El Madrid Game no es uno más dentro del catálogo de partidos internacionales que la NFL está haciendo cada año; se convierte en uno aún más singular con los Miami Dolphins ejerciendo como equipo local. Principalmente, por lo que eso supone para el que se ha convertido en el principal mercado internacional para la NFL: El mercado hispano. La conexión de Miami y Madrid rompe la distancia que separa un océano para unir una misma cultura, una cultura que adora la NFL.
Obviamente, en Estados Unidos la NFL reina por completo entre las grandes ligas deportivas. Los estadios se llenan cada semana y hay listas de espera de años en algunas franquicias para poder obtener un abono de temporada. Las clasificaciones de las transmisiones televisivas de cada año así lo demuestran también, con una mayoría absoluta de partidos NFL entre los 100 programas más vistos y no solo es la televisión tradicional, los servicios de streaming también demuestran por qué la NFL domina: la media de espectadores de esta temporada en el Thursday Night Football de Prime Video ha alcanzado cotas históricas y la Navidad en Netflix ha sido otra victoria inapelable para la NFL. En EE.UU. no hay discusión sobre quién manda. ¿Cómo puede crecer la NFL entonces? Mirando al extranjero.
Lo que siempre ha sido y sigue siendo un deporte genuinamente americano, cada año tiene mayor predicamento fuera de las fronteras de EE.UU. y un mercado que se ha colocado a la cabeza en el contexto internacional. Y no es un país, es una cultura unida por un denominador común: el idioma español. Con México como principal referencia mundial fuera del territorio estadounidense, ese mundo latino (del que el proyecto Mundo NFL es el pionero y el que abre camino) contagia poco a poco al resto de Latinoamérica. Y en esa ola hispana que se eleva en la NFL, España se ha convertido en los últimos años en un eslabón fundamental.
De la misma manera, si cruzamos el océano, en Europa la NFL es cada vez más popular. El Reino Unido y Alemania son dos mercados muy afianzados para la NFL. En Londres ya es un hábito que cada mes de octubre se jueguen varios partidos de temporada regular y en Alemania está comenzado a serlo también, habiéndose jugado ya en Munich, Frankfurt y la próxima temporada debutará Berlín.
Aquí es donde España, Madrid y los Miami Dolphins tienen un papel clave. España es Europa y, al mismo tiempo, uno de los epicentros de la cultura hispana, por lo que la unión de estos dos mundos encaja a la perfección para el desembarco de la NFL. Con el Madrid Game, la NFL tiene una capital hispana y europea al mismo tiempo y las gradas del un estadio de leyenda a nivel mundial como el Santiago Bernabéu servirán como protagonistas de una mezcla maravillosa de culturas, con público llegado de toda Europa, Latino América y, por supuesto, aficionados estadounidenses de los Dolphins con un partido de la NFL como punto de encuentro ideal.
España será, tras México, Canadá, Reino Unido, Alemania y Brasil, el sexto país del planeta que acogerá la principal liga deportiva en los Estados Unidos y eso supone un enorme triunfo para España; pero al mismo tiempo es una gran oportunidad para la NFL por importancia estratégica, cultural y, por supuesto, por que España es una potencia deportiva y un país donde existe una pasión por el deporte difícil de igualar. Por todo eso, ésta es una unión maravillosa entre la NFL y España.
Por eso este Madrid Game lo tiene todo y con los Dolphins en el campo, mucho más. Porque si Madrid es una de las capitales mundiales de la cultura hispana, Miami por supuesto también lo es. Y además, Madrid y Miami son dos ciudades oficialmente hermanadas, más sentido tiene si cabe que un equipo de Miami juegue como local en Madrid.
El camino de España hasta el Madrid Game no es más que el resultado de un crecimiento que arrancó hace más de 30 años por pioneros como José Antonio Ponseti y que, poco a poco, ha generado una afición que no para de crecer. Los Joe Montana, Jim Kelly, Troy Aikman o John Elway fueron los que abrieron la puerta para un país que a finales de los años ochenta sentía la NFL como algo de otro planeta y que con los triunfos de los 49ers y los Cowboys, las Super Bowls pérdidas por los Bills o las hazañas de Jerry Rice o Emmitt Smith comenzó a descubrirnos un mundo hasta entonces ajeno. Tom Brady y la dinastía de los Patriots supusieron el primer gran salto de enganche y en el último lustro, pandemia mediante, Mahomes y una nueva generación de estrellas han provocado el salto definitivo para que la afición en España alcance cotas de interés insospechadas hasta hace poco por un deporte que cuando lo descubres ya no hay vuelta atrás.
No cabe la más mínima duda de que las gradas del estadio estarán llenas a rebosar, de que las entradas, cuando estén disponibles, apenas durarán unos minutos hasta agotarse y que cuando los Dolphins pisen la hierba del Bernabéu, sentirán la pasión por el deporte del aficionado español.
No, este no va a ser un partido internacional más en la NFL, este va a ser el partido de la unión de culturas, de la pasión por el deporte que se vive en España y que va a incorporar a la NFL como uno de sus favoritos. Y por encima de todo, lo que más se desea desde España es que sea el primero de muchos partidos jugados en este país