partido atacando más los exteriores y moviendo a la defensa de Buffalo horizontalmente, como en la jugada del segundo touchdown de Kyren Williams en el que ejecutan el crack toss a la perfección.
Y en el juego de pase Stafford actuó de manera impoluta. No cometió ni un solo error y no concedió ni un solo sack, además de completar 11 de los 15 terceros downs a los que se enfrentó. Los Bills fueron incapaces de defender con defensas individuales a los receptores de los Rams y cuando viraron a mitad del partido a una defensiva más zonal los Rams los destrozaron.
Una de las jugadas que utilizaron fue un clásico de Sean McVayl saliendo con personal 11 (1 TE y 1 WR) y colocando en un mismo lado del campo a tres receptores y al corredor, con una formación totalmente desbalanceada y Stafford completamente solo en el backfield. Desde ahí sobrecargaron el lado "fuerte" del campo con 3 de esos receptores atacando los tres niveles del campo: distancia corta, distancia media y en profundo y pusieron en un problema enorme a Damar Hamlin desde la posición de Safety, donde tenía que decidir entre dos receptores a los que saltar y donde acabó siempre superado.
Los Rams tienen todo lo que se puede pedir a un underdog: una defensa peleona, un ataque espectacular, un quarterback Salón de la Fama y uno de los mejores arquitectos de la NFL a los mandos. Que se anden con cuidado los "cocos" de la NFC.