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Los Vikings cada vez lucen menos confiables y otras lecciones tácticas de semana 15

Seattle Seahawks
2022 · 7-7-0
San Francisco 49ers
2022 · 10-4-0

La imprevisibilidad como arma definitiva

En un deporte tan sumamente táctico como es el football americano, el estudio del rival es básico para poder afrontar la competición con ciertas garantías. No se puede dejar nada a la improvisación, y el trabajo en la sala de vídeo es a veces casi tan importante como el que se hace en el campo de entrenamiento. Conocer las tendencias de tu oponente, lo que significa cada formación o cada movimiento, se antoja fundamental en la preparación del partido. Sin embargo, todo eso salta por los aires cuando tu rival puede engañarte a base de ilusiones. Y en esta liga, en la NFL, pocos prestidigitadores hay como Kyle Shanahan.

La llegada de Christian McCaffrey lo cambió todo. Hasta ese momento, los Niners se habían visto descompensados por la falta de amenaza en el juego aéreo y por un juego terrestre que se volvía, a veces, algo previsible. Sacaban partidos adelante porque cuentan con una defensa que empieza a ser histórica y por detalles de la indudable calidad que tenían en ataque. Ahora son una máquina de generar ventajas por todos los lados del campo. Es muy complicado identificar posiciones o tendencias porque sus playmakers son muy versátiles y pueden atacar desde distintos spots. Pueden formar con jugadores en el backfield que no van a correr aunque sean running backs, o forman con wide receivers en el exterior a los que se les puede mover antes del snap para acarrear el ovoide. Y todo este esquema cuidado con mucho detalle. El primer pase de touchdown a George Kittle es el ejemplo perfecto de versatilidad e imprevisibilidad.

Con todo esto, y aunque no me creáis, la aparición de Brock Purdy también le da más cosas a Shanahan. Con el rookie comandando el ataque, los roll-outs y sprint actions son más peligrosos que con Jimmy Garoppolo, dándole a los mineros la posibilidad de mover sus pockets y evitar presiones hacia el quarterback. Además, el uso del play action también gana con esta movilidad de la que carecía el bueno de Jimmy.

Los 49ers van lanzados a unos playoffs que invitan a pensar en un enfrentamiento a muerte contra los Philadelphia Eagles, los cuáles también cuentan con toda esta imprevisibilidad en su ataque. De manera distinta, claro, pero igual de efectiva.

Minnesota Vikings
2022 · 11-3-0
Indianapolis Colts
2022 · 4-9-1

La fiabilidad de los Vikings cae en picado.

Reconozco que los Vikings me engañaron con su partido en Buffalo. Aquel día, mi sensación con el equipo de Kevin O'Connell fue de ser un conjunto muy difícil de batir, con un esquema ofensivo muy completo y con una defensa que sabía hacer jugadas en el momento adecuado. Es verdad que no era nada impresionante, pero su récord y ese partido me dejaron con la idea de ser un conjunto muy peligroso de cara a playoffs. Las últimas semanas, sus partidos me han quitado eso de la cabeza y, aunque aún son peligrosos por ese talento elite en el puesto de wide receiver y ese runnning back que poseen, la idea de ver llegar lejos a estos Vikings me empieza a parecer poco probable.

El sábado vivimos un encuentro histórico por la remontada que se produjo, pero fue uno de los peores partidos jugados de todo el año, y eso que esta temporada tenemos varios partidos candidatos en esa categoría. Los Vikings no pueden permitirse los dos primeros cuartos perpetrados ni una sola vez más. Básicamente porque no creo que se vuelvan a enfrentar a un equipo tan mal entrenado como son estos Colts. Si los dos primeros cuartos de Minnesota fueron malos, los dos últimos de Indianápolis fueron peores, reflejados en esa última screen jugada por Dalvin Cook para llevar el encuentro a la prórroga y allí certificar la victoria y el título divisional para el equipo local.

Ha habido cosas muy buenas en la temporada de los Vikings. Buenísimas. Pero deben recuperar la solidez que mostraron a principios de año o se verán apeados de los playoffs más pronto que tarde. No pueden depender de que Justin Jefferson haga milagros cada día. Los errores groseros tienen que dejar de sucederse.

Cleveland Browns
2022 · 6-8-0
Baltimore Ravens
2022 · 9-5-0

Los Ravens sin imprevisibilidad ni fiabilidad. ¿Resultado? Paguen a Lamar Jackson.

Los Baltimore Ravens han querido tensar la cuerda en la renovación con su quarterback hasta el punto en el que el propio jugador ha decidido romper negociaciones y esperar a ver qué pasa a final de temporada. Jackson siempre ha tenido muchos detractores a su alrededor. Su juego no es el de un quarterback tradicional y eso, en muchos sitios, no se ve bien. Lo que es indudable es que, más allá de sus virtudes y defectos, Lamar Jackson le da victorias a un equipo que está notando muchísimo su baja. De los 61 partidos en los que ha sido titular, Lamar tiene un 74% de victorias. En los 18 partidos que no ha jugado, ese porcentaje de victorias baja hasta el 39%. Es decir, Lamar hace ganar a los Ravens.

En el partido del sábado frente a los Browns, el equipo de John Harbaugh consiguió correr para 200 yardas, pero sólo fue capaz de traducir ese dominio por tierra anotando tres puntos. El juego aéreo de Greg Roman, coordinador ofensivo, es nulo. La calidad de Lamar hace que, aún con un sistema muy previsible y escuálido por aire, se consigan mover cadenas, e incluso se genere alguna que otra big play. Lamar tiene un brazo poderoso y el tercer nivel no es problema para sus lanzamientos. Evidentemente no es el mejor pasador de la liga, pero sí puede ser consistente atacando las rutas seam, post y corner, además de tener ese factor x para extender jugadas y encontrar receptores fuera del pocket. Sin él, el anímico juego aéreo se cae por completo. Las formaciones pesadas con personal 13, personal 12 o personal 23 funcionan mejor si la amenaza de pase está presente. Sin ella, la imprevisibilidad desaparece y la fiabilidad se desmorona. Al menos, cuando el ataque consigue alcanzar la red zone.

Indudablemente, los Ravens tienen uno de los juegos terrestres más dominantes de la liga. Juegan a eso y lo hacen realmente bien. Ojo, deben insistir en ello porque es lo que les hace fuertes. Sin embargo, renunciar al juego aéreo como lo están haciendo (por lesiones, sí, pero también por incapacidad para generar en ese aspecto del juego), es algo de lo que pueden arrepentirse incluso antes de tiempo. Su récord marca nueve victorias y sus posibilidades de playoffs siguen intactas, pero que esto no tape las carencias sonrojantes de un staff ofensivo que no ayuda a sus jugadores.

Ah, y páguenle a Lamar. Quarterbacks así no caen de los árboles.

Tampa Bay Buccaneers
2022 · 6-8-0
Cincinnati Bengals
2022 · 10-4-0

Lou Anarumo se merece mucha más atención.

Los Bengals son un equipo de fuegos artificiales. La pareja que forman Burrow y Chase es élite absoluta de la liga y copan las portadas de todos los medios. Es su mayor virtud, pero no la única. En mi opinión, el trabajo de Lou Anarumo, su coordinador defensivo, es excepcional.

Los Bengals empiezan los partidos en un nivel que, a medida que avanza el encuentro, va aumentando hasta llegar al punto de ahogar a su rival. Cada ajuste efectuado al descanso da resultados positivos y deja a los de Zac Taylor en las mejores condiciones para que su ofensiva termine el trabajo. Este domingo, frente a los Buccaneers, la defensa volvió a dar un espectáculo fabuloso en los dos últimos cuartos, maniatando a Tom Brady y provocando numerosos errores en el veterano quarterback. Anarumo dejó de ir al pass-rush con cuatro hombres en terceros downs para ir con tres y caer con ocho, cerrando los espacios con ocho hombres en la cobertura zonal. Cómo resultado de esto llegó la primera intercepción de Brady y, al siguiente tercer down que tuvieron los locales, Anarumo cambió de estrategia mandando cinco hombres al pass-rush provocando el primer fumble del quarterback.

No dejemos de mirar a las estrellas ofensivas de los Bengals, pero tampoco nos olvidemos de que, para ser un equipo ganador en la NFL, hacen falta muchas más cosas. Cómo, por ejemplo, tener a Lou Anarumo como tú coordinador defensivo.