Desde Phoenix, Arizona
Durante las actividades de prensa enmarcadas en el Opening Night, con las que inició oficialmente la semana del Super Bowl LVII, Patrick Mahomes y Andy Reid honraron, a su modo, la herencia de la ofensiva Air Raid en el sistema de los Kansas City Chiefs.
La ofensiva democratizada por el legendario entrenador Mike Leach, quien murió a finales del año pasado, ha servido como influencia para que los Chiefs hayan podido montar uno de los ataques más dinámicos de la NFL durante el último lustro.
"Mike Leach fue un gran amigo. Vino a visitar nuestros campos de entrenamiento un par de veces. Era un tipo excepcional, graduado de BYU. Lo extraño sin duda", dijo Reid, quien no dudó en admitir que ha tomado varios conceptos de la Air Raid: "Desde luego que me gusta tomar prestado lo que considero que es bueno".
Precisamente Patrick Mahomes, el quarterback estrella de Kansas City, es una consecuencia de la impronta de Leach, puesto que su entrenador durante sus días universitarios en Texas Tech era Kliff Kingsbury, uno de los guardianes del legado del exentrenador de Mississippi State en el futbol americano moderno.
Mahomes se encontró a su arribo a la NFL en Kansas City con un sistema flexible y prolijo propuesto por Reid, que bebía directamente tanto de la West Coast Offense de Bill Walsh como de la Air Raid, bajo el cual ha podido desarrollar todo su potencial durante sus cinco temporadas como titular en la NFL.
Sobre la complejidad que supone interpretar el sistema de Andy Reid, Mahomes explicó que era como aprender un nuevo lenguaje y que su etapa de transición a nivel conceptual de Texas Tech, donde ejecutó la ofensiva Air Raid en su variante más ortodoxa, a la NFL duró alrededor de cinco o seis meses. "Es un playbook muy complejo", admitió. "Por eso ves a novatos que irrumpen tarde. Pero la razón de por qué es tan difícil es porque es muy bueno. Me siento privilegiado de estar aquí".
De modo que el esbozo de dinastía que han buscado instaurar los Chiefs en la NFL actual, con tres apariciones en el Super Bowl en las últimas cuatro temporadas, no se podría entender sin la revolución que comandó en su día el inimitable Mike Leach.