14 touchdowns y una sola intercepción. Casi 300 yardas por partido y 4 victorias en 8 encuentros para unos Houston Texans que partían esta temporada con prácticamente ninguna expectativa. CJ Stroud está jugando al nivel de uno de los mejores quarterbacks de la NFL. Pero la pregunta es: ¿por qué nadie predijo esto?
Cuando se hablaba de CJ Stroud antes del Draft siempre se le encasillaba en el molde de quarterback "game-manager", el cual podría ser un gran titular en la NFL durante mucho tiempo pero que nunca superaría esa barrera que le convierte en una estrella de la liga. Y eso, para muchos aficionados no le hacía valedor de una primera selección global del Draft
En la época del highlight, del vídeo de Tiktok de 15 segundos y de generar expectativas totalmente absurdas para los jóvenes que entran al Draft de la NFL, es mucho más llamativo el físico de Anthony Richardson, el brazo de Will Levis o el escapismo de Bryce Young antes que la anodina constancia en la excelencia de CJ Stroud.
Estas son algunas de las aportaciones que se podían leer de Stroud por parte de la prensa americana antes del Draft:
"Creo que Stroud está bien, pero no veo el WOW en él" - Colin Cowheard
"Su techo parece más de buen que de gran jugador, al menos hasta que pruebe que puede ser más agresivo improvisando" - Bleacher Report
"Os aseguro que Stroud será un bust" - Bill Simmons
"Juega con un estilo prácticamente robótico" - The Ringer
Esto no quiero que sea un artículo donde ataco a otros periodistas por sus apuestas pre-Draft, tampoco soy tan estúpido de pensar en que alguno de ellos lo va a leer. Simplemente, es un análisis de lo que se ha ido premiando de unos años a esta parte en el Draft de la NFL. Y creo que desde hace unos 5 años se ha ido premiando los momentos espectaculares de algunos jugadores, dejando pasar la constancia de lo que supone ser un quarterback.
Stroud hace muy bien las cosas aburridas que tiene que hacer un quarterback: empezando por cambiar las protecciones de la línea ofensiva, siguiendo por elegir correctamente la jugada en función de la defensa antes del snap y terminando por leer la defensa una vez tiene el balón. Y esto lo hizo en Ohio State durante dos temporadas consecutivas. Partido tras partido y pase tras pase.

Uno de los partidos que más se le echó en cara a Stroud en el proceso pre-Draft fue la victoria de Ohio Star ante Northwestern el 5 de noviembre de 2022. Stroud lanzó para solo 76 yardas con un 38% de completos y no anotó un TD por primera vez en su carrera. Pero yo lo vi de otra manera: con vientos de hasta 70 km/h hizo lo que el equipo necesitaba para ganar y sumó 79 yardas en 6 carreras. Además de conseguir algunos primeros downs claves. Para mí este enfrentamiento que pasó bajo el radar fue una oda a la resiliencia de Stroud y una demostración de que era capaz de hacer lo que fuese por ganar.
Y eso hizo en su último enfrentamiento ante los Bucs. Con 40 segundos en el reloj y 75 yardas para la remontada, CJ Stroud encadenó 5 pases completos consecutivos para desmantelar a la defensa de los Bucs. En el último lanzamiento, con solo 6 segundos en el reloj y con 15 yardas por recorrer, Stroud leyó a la perfección que los Bucs estaban en Cover-4, una defensa conservadora que se usa en las últimas 20 yardas.
Con tranquilidad espera a que la primera ruta post del receptor del slot atraiga al safety y abra el espacio a su espalda para que lo aproveche la segunda ruta post del receptor más exterior.
Sinceramente, no sé si la tendencia a la hora de evaluar quarterbacks cambiará en un futuro cercano, pero está claro que no es la que más está funcionando a nivel de prensa y aficionados. Premiar el destello por encima de la constancia y las jugadas explosivas por encima del manejo de una ofensiva no parece que haya funcionado con el análisis de CJ Stroud