Sintonicen cualquier canal deportivo (en Estados Unidos y, en ciertos días, México) en la vieja pero aún resistente televisión. Únanse al chat de cualquier streamer relacionado a la NFL. O, la mejor opción: hablen con algún amigo que comparta su fanatismo.
En cualquiera de los tres formatos, verán que no me equivoco. ¿Cuáles son las tres preguntas que nos hacemos al comienzo de una nueva temporada?
Paso a enumerar:
1-¿Quién será el 1 seed en la AFC?
2-¿Quién será el 1 seed en la NFC?
3-¿Quién será el MVP?
A una semana del cierre de la fase regular, tenemos respuestas para los tres tópicos más relevantes de las dieciocho semanas que componen la temporada regular de la mejor liga deportiva del planeta. 1-Baltimore Ravens. 2-San Francisco 49ers. 3-Lamar Demeatrice Jackson Jr (eclipsando, por poco, al otro QB que ganó un 1 seed: Brock Purdy).
Desde la temporada ´20/´21, la NFL modificó su reglamento de Playoffs, otorgándole el bye en Wild Card Weekend (1era ronda) únicamente al primer preclasificado de cada conferencia. Desde entonces, un 1 seed llegó a 3 Superbowls (de 6 posibles) y a 4 (de 6 posibles) Championship Games.
A ver, más allá de los números, no hay que tener un posgrado para comprender la importancia vital de un 1 seed. Especialmente en un formato como el de la NFL, donde se juega un sólo partido a matar o morir (distinto de la NBA, por ejemplo, que lo hace al mejor de 7).
Por supuesto que el beneficio de ser local hasta el Superbowl no es menor, pero reitero lo anterior. En un deporte como el fútbol americano, donde literalmente cualquier cosa puede suceder Any Given Sunday, avanzar de ronda sin jugar es un lujazo.
Es entonces curioso, diría Ollivander, que ya sepamos quiénes iniciarán su participación en la Ronda Divisional. Todavía queda un fin de semana de temporada regular, pero nadie en la AFC puede alcanzar a Baltimore y nadie en la NFC puede quitarle su lugar a San Francisco.
Precisamente, lo paradójico es que nos encontramos cursando una temporada que se ha caracterizado por su paridad:
Como dice el colega Pelissero, 20 equipos llegan a Week 18 con chances de ganar el Super Tazón (quería escribir la palabra ´Tazón´), máxima cantidad en 41 años.
Teniendo en cuenta estas curiosidades, además de lo que hemos ido viendo durante estos meses, la conclusión del día de la fecha es que los Ravens y los 49ers están muy por encima del resto de la competencia.
Esto no quiere decir que vamos encaminados a una revancha de Superbowl XLVII, a.k.a el "Harbaugh-Bowl", a.k.a "el Superbowl en el que se cortó la luz después del Halftime Show de Beyoncé".
En la era de Lamar Jackson, Baltimore ha tenido poco éxito en la postemporada y podría cruzarse, por ejemplo, con los súper experimentados Chiefs de Mahomes.
Distinta parecería ser la historia con los 49ers, que bajo la conducción de Kyle Shanahan llegaron a un Superbowl y estuvieron muy cerca en otras dos ocasiones (incluyendo el año pasado, cuando Purdy se lesionó en el primer cuarto ante Philly).
Si bien Dallas es un equipo de temer y no hay que descontar a Detroit ni a los propios Eagles (y cuidado con los Rams, eh), da la sensación que un San Francisco saludable debería poder doblegar a sus rivales en casa.
Al mismo tiempo, hace dos semanas vimos como estos Ravens pulverizaron a los míticos Niners. Por si eso no fue suficiente (y en un año donde, como hemos mencionado en este espacio, todos los equipos/jugadores que fueron teniendo el foco puesto en ellos floppearon a la semana siguiente), Baltimore destrozó a los Dolphins.
Por el momento en el que ambos arriban a la parte más importante del año. Por sus entrenadores, experimentados y audaces, agresivos pero criteriosos. Por sus quarterbacks, 1 y 2 en el MVP, ambos con temporadas asombrosas. Por sus rosters, plagados de jugadores de calibre All-Pro y casi sin falencias. Porque son, con mucho mérito, los 1 seed de sus respectivas conferencias.
Porque son los grandes favoritos a estar allí, el 11 de febrero en Las Vegas. Por todo esto, Baltimore Ravens y San Francisco 49ers van juntos a la par.
