Una de las cosas que más nos gustan de la NFL es que existe una competitividad real. Realmente todos los equipos son candidatos a ganar el título y, aunque muchos no tengan eso como objetivo real durante una temporada, sí que es el objetivo final de cada franquicia. Además, el tope salarial estricto, las lesiones y el hecho de que se jueguen tan pocos partidos en la temporada regular hacen que la NFL sea una liga extremadamente inestable donde es muy difícil establecer franquicias que perduren en el tiempo (con la excepción de los Patriots, claro).
En 18 de las últimas 20 temporadas, por lo menos un equipo que terminó último en su división la temporada pasada ha conseguido ganar el título divisional en la temporada siguiente. El último equipo en lograrlo fueron los Jacksonville Jaguars, que pasaron de acabar últimos en la AFC Sur sumando solo 3 victorias por 14 derrotas (que de hecho fue el peor record de toda la NFL) a ganar su división en 2022 con un récord de 9 victorias y 8 derrotas.
Esta inestabilidad se vio reflejada el 11 de septiembre de 2023, cuando el máximo favorito esta temporada para pasar del peor equipo de su división al mejor, los Jets de Aaron Rodgers, vieron como sus opciones se diluían tras la lesión de su flamante nuevo quarterback. Los Jets acabaron 2022 con 7 victorias y 10 derrotas por detrás de Patriots, Dolphins y Bills y, aunque no están plenamente descartados para la pelea, creo que sus opciones son escasas.
Los de Zach Wilson están por detrás tanto de los Bills como de los Dolphins y de sus 8 partidos restantes, 5 son contra rivales con récord positivo. Con un ataque que ha convertido solamente un 25% de terceros downs (la marca más baja de largo esta temporada), que ha anotado 8 touchdowns ofensivos en 9 partidos y que solamente convierte en touchdowns el 22% de sus viajes a la Redzone (también la marca más baja de largo esta temporada en la NFL) veo complicado que se acaben alzando con la división. Su mejor baza es que aún tienen que jugar ante Buffalo, New England y Miami en dos ocasiones y que si ganan todos los partidos divisionales podrán lograr la machada.
Otros de los equipos que podrían conseguirlo, pero a los que ya se podrían descartar, son los Chicago Bears, los Arizona Cardinals, los Washington Commanders y los Denver Broncos. Bien por su propio récord o algún rival divisional liderando con puño de hierro, veo muy improbable que alguno de estos cuatro los consiga. Así que sigamos con el favorito, la niña bonita de la NFL esta temporada: los Houston Texans.
No es solo que los Texans fuesen un desastre en 2022 con solo tres victorias, es que tampoco se esperaba mucho de ellos este 2023 con un entrenador nuevo y un quarterback novato. Pero cuando aciertas en el Draft en las dos posiciones más importantes en un campo de fútbol americano, todo es posible. CJ Stroud ha demostrado que puede elevar a sus compañeros a un nivel altísimo, que tiene la consistencia pase a pase para dominar un partido principio a fin y que tiene el talento para remontar partidos y hacer drives ganadores.
Y Will Anderson Jr es ya el joven líder de una defensiva que es capaz de poner presión y hacer la vida complicada a los quarterbacks rivales sin mucho talento en la secundaria. Los Texans ya ganaron su primer partido en Jacksonville y los Jaguars son, junto a unos Cleveland Browns que llegaran sin Deshaun Watson, el único equipo en el calendario restante de los Texans que está por encima del 50% de victorias.
Estos Cleveland Browns y los Atlanta Falcons son los dos últimos candidatos, pero despiertan las mismas dudas en pleno noviembre que las que presentaban en septiembre. Los Browns tienen la que seguramente sea la mejor defensa de la NFL, que seguramente tenga al defensor más intimidante de la liga en Myles Garrett pero la lesión para toda la temporada de Deshaun Watson prácticamente les descarta para competir con unos Ravens que pinta a equipo de 12 o 13 victorias.
Y por último está Atlanta. El equipo más odiado por todos los jugadores de Fantasy Football. La defensa ha mejorado una barbaridad con respecto al año pasado, pero el ataque es desesperante. Quizás uno de los ataques con más talento peor aprovechado: Bijan Robinson, Kyle Pitts y Drake London son todos picks top-10 que no han rendido como tal y el jaleo de Arthur Smith en el puesto de quarterback no hace fácil confiar en ellos.
Quizás la mejor baza de estos Falcons es la débil NFC Sur. Tanto los Buccaneers como los Saints se han mostrado endebles y si los Falcons ganan la mayoría de sus partidos intradivisionales puede que tengan el título en la mano. Ya han ganado los dos partidos que han jugado en la División y les quedan dos partidos contra los Saints además de uno contra Bucs y Panthers. De hecho, el único equipo en su calendario que no está en negativo son los Indianapolis Colts, que están 5-5. Por eso para mí, más por demérito de los rivales que por mérito suyo, estos Falcons son los máximos candidatos para seguir con la racha.
