Suele pasar en el deporte profesional en general, pero en uno de los que más desgaste físico tiene como el fútbol americano, que hay picos de rendimiento, mesetas y bajadas del mismo provocado por muchos factores. Las lesiones que acaban con la temporada de uno o varios jugadores son una parte asumida por las diferentes franquicias y aficionados en la NFL, como parte del natural devenir y desarrollo de la liga, aunque no en todas las líneas o posiciones son iguales. Sucede también que es importante distinguir entre la Línea defensiva y ofensiva en ese desgaste. Es muy habitual que la OL no se toque en todo el partido, no haya cambios, pues no es tan preciso la rotación entre quienes deben manejar acciones de otros y su formación son los 5 de siempre. Pocos cambios ahí durante los partidos. Por el contrario, miremos la DL, quienes deben iniciar y percutir en cada acción, quienes la inician. El desgaste y cansancio es mayor. Es muy habitual, si vemos el snap count de cualquier partido, las rotaciones y variaciones de formación que hay en una Línea Defensiva, nunca se mantienen invariables, cambia formación, esquema y efectivos, y los jugadores rotacionales, por esto mismo, adquieren un valor mucho más relevante en la defensa, debiendo sostener el nivel defensivo.
En esto se ha encontrado Dan Campbell y el bueno de Aaron Glenn, HC y DC de los Detroit Lions. La pléyade de bajas definitivas para la temporada que tiene la franquicia de Michigan es absolutamente desoladora en Allen Park. Sus DE1 y DE2 quedaron fuera para toda la temporada mientras que el DE3 ni empezó la temporada y se espera su incorporación en Enero. Ahora ha caído su DE4. Su LB1 hasta el primer mes de 2025 no se espera su vuelta, el LB2 no aparecerá hasta finales de diciembre o principios de enero, mientras que su LB4, que estaba haciendo las funciones de LB2 está fuera por lesión definitiva para la temporada. En el plano de los Defensive Tackles, dos se mantienen sanos: NT DJ Reader y un 3 Tech y NT también, como Alim McNeill. Todo lo demás en dicha Línea interior está lesionado y fuera por toda la temporada teniendo que usar los DT5, DT6 y DT7. La caída de Lions parece algo inevitable. En su partido de thanksgiving contra Bears se apreció esto con una claridad meridiana. Una primera mitad cuando dejan a Chicago en 0 puntos y una segunda parte cuando ya agotados consienten 20, pudiendo haber sido más si no fuera por una omisión absoluta de diligencia por parte de la franquicia de la ciudad del viento en momentos en el que el Football decisional es más trascendente que nunca. Mientras los titulares de la DL aguanten, a Detroit le irá sosteniblemente bien en cualquiera de los partidos actuales. Mientras Detroit tenga jugadores, como los tuvo durante las jornadas de 1 a 8, también le irá bien. A partir de ahí se nota una bajada de nivel importante cuando empiezan las rotaciones con los LB5 y 6, los DTs 5,6,y 7 o los DEs 5,6 y 7.
Es imposible mantener cierta exigencia competitiva y no se le puede exigir a ningún equipo el sostenimiento de un alto grado de ejecución cuando todas esas bajas suceden concentradas en mismas posiciones y en igual lado del balón. Por el contrario, la salud del ataque ha sido óptima y sus peores momentos en partidos son fruto de circunstancias de las que participan todos los equipos, como la confianza en un holgado marcador, fumbles, fallo de FGs, etc… Esto mismo le pasó a Lions contra Bears el jueves pasado. Con esas acciones que acabamos de describir, raro en este equipo de Lions que es la 7º mejor franquicia en saldo de turnovers; y respecto a FGs, el que tuvo Bates contra Chicago fue el primer fallo en goles de campo de toda la temporada y no es poca cosa. El cansancio se nota y veremos como lo gestiona Dan Campbell y compañía, pero en ningún caso sus aficionados deberían exigir nada más allá de competir con lo que se tiene, a la vista de la tormenta de lesiones en la Defensa. Un récord de 11-1 es demasiado meritorio para las circunstancias sufridas por la franquicia de la ciudad del motor.
Pero por Chicago no puede quedar en el olvido la situación final que ya todo el mundo conoce y que se dio cuando a falta de 32" se produce el sack a Caleb Williams. Ese momento es en el que procedía el tiempo muerto. Desplazar cualquier culpa al rookie me parece difícil de justificar cuando quien ve el Football en la banda con todos los elementos en la balanza no ha tomado decisión alguna; y todo a pesar de que, aunque en parte cuando ya estaba el set para pase marcado Caleb debió favorecer un snap rápido, lejos de ello se remangó, miró a izquierda y derecha y consumió un tiempo que permitiría dos jugadas en un supuesto de recepción y salida por banda. Quien debe dominar la situación y gobernarla para que no se salga del patrón que podría llevar a un tiempo de prórroga, es el HC y no otro. La consecuencia fue el despido de Eberflus, pero no tanto por este encuentro que fue la gota que colmó el vaso, sino por toda la temporada que como dijimos en otras ocasiones, puede ser una pérdida de valor y de experiencia formativa como tal para su número #1 del Draft de 2024. La capacidad de llevar esos últimos dos minutos finales de Caleb es buena y se demuestra que ahí puede haber Quarterback titular para esta liga. Este debe ser ya el objetivo, crear base y hábitos con C. Williams. Será lo ganado para la próxima temporada; ésta ya terminó.
Fly Eagles Fly
Por otro lado, y en una dinámica distinta, aunque parecida en resultados, llega la que probablemente, sea la franquicia más en forma, junto con Bills, en toda la NFL: Philadelphia. Los Eagles se enfrentaban a uno de los mejores equipos de la AFC y de la propia competición, fuera de casa y con la posibilidad de descolgarse en la lucha por el seed 1 de la NFC. Llegó, vio y venció, sin más. Está sabiendo manejar como nadie, situaciones de estrés competitivo. Un partido contra Ravens en el que Baltimore hizo más en todos los aspectos del encuentro excepto en el más importante: los puntos. Ravens puso más yardas de carrera, más yardas de pase, más posesión, menos flags y además todo eso con un drive menos de posesión. Pero donde perdió fue en la zona roja. Baltimore convirtió 2/5 en RZ, frente a Eagles que llegó a 2/3. Tan solo 3 llegadas a RZ por parte de Philly le bastaron para ganar el partido. Con una rotación de la línea interior envidiable por cualquier franquicia, J.Carter, Williams, J. Davis y hasta Moro Ojomo rinde. Jalen Hurts está manejando la situación de partido tan bien como Mahomes, otra cosa es el nivel de talento, pero lo que es el manejo del Football situacional en manos del QB es extraordinaria, no perdiendo balones, no recibiendo sacks indebidos que retrasen su posición pero sobre todo, desde el staff, no haciendo que su pase sea el más protagonista; con 11 completados fue suficiente de los 19 intentos. Además, esa ofensiva tuvo la baja de Devonta Smith, pero AJ Brown surge como uno de los receptores donde cada catch es de trascendencia óptima en momentos muy complicados. Cada uno de ellos es oro, 5 atrapadas de las 11 totales de su equipo. Si a todo eso que hemos expuesto sumamos el momento y talento de Saquon Barkley con más de 100 yardas y su Touchdown ya habitual, nos encontramos con un equipo candidato firme no solo a Super Bowl, sino a ganarlo. Que nadie se queje por ser un equipo que no rinda en cuatro cuartos, ningún equipo lo hace, es muy difícil, pero lo es aún más gestionar la ejecución para ganar y ahí Philly no tiene reproche alguno, es de los mejores.
Lamar de bolsillo
No me quiero olvidar de Lamar Jackson. El partido no fue malo en producción y rating, pero quien lo haya visto se dio cuenta de que no estuvo acertado tomando las decisiones que sí ejecutaba en otras temporadas cuando llegaban los momentos decisivos, las jugadas que valen lo que se le paga al buen QB de Baltimore. Está guardando más el pocket e intenta navegar en él y es evidente que no es su fortaleza. Los movimientos que mejor ejecuta se dan cuando sale de protección, pero querer ser un pocket passer es como ser un león y querer cazar en 2 m². No es eficiente ni funciona cuando toca caza mayor. Lamar en el pocket, no es Lamar, es mucho menos.
La NFC Norte en otro escalón
El falso aserto por el que donde están los mejores QBs está la mejor conferencia o división lo rompe la NFC y la NFC Norte. No confundamos mejores mariscales con mejores equipos o conferencia o siquiera división. Esta es la Norte de la Nacional: Lions 11-1; Vikings 10-2; Packers 9-3. Si ya hablamos antes de Detroit, toca hacerlo de Minnesota y Green Bay. Un dato que refleja la magnitud de esta división: los 3 primeros equipos de Playoffs de la NFC Norte suman 30 victorias, mientras que todos los equipos del resto de la NFC que están en PO suman 31. Ganar en esta liga cuesta, pero los 3 están encontrando la forma de ganar. Solo un equipo venció a los otros 3 de la división, Detroit, pero también se puede decir que parece el equipo con más dificultades para mantener el nivel por lo ya dicho.
Vikings se mantuvo en un partido contra Arizona que distó mucho de transcurrir como Minnesota hubiera querido. Arizona dominó el marcador de principio a casi el final, cuando Vikings logra ganar dejando más de un minuto a Murray y compañía para poder llevarlo a zona de pateo. Pero Murray lo gestionó mal cuando le dejaron en la yarda 30 con solo un encargo: mover cadenas 35 yardas más para estar en field goal range, contando aun con los 3 tiempos muertos pero también con un agotamiento mental de su quarterback que en sus 4 posesiones para ese drive esperanzador, consigue: un pase para una suma de 4 yardas, un fumble, una carrera que debía salir por banda parando el reloj que sorprendentemente no hace y una intercepción. Y de nuevo, como hablábamos antes de Ravens, Arizona sumó más yardas de pase, más yardas de carrera y más posesión, pero claro, cuando conviertes 1 de 6 (16,70%) en zona roja por 2 de 4 (50%) de tu rival, tienes pocas opciones de puntuar. En los momentos decisivos hubo más acierto por parte de Minnesota con mucha indecisión por Cardinals que a su vez demuestran ser peor equipo cuando de tomar decisiones se trata, y eso se entrena. Murray no es un buen gestor de finales ni de Football situacional, hay ejecuciones que solo dependen de él, de nadie más. Y no elige bien.
Por su lado, Packers está ganando con solvencia. Sus dos últimos partidos los ha ventilado convirtiendo más de 30 puntos en cada uno y por dos anotaciones o más. Es cierto que lo hizo contra dos equipos en franca depresión y regresión como 49ers y Dolphins, pero en la NFL nadie regala nada y conseguir 60 puntos es poner sobre la mesa argumentos de sobra para conseguir objetivos. Pero lo mejor de todo para Green Bay en mi opinión, es ver lanzar a Jordan Love una media de solo 25 pases con un porcentaje de acierto en el último partido de más del 75%. Contra niners solo logró un 56,5%. Si consigue minimizar riesgos y añadir su talento al servicio de pases de mayor control, creo que hará de Love un QB mucho más creíble por quienes no son fans queseros.
Este TNF se viene un Packers@Lions inmenso. Green Bay se juega la vida por seguir en la lucha por la división y ¿porqué no? Por la lucha del seed 1 de la NFC. Detroit busca seguir por delante de Minnesota y Philadelphia. ¿Quién da más?
Y mientras Bills y Steelers
Mientras Ravens pierden, y Chiefs luchan hasta finales agónicos por ganar cada partido, Bills arrasa y deja tierra helada allá por donde pasa. Esta vez le tocó a San Francisco pasar por el frío y la nieve de Buffalo. Hay dos claros candidatos al MVP: Saquon Barkley y Josh Allen. Este último es capaz de puntuar en la Fantasy en una única jugada, más de 10 puntos por pase y recepción todo en la misma acción.
Así que tenemos a un QB que en un mismo partido ha convertido 2 TD de pase, 1 de recepción y otro más en carrera, y lo mejor es que para esta exhibición solo ha tenido que completar 13 de 17. La amenaza de Buffalo es tan grande que ahora sí, no sabes por donde te viene el rejón. O te corre Allen, o Cook, o Ray Davis o Ty Johnson. Y funciona como un reloj, al sol y en la nieve. No sé qué equipo le puede parar. Si Eagles era el más en forma de la NFC actualmente, en la AFC lo es Buffalo, y curiosamente ninguno de los 2 va primero en su conferencia.
Y mientras todo esto sucede, mi amigo Paco, el de los Steelers, tras la victoria contra Bengals me manda un nuevo mensaje: " los mejores Steelers en ataque que recuerdo desde Big Ben y Antonio Brown…". ¿Quién se atreve a rebatir eso? Lo cierto es que contra Bengals había que jugar a poner puntos en el marcador y las dudas de que Steelers fuera capaz de hacerlo se disiparon pronto. Pittsburgh suma a esa gran defensa un ataque más que serio y capaz. El buen resultado que está dando Russel Wilson no debería sorprender a tanta gente, tiene muñeca y ha sido un gigante de este deporte que ayudó a esa gran defensa que venía de los de la Legion of Boom a ganar el Super Bowl. Sabe de qué va esto y cómo hay que ganar. Pero además, a todo ello, ya sí, suman a Justin Fields para lo que todo el mundo sabe que va a hacer y nadie lo defiende, las zone reads. Fields culmina el partido con esa jugada y toda la defensa de Bengals compra el fake del handoff. Resulta increíble que nadie hubiera intuido el para qué sale Fields al terreno de juego en ese momento. Lo normal hubiera sido dejarle que pase y cerrarle puertas a la carrera con el balón, abandonarle a que vuele el oval. Pero todos pensaron que estaban con Russ en el campo. Sorprende tanta inocencia en Cincinnati.
Feliz Semana 14 y feliz Thursday Night Football. Se viene otra semana gigante.