La NFL es salvaje por muchas razones. En algunas ocasiones se ha hablado del fútbol americano como un deporte de contacto, cuando en realidad es un deporte agresivo. Cada partido es una batalla distribuyendo y recibiendo golpes, se duerme mal no solo por el estrés competitivo sufrido sino también por el dolor de cada impacto. Algún jugador decía: -Me acuerdo de cada golpe que recibí, es inevitable, pero también de los que propiné. Llegas a casa con solo ganas de descansar y restañar heridas.- Evidentemente, la experiencia física es única en este deporte.
Pero fuera de esa fisicidad, la NFL es salvaje porque pone seriamente a prueba las plantillas. Si hablamos del soccer, parece estar de moda comentar que hay muchos partidos y los jugadores están castigados por ello, cuando realmente es una situación incomparable. Especialmente esta queja, que viene de importantes equipos, se produce básicamente porque quieren usar sus 12-13 jugadores predilectos cuando no sus 11 titulares, y claro, esta cultura de la rotación constante de la NFL, no es aún asumida en el deporte del balompié donde hay 25 jugadores por plantilla. Y no lo es por muchas razones que al margen de las culturales, se produce por algo esencial, y esto no es otro que la fuerza de la improvisación que tiene el soccer a diferencia del fútbol americano en el que cada jugada es producto de un diseño, de un libro de jugadas. En el fútbol el juego es constante y continuado, no hay paradas ni reconducción de cada situación por el staff así que, cada balón depende esencialmente de la decisión del jugador, de su inspiración en este o aquel momento, de su talento frente a cualquier oposición del rival sin que haya unas lecturas preconcebidas. Por todo esto, la rotación en el soccer se nota más. Jugadores con ese factor decisional de alto nivel hay pocos y los tienen pocos equipos, si estos jugadores faltan, los grandes clubes lo notan y se vuelven un poco más mortales.
Pero la tercera razón del porqué este juego es salvaje, se basa fundamentalmente en la asunción por cada franquicia y por todos los aficionados de la pérdida de algunos jugadores para toda la temporada, algo que es una excepción en soccer, básicamente por lo que dijimos al principio, deporte de contacto Vs. deporte agresivo. Esa asunción del desastre se acompaña por rezos para que se den dos cosas: que los lesionados sean los menos posibles y que afecte a jugadores no esenciales. Si un equipo se encuentra en la situación por la que 3 o 4 jugadores de su plantilla se lesionan para toda la temporada y que además los mismos no son titulares o cuando menos, titulares irreemplazables, la cosa va bien y es hasta normal. Pero tengamos en cuenta que, si hablamos antes de que éste es un deporte de rotación posicional, los suplentes primeros y segundos adquieren un valor importante, especialmente donde se produce dicha rotación con mayor intensidad, la Defensa. Con todo, la NFL pone a prueba a las plantillas y equipos, y al final el que llega y gana el Super Bowl es porque lo ha hecho mejor en ese ejercicio de supervivencia y porque evidentemente, el componente azaroso de la suerte, ha estado de su lado. Ésta es esencial para alcanzar lo más alto; además del talento, el azar juega en este deporte, sin duda.
Y en todo este salvajismo, Josh Allen. Pocos ya pueden dudar de quien será el próximo MVP de la temporada regular. Ese jugador que es el propio equipo en sí mismo, que sin él Buffalo estaría luchando por cosas de un segundo escalón, muy diferente a lo que hace ahora, ha alcanzado otro nivel. Un quarterback que ha sabido ganar una madurez importante en el desarrollo del juego. Ya no es aquel jugador que no medía el promedio de sus carreras, que no salía por la banda cuando abandonaba el pocket porque buscaba esa yarda de más aunque el riesgo de lesión se prolongara en esa ganancia. Ahora mide mucho cada continuación de jugada y además su precisión en el pase ha ganado con el tiempo. Ya no es aquella fuerza excesiva en cada lanzamiento, usa la muñeca más que nunca dando la fuerza necesaria en cada pase. Y por supuesto, todo esto, sin quitar ni un ápice a su capacidad de carrera. Pero además de todo lo ya dicho sobre él, hay un atributo que lo ha mejorado por encima de todo lo expuesto, la toma de decisiones. Su liderazgo es sobresaliente subiendo el equipo a sus espaldas, pero cuando a ello le sumas la decisión correcta en cada situación, ahí hay una madurez difícilmente discutible. La pausa que da a cada acción para que ese factor decisional entre en juego, es algo que le acerca mucho, sino lo está ya, a la mesa en la que come Mahomes.
Pero claro, para eso, hace falta que haga algo demasiado difícil: ganar el campeonato. Y sí, las victorias no son una estadística de un Quarterback y podemos discutir sobre ello, pero si hablamos de subir a otros niveles diferentes de una buena actuación en la temporada regular que lo hacen merecedor del MVP, debe ganar el Lombardi, o por lo menos ya, disputarlo. Tiene que ganar el anillo de la AFC, debe derrotar en instancias avanzadas al coco, al monstruo, a los Kansas City Chiefs de Andy Reid y Patrick Mahomes y llevarse el Lamar Hunt Trophy. Y entonces sí, ya nadie pondrá un pero. Hacerlo en esas instancias prueba que esa toma de decisiones y liderazgo están ya al nivel del reto más difícil. La exhibición en otros partidos fue grande, pero la que dio este fin de semana en Detroit, en un escenario de máxima importancia contra un equipo con el mejor récord de la NFL, fue superior aun con peores números. No completó 3 Tds de pase ni 3 Tds de carrera como en el anterior encuentro, esta vez fueron 2 y 2 respectivamente. Evidentemente léase con tono de ironía, porque la realidad es el sostenimiento de un nivel muy alto partido tras partido, incluso contra L.A. Rams ante quienes perdieron el encuentro, pero con otra actuación soberbia del Quarterback de Bills. Allen está llamando a la puerta de Mahomes, pero éste no se la va a abrir, Josh debe tirarla y asaltar la casa en la que gobierna Patrick. No hay otra manera, así se hizo siempre y así seguirá siendo, como Mahomes reventó la AFC de Tom Brady. Es lo que hay, es lo que toca en esta NFL Salvaje, nada se pide por favor, simplemente se toma a la fuerza.
Y Detroit está a otra cosa. A sobrevivir por encima de las lesiones. A falta de confirmación parece que tras el partido, Lions puede perder 3 jugadores para toda la temporada. Su CB1 Carlton Davis, su CB sustituto, Dorsey (éste ya confirmado) y el DT1 del equipo, Alim McNeill. Ya hemos perdido la cuenta de cuantos se han lesionado para toda la temporada. Es un equipo destrozado en defensa por las lesiones y sin jugadores. Ya parece que cualquier toma en consideración de Detroit como contendiente al SB es solo una quimera o producto de un trastorno mental transitorio. Y si lo fuera realmente, no sería más que un milagro de los de anotar en el nuevo testamento. El ataque sostiene al equipo y sigue anotando muchos puntos, 42 en este partido. Goff en la derrota puso sobre la mesa 500 yardas, 5 TDs, 0 ints y un rating de 118.9. Es la primera vez en la NFL que un QB lanza más de 400 yardas de pase, 5 o más pases de TD con 0 intercepciones y pierde el partido. Pero esta vez Búfalo hizo con Detroit lo que estos suelen hacer con sus rivales, forzarles a pasar por encima de lo deseado. Y así fue, porque Goff lanzó por encima de lo normal, 59 intentos de pase, y aun así completó un 64%. Bills le dio a Lions la medicina que Detroit suele repartir, ir ganando al descanso por dos o más anotaciones y forzar al otro equipo a abusar del pase y a abandonar su juego. Casi cualquier dominio de un partido pasa por ahí, cambiar la rutina del rival, y en eso, Buffalo también ganó.
RAMS: Mystery box
El Jueves pasado nos dejaba un enfrentamiento importante. El Rams@49ers decidía las mínimas opciones de Playoffs que podría tener San Francisco y por otra, si nos podríamos tomar en serio a estos Rams para confirmar sus aspiraciones mayores que las de simplemente competir en una wild card. Los Ángeles venía de poner sobre la mesa 44 puntos contra Buffalo con 5 TDs, así que las apuestas y nosotros mismos, intuíamos que el favorito era el equipo de McVay sin muchas dudas vista la trayectoria de los equipos, las lesiones de 49ers habiendo perdido a sus, posiblemente, dos mejores jugadores de ataque y esa recuperación de efectivos por la ofensiva que pilota Matthew Stafford. Lo que la gran mayoría no esperaba fue ver un equipo que ganó el partido sin ningún TD y con una actuación bastante pesada en ataque. De Rams aún no sabes qué será en cada partido. Puede estar toda una parte sin anotar como con Saints y acabar ganando, o anotar 44 puntos, y al partido siguiente hacer 15 sin TD y también ganarlo. La victoria para RAMs es un misterio, como aquella caja sorpresa o mistery box que traían no sé qué regalos, unas veces mas cutres que otras, pero siempre positivas, como las victorias del equipo californiano, gana y es bueno, pero de formas que no te esperas. En Play Offs partidos así contra contenders se pagan muy caro así que mejor no tener uno de esa forma si finalmente llegan. De los equipos de arriba es el único que tuvo un partido sin TD y cuenta con un saldo negativo de puntos, 310-338.
Burrow things
Así respondió Brian Callahan a la pregunta sobre la actuación de Joe Burrow contra sus Titans: Burrow things. Bueno pues eso. Joey B es muy bueno, nada nuevo bajo el sol de Cincinnati. Batió su propio récord de TDs que tenía hace 2 temporadas y está completando posiblemente la mejor en su carrera, pero el premio es muy pobre porque o se cumple una carambola o Bengals no irá a Playoffs. Burrow está jugando bien, pero quizá no se ven otras cosas. Ayer se metió en un lio estando en Red Zone, además de dos intercepciones feas, cuando agarró el balón y decidió cruzar el pocket entregando el ovoide a T'Vondre Sweat para una de las jugadas del domingo. Un liniero en una angry run con su stiff arm al aire es como tener de plato un bacalao y disfrutar de la patata en confitura. Fantástica carrera y jugada. Burrow a veces toma malas decisiones queriendo salir del pocket y cruzándolo verticalmente. Ahí le cuesta cuando se enfrenta a DLs interiores muy fuertes como la de Tennessee. No es la primera vez ni será la última, pero tampoco el hecho de que seguiremos disfrutando de las lecturas de pase anticipado de este QB. Cosas de Burrow.
El francotirador de Seattle: Green Bay Packers
Solo hace falta soltar a Sam Howell de QB para apreciar el valor de Geno Smith que se fue lesionado del partido en el tercer cuarto. Dos, a grosso modo, son los problemas que tiene Seattle:
- La DL de Packers se comió a la dudosa OL de Seahawks y si, además, pones a Howell detrás, demasiada ventaja concedida.
- Ni qué decir tiene, hablar de la defensa de la carrera por Seattle, floja, como toda la temporada.
Pues a esos 2 flancos atacó GB sin necesidad de mucho más, siguiendo con su buen hacer ofensivo en el pase profundo. La lucha entre Rams y Seahawks está servida. Al primero le quedan, antes del enfrentamiento entre ellos: Jets-Cardinals, a Seahawks: Vikings-Bears. Veo peor a Seattle, con problemas para mantener las Líneas funcionando decentemente, aunque vaya por delante lo ya dicho de Rams, un misterio cada partido que nada tiene que ver con el anterior. Si tengo que apostar mis haberes, los meto en el bolsillo de McVay.
Por Packers todo funcionó. Una DL que es capaz de generar presión constante incluso con cuatro hombres, y en ataque Jacobs está respondiendo por encima de las ya buenas previsiones con qué venía. Un buen jugador en un buen equipo con un buen HC es una fórmula que no falla. La jugada del partido y una de la semana, fue el catch de Doubs que parecía imposible:
Packers me recuerda a Detroit de la temporada anterior, le queda una cocción para imponerse en los grandes partidos. Veremos, aun queda temporada para los cheeseheads.
Pittsburgh@Philadelphia
Poco más se puede pedir a Steelers. En el campo de uno de los mejores de la competición intentó hacer más de lo que tenía a su alcance. Sin Pickens y con un ataque muy mejorable, atacó hasta donde Eagles le dejó y mientras las ideas, fuerza y talento eran sostenibles. ¿TJ Watt será DPOY?, debiera. Su lesión de tobillo dará o quitará tiempo para darme la razón. Hurts jugó con un dedo roto de la mano izquierda y por fin pasó por encima de las 200 yardas, cosa esta que no hizo en los 3 partidos anteriores. Russell Wilson lanzó para 128 yardas, la mitad de lo que era su media antes del partido.
Saquon esta vez no se vistió de Superman, no hizo falta y esto es buena noticia para Philly. Está a 418 yardas del récord de carrera en una temporada marcado por Eric Dickerson de hace ya 40 años, corriendo 2.105 yardas en 1984 para los Rams. Barkley no necesita el récord y cualquier presión al respecto tampoco es productiva. El objetivo es ser seed 1 de la NFC para esa semana de descanso, pero sobre todo, tener a todo el equipo listo para Play Offs, sin una carrera de más, sin un balón de más, sin un esfuerzo de más.
Y no quisiera dejar este NFL Salvaje sin mencionar siquiera el Jets@Jaguars: La actuación de Davante Adams en la segunda parte del partido es otra de esas actuaciones que te hace recordar lo bueno que fue, y algo conserva, este jugador: 9 balones, 198 yardas y 2 tds, todo en la segunda parte. Los gestitos de Mac Jones cuando iba por delante en el marcador, que se supone que quiere ganarse algún contrato que otro por ahí adelante, no ayudan nada. Ni se ha ganado ese derecho ni tenía motivos.
Solo tres semanas quedan para que la temporada regular acabe pero aún mucho por decidir, lesiones por producirse, cambios inesperados, bajadas de nivel y también muchos aciertos por ver. Unos equipos llegarán agotados, otros sin efectivos, y otros en plena forma. Se viene lo duro y más bonito, colocarse en la parrilla para los Play Offs. Feliz semana 16.